Mamá me ayudo al arreglarme para no verme como zombie recién levantado.
Me prestó un vestido color coral y unas zapatillas blancas, ella se vistió con un vestido largo color rojo pasión y zapatillas negras.
Bajamos y papá se quedó boquiabierto al vernos. Me abrazó y me presentó a unos empresarios.
Me llamó la atención un chico que me observaba desde el sofá, me acerqué para saludarlo.
—Hola!
—Hey...— tenía la cabeza agachada y no pude ver su rostro.
—Necesitas algo? Una bebida? O un bocadillo?
—No gracias — dijo algo nervioso.
Me senté a su lado porque los tacones me cansaron un poco.
Giró su cabeza y me miró de reojo. Se puso coloradismo cuando lo miré observándome.
—Oh disculpa, pero..
—Tranquilo no pasa nada— dije con tranquilidad
—Es que te vez hermosa.
Se levantó y giró por completo su cuerpo hacia el mío, miré bien su rostro.
Era de piel clara, tenía unas hermosas pestañas, unos ojos de color agua cristalina. Sentía como me iba en ellos, me di cuenta que sus labios se acercaban a los mios y me retiré rápido.
Nunca le seria infiel a mi novio porque en verdad lo amo.
—Disculpa, No se que pasó, en verdad disculpa..
Me levanté y fui hacia la cocina con mamá, desde lejos sentía su mirada posada en mi, maldición este chico no me dejaba.
Cuándo por fin se acabó todo subí a mi cuarto, me puse la pijama, le di de cenar a Michael, lo cambié y lo acosté.
Me puse los auriculares, música y estaba terminando mis tareas. Cuándo acabé, le di un beso de buenas noches a Michael, lo cobijé muy bien.
Ah dormir se ah dicho, porque mañana hay colegio agh.
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El diario de una adolescente.
Teen FictionNatalia Thompson, una chica de buen corazón pero muy confundida con respecto a lo que siente.