El diario de una adolescente.

Estrellas (Capítulo 40)

Mis palabras salieron de mi boca sin razón alguna. No tengo algún sentimiento de culpa..
—Los dos queremos..
—Sí —Me doy la vuelta, quedando los dos de frente.
Su cara estaba ardiendo, sus ojos llenos de deseo, sus labios tan suaves.
Tomó mi cara entre sus manos y me besó, sin dudar lo seguí.
Sólo escuchaba el agua caer al piso, por los movimientos tan bruscos que hacíamos.
Acaricié con suavidad su espalda, recorriendo cada parte con mis manos, besando su cuello, estaba cómoda, me sentí entre estrellas, me dejé llevar por el momento del deseo.
Él acariciaba con suavidad mi cintura
,las piernas, mis pechos, cada parte del cuerpo.
Me sentí amada de nuevo, nos conectamos e hicimos una química fascinante, dos almas amándose.
Al entrar en mí, sentí algo distinto, algo que Drew dejó de hacerme sentir..Ya no eran simples orgasmos, era algo diferente, no se que sea, amor no lo creo, sólo dejamos que esto fluyera.
Salimos de la bañera para poder ir a la cama, no paramos esa noche, no me sentía exhausta, me dejaba con ganas de más.
—Porque no te conocí antes que él. —dice mientras acariciaba mi cabello.
—No lo sé, por algo será.
—Sólo te quiero para mí.
—No juegues conmigo. — respondo llorando.
Él solo me mira sorprendido y a la vez confundido, me abrazó por detrás, pasó sus manos por mi barriga, dejando castos besos por mi cuello.
—Crees que jugaría contigo para luego irme? No lo haría y menos contigo. —responde cerca de mi oído.
—Ya no se en que creer.
—No creas en nada, ni en mí entonces. —dice mientras se aleja de mi fríamente.
Al ver que se alejaba, mis ojos se abrieron como platos, lo miré rápidamente unos instantes y mi pecho se sentía vacío.
—¡Regresa! —grité como si estuviera sola, mis lágrimas no dejaban de caer, no entendía el porque estaba así.
Él fue rápidamente a mi lado, me atrapó en sus brazos dejándome encima suyo.
—Las veces que me pidas que regrese, estaré como idiota detrás tuyo, lo siento.
—Estaré frecuentemente diciéndote que vengas a mi.
Tocó mis mejillas y me besó, dejándome sin palabra alguna, el resto de la noche seguimos conectando ese cariño tan confuso que me vuelve loca desde que me besó por primera vez.
Tengo el corazón partido en tres, Drew, mis hijos y Josh..