Capítulo 5. RECUERDOS

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George

Me dolía todo el cuerpo, Alisson cuando se lo propone puede ponerse insoportable, aunque tenerla con nosotros otra vez me hacía inmensamente feliz.

De alguna manera me hacía recordar a mamá cuando me regañaba por llegar borracho o llegar tarde a casa.

Me dolía tanto que ya no estuvieran aquí, a mi lado, extraño sus regaños, sus caricias, todo de ellos.

No supe cuanto me había adentrado a mis pensamientos hasta que escuché que alguien me hablaba.

-George, ¿estas bien?-pregunto Ed.

-¿Qué?

-George, que te pasa, te fuiste.

-lo siento-suspire- es que, ver preocupada a Alisson, me hizo recordar a mi madre.

Sentí como las lágrimas amenazaban con salir.

-Yo-suspiro-no se que decir hermano- se acerco más y me tomo del hombro- sabes que siempre podrás contar conmigo y con Alisson.

Me dio un abrazo, realmente necesitaba un abrazo, el es más que mi primo, es mi amigo, mi hermano.

-Por cierto-continuó- Me sorprendiste al decir el porqué estamos golpeados.

-No queremos que Alisson sepa lo que en realidad paso,¿o si?

-No, es mejor que no sepa.

-Eso pensé-sonreí- es por eso que dije lo de la chica.

-Eso estuvo bueno-me dio un ligero golpe en el hombro- bueno hay que dormir, aunque sea un poco.

-Ya que-sonreí- que descanses hermano.

Entre a mi cuarto y me acosté en mi cama, no tardo mucho para no saber de mi.

*******

-¡DESPIERTEN IDIOTAS!

Y así damas y caballeros es como mi hermosa y amada prima nos despierta - nótese mi sarcasmo.

-¡George!, ¡Eduardo!.

Esta mujer no se cansa de gritar, no se escucho nada más, creí que se había resignado a que no no íbamos a levantar.

Me acomode más en mi cama, tomando mi almohada para abrazarla cuando un grito muy agudo para ser verdad hizo que me austera y me caiga de la cama de cara.

-¡Que te pasa Alis!- grito Lalo, no puedo creer que gritara de esa manera.

Reaccione a ese grito, eso solo quería decir una cosa. Maltrato.

Les cuento.

Cuando Alisson vivía aquí toda la familia se reunía en la casa de los abuelos, era una tradición que cada fin de mes se hiciera una cena y al día siguiente ir todos a un picnic.

Y como era de costumbre Lalo y yo siempre nos quedabamos dormidos pero mis abuelos tenian una técnica para despertarnos.
Alisson.

Como dormíamos juntos, en una ocacion nos coloco en nuestras manos un plato lleno de escremento.

¡ESCREMENTO!

Nos hizo cosquillas en el rostro y ¡pum! Toda nuestra bella cara estaba llena de esa cosa, no tardamos ni un segundo en correr tras de ella pero como era la consentida de los abuelos, corría hacia ellos y era imposible tocarle un cabello.

Cuando menos lo pense Alisson se encontraba en mi recamara, o esperen ¿como logro entrar?.

-Fácil, un cuchillo- me contesto como si supiera lo que me preguntaba al mismo tiempo que me mostraba el cuchillo.

VIVIENDO CON MI HERMANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora