Querido Diario.
10:30 am.
Hoy dan de alta a Drew del hospital, se encuentra mucho mejor aunque con dolor todavía.
Estoy esperando a que el doctor llegue para poder irnos.
—Porqué tarda tanto? —dice Drew desesperado.
—Debe estar ocupado —digo tratando de calmarlo.
—Quiero irme rápido —dice Drew.
Después de unos minutos, el doctor llega; habla con Sandra y nos fuimos.
Llegamos a un restaurante porque traíamos bastante hambre.
Ordené una pizza pequeña con una orden de Espagueti y papas fritas, Sandra pidió lo mismo pero sólo la pizza con papas fritas, Drew ordenó un sándwich, huevos fritos con tocino y pan con mantequilla.
—Creo que te a dado mucho apetito hija —dice Sandra sonriendo.
—Lo crees? Yo me siento con el mismo apetito —la miro sorprendida.
—Estás engordando —dice Drew con comida en la boca.
—Insinúan mi sobrepeso? —los miro indignada pero no pude evitar reír.
—Te vez bonita así rellenita cariño— dice Sandra riendo leve.
—Tu trasero se ve muy grande —dice Drew sarcásticamente.
—El tuyo es peor, verdad Sandra —digo mirando a Sandra para que me siguiera la corriente.
—De bebé las tenias muy esponjosas, un poco más como las de Nat —dice Sandra soltando una carcajada.
—Basta! Jajaja —digo riendo y tratando de comer.
Estábamos muy tranquilos comiendo y platicando que ni cuenta me di que un sujeto del fondo nos observaba.
Miré disimuladamente al hombre y era un chico como de mi edad.
Mismas facciones, cabello, piel, vestimenta; Josh.
Cómo nos encontraría?
—Iré al baño, en un momento regreso— digo mientras camino tranquila al baño.
Como lo imaginé, me siguió al baño.
—Que demonios haces aquí? —dice Josh enojado.
—Más bien, tú que haces aquí?—digo mirándolo con enojo.
—Acabo de llegar y te veo muy feliz con esa gente, no me agradan ellos.
—Es mi novio y mi suegra, que te molesta? Nada —digo enfurecida.
—Eres mía, él no te merece, entiendeme —dice tratando de abrazarme pero lo evito.
—Tú entiende que no quiero nada contigo y que amo a Drew, por favor vete de aquí —digo suplicando con lágrimas en los ojos.
Él sólo me mira y se acerca a mi rostro, me quedé paralizada, quería moverme pero no podía..
—Sólo un beso —dice susurrándome al oído.
—No puedo —digo entre susurros.
Toma mi cara entre sus manos y me besa.
Mis sentidos estaban alterados, mi corazón latía a todo lo que daba..
Me separé lo más rápido que pude y me fuí pero esta vez despacio, no podía mirar detrás de mí..
Regresé y me estaban esperando ya para irnos.
En todo el camino iba seria, no dije ni una sola palabra pero no me dijeron nada.
Llegamos a casa, subí al baño, llené la tina de agua caliente, me quedé buen rato en el agua dándome masajes en la barriga.
Tocaron la puerta.
—Puedo? —dice Drew entrando.
—Pasa —digo volviendo la mirada a mis piernas pálidas.
—Sucede algo? Estás muy callada —dice preocupado.
—Han pasado varias cosas y no estaba preparada.
—Porque no hablas conmigo? Ten la confianza de platicarme, no te quedes callada —dice con cierto enojo.
—Lo siento mucho —mis ojos se llenan de lágrimas.
Se sienta de lado de la tina con cuidado y me abraza.
—Te amo mucho, sólo quiero que te sientas bien, si hago algo mal, dímelo.
—Te amo —no pude evitar llorar y lo abracé.
No quiero hacerle daño, ni a mi bebé, ni a nadie que me rodeé.
Después de algunas horas despierto por culpa del frío, la ventana estaba abierta, me levanté a cerrarla y regresé a la cama con Drew.
Acaricio mi pequeña barriga, no puedo esperar a mañana..
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El diario de una adolescente.
Teen FictionNatalia Thompson, una chica de buen corazón pero muy confundida con respecto a lo que siente.