9:30 am.
Al despertar lo primero que miré fue el lugar de Drew solo.
Verdaderamente creí que Josh si me amaba, llegué hasta un punto en el que creí estar enamorándome de él, pero mis sentimientos están fuera de lugar.
Tengo miedo de que llegue a mirarlo más a fondo, como alguien que marque mi vida.
El plan que tengo contra él, es bueno pero y si algo sale mal? Que haremos.
No dejaré que jueguen conmigo y menos para hacerle daño a Drew.
Después de unas horas decidí marcarle a Josh para quedar en algún lugar.
—Hola preciosa. —responde enseguida.
—Hola Josh.
—¿Que es lo que deseas?
—Hablar contigo.
—¿Dónde te veo?
—Esperame en la esquina de mi casa en 20 minutos.
—Bien, adiós linda.
Terminó la llamada.
Ahora sólo queda arreglarme para verme con ese estúpido. Voy a darme un baño rápido, me visto lo más cómoda posible y salgo de casa.
Mi barriga está enorme, me canso aveces de caminar mucho y mis pechos ni se diga.
Ya casi llego a la esquina donde ya alcanzo a ver la motocicleta de Josh.
Al dar la vuelta lo miré recargado en la pared, se veía muy apuesto, el cabello semi despeinado le quedaba bastante bien.
—Perdón por demorar tanto —digo mientras acaricio mi barriga.
—Caminaste muy poco y estás que mueres de cansancio? —dice un poco burlón.
—¿Acaso quieres cargar a dos bebés en tu barriga por estos meses que me quedan? —respondo molesta.
—Jajaja no me hagas caso, luces hermosa con esa enorme barriga.
—Que gracioso. —cruzo mis brazos haciendo una pequeña mueca.
—Lo siento —se acerca a mi y me abraza.
—Vámonos de aquí, llevame a otro lugar, quieres?
—Está bien, te ayudaré a subir.
Ayuda a subirme con cuidado a la moto, me pongo el casco y me aferro mucho a él para no caerme.
Me llevó a una casa que está a las orillas de la ciudad, era una cabaña en medio de mucho pastizal, había flores de muchos colores y tipos.
Entramos y era muy cómoda, el aire se respiraba puro y me sentía tranquila.
—¿Te agrada? —dice Josh mientras se dejaba caer en un sofá gigante.
—Es muy agradable —le sonrío.
—Ven conmigo —dice haciéndome señas.
Me siento a un lado de con él quedando en la esquina del sofá, era bastante cómodo.
Josh estaba acariciando mi barriga, lo miraba entretenido, en sus ojos reflejaba algo más pero no podía saber que era.
—Quisiera estar cuándo ellos nazcan.
—Drew estará conmigo porque él es el padre.
—Lo se, lo se.
—Podrás ir a verlos al hospital si quieres.
—Claro que iré.
No pude evitar reír un poco al ver su rostro molesto.
—Ven, vamos a mi recámara. —se levanta de su lugar y me toma de la mano.
—Está bien —me levanto y lo sigo.
Entramos a una enorme recámara, con un ventanal gigante donde se veía todo el campo, la cama era igual de enorme, sin importar que me dijera, me acosté en la cama, quedé entre muchos cojines blancos y grises.
—Quédate hoy conmigo. —dijo sin decir más.
Guardé silencio por unos momentos, no sabía que decir, no se que opine Drew, es mejor que le avise antes de que él sepa algo que no sea..
—Dejame avisarle a mis padres aunque sea.
—Claro que sí, lo que tu quieras! —dice con aquella felicidad.
Salgo de la casa y me quedo un poco lejos para que Josh no escuche lo que diré. Le marcaré a Drew para avisarle.
—Hola cariño. —responde rápido Drew.
—Mi amor, dónde estás?
—Sigo en mi trabajo y tu dónde estás?
—Cariño, estoy en casa de Drew, en la otra, quiere que me quede con él hoy, le dije que le avisaría a mis padres, que hago? —digo nerviosa por lo que me dirá Drew.
—Está bien mi vida, sólo te pido que se cuiden mucho y cualquier cosa me hablas, si?
—Okey, entonces le hablaré a mis padres para decirles que estaré con una amiga.
—Bien, te amo mucho gorda. —dijo riendo un poco al decir la última palabra.
—Te amo, apestoso. —respondo riendo y terminando la llamada.
Por último le aviso a mi madre y regreso con Josh.
—Todo bien?
—Si, todo bien, sólo que mi madre ya sabes, no me creía al principio.
—Está bien, quieres comer algo?
—Tenemos mucha hambre —señalo mi barriga.
—Jajaja tenemos más invitados? —sonríe ampliamente.
—¿Qué es lo que vez?
—A una chica hermosa.
Después de comer, jugamos un rato videojuegos, luego fui a darme un ducha.
La bañera está enorme, es color turquesa, la lleno de agua tibia, un poco de aromatizantes y shampoo.
Antes de dejar mi celular en cualquier lado, eliminé todas las llamadas y mensajes que tenía por si a Josh se le ocurre ver lo que tengo.
Me desvestí y entre a la bañera, el agua estaba en su punto, me relajé mucho, miraba mi cuerpo y noté más cambios.
Mi trasero aumentó un poco, mis pechos ni se diga, las estrías estaban despareciendo, eso era extraño.
Se abre la puerta y era Josh desnudo.
Cubrí mi cara y no pude evitar sonrojarme.
—Que es lo que haces? —respondo nerviosa.
—Entrar en la bañera contigo —camina hacia la bañera.
—¿Podrias ponerte un bóxer? —me siento incómoda.
—¿Puedes moverte hacia adelante? —dijo a punto de entrar a la bañera.
Hice lo que me dijo, él se sentó detrás mío y me pidió que me recargara en él.
—No estés nerviosa —ríe leve.
—Esta bien.
Sentía su corazón latir rápido y el mio estaba igual. Pasó una mano por mi hombro izquierdo, luego la dejó de lado de mi barriga.
—Te deseo tanto, pero no quiero que huyas de mí sólo por culpa de un deseo —suspira hondo.
—También lo deseo —las palabras salieron de mi boca como un pensamiento que marcará este momento..
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El diario de una adolescente.
Teen FictionNatalia Thompson, una chica de buen corazón pero muy confundida con respecto a lo que siente.