VIVIENDO CON MI HERMANO

Capítulo 4

Abri la  puerta y un chico realmente atractivo se encontraba enfrente de mi.

Que estas diciendo Alisson, tú tienes novio.

Volví a la realidad sabiendo que mi conciencia tenía razón.

Claro que tengo razón.

Ya Callate.

-hola, vine por unos cuadernos que George me va a prestar.

-si, claro- dio un paso enfrente con la intención de pasar pero le cerré la puerta en la cara escuchando un quejido de su parte.

Tome los cuadernos, abrí la puerta y se los entregue.

-¿gracias?

-de nada- sonreí y volví a cerrar la puerta.

Ya pasaban las siete de la noche cuando los chicos llegaron, me dieron mis cosas y lo demás lo guardaron en el refrigerador y en la alacena, cenamos para después irnos a la cama.

*********

Ya era vienes por la tarde, los tontos no fueron a la escuela ya que se quedaron dormidos.

Estamos arreglando las cosas para la fiesta que van a dar, según ellos solo vendrán pocas personas a la casa, terminamos de acomodar la botana en la mesa y unas cuantas bebidas en la barra, la cerveza como era de costumbre para mi hermano los invitados la traían.

Pedimos unas pizzas para comer ya que aún faltaba una hora para que comenzará todo.

Solo espero y no se salga nada de control. Mi hermano me dijo que nadie del instituto sabía que tenía una hermana-al principio no podía creer que me negara, pero según el no le veía el cazo porque ni siquiera nos veíamos seguido- por lo que  estar aquí en la fiesta me tomarán como una más de ellos.

Subí a mi recamara para bañarme, me coloque un vestido negro, zapatilla del mismo color y un collar color rojo deje mi cabello suelto y me maquille solo un poco.

Cuando baje Ed. Y George se negaban en que me quedara vestida así, me dijeron que todos me comerán con la mirada y me faltarían al respeto y como aún estaba un poco ofendida por no decir que tenía hermana les conteste.

-y quien son ustedes para decirme que ponerme o que no- Eduardo iba a contestar pero lo interrumpí-que yo recuerde solo soy una invitada más.

Se quedaron en silencio por un momento y cuando iban a hablar el timbre de la casa sonó-salvada por la campana-.

Cuando menos lo espere la casa estaba llena, no le cabía ningún alma más en las escaleras había parejas besándose y otras prácticamente teniendo sexo ahí.

Me metí a bailar en la pista-sala - junto con Ed. y George- Nunca me dejaron sola- me gusta mucho estar con ellos han cambiado tanto, cuando estábamos chicos no sabían ni moverse un poco parecían troncos, no como ahora.

Deje a ese par en la pista de baile y fui por un poco de agua a la cocina, al entrar ahí estaba el chico de ayer, pase por su lado y este tomó mi brazo.

-Nos volvemos a encontrar preciosa-dijo con una sonrisa.

-y tu eres- me hice la desorientada- o cierto el tonto que vino ayer-el solo frunció el ceño.

-si, vine ayer y no, no soy un tonto-se acerco y yo di un paso atrás.

-pues parece-sonreí- mira que acercarte a mi sin medir las concecuencias de eso.

-Piensas que Lalo se va a enojar por acercarme a otra de sus conquistas de una noche.

Y eso fue lo que ocaciono  que mi mano quedara marcada en su mejilla por la cachetada que le dí.