Mareo

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Comencé mi actuacion,con la ayuda de Sergio un chico que va detrás de mi desesperado, es que soy irresistible, el me consiguió información sobre ese Samuel culito rico ,sabia que ahora tendría libre ,me salte una clase y vi como iba hacia la fuente, me adelante e hice que el se fijara en mi y tanto qué se fijo, se le iban a salir sus ojos de las órbitas mirando mis pechos. Me presente y el también, saco su mano pero yo ni corta ni perezosa me acerqué y lo bese en la mejilla, rozando su boca. Le mentí, el bobo parece que me creyó y me agarre a el.
-Creo qué me voy a caer-dije cerrando mis ojos. 
-El me agarró de la cintura con sus fuertes brazos-Ey,no-dijo nervioso.
-Apoye mi cabeza en su pecho, su fragancia era vulgar pero su olor corporal era increíble-Necesito sentarme.

Acompañe a esa mujer, era extraña pero no podía dejar de mirarla, era demasiado bella, la ayude y la senté en un banco. 
-Te encuentras mejor?-pregunté mientras le hacia aire con un libro.
-Si-me miró con esos ojos -gracias Samuel-me sonrió- eres un cielo. 
-Mire mi reloj-Me tengo qué ir.
-No-dijo tambaleándose.
-Te encuentras mal?-dije preocupado-creo que es mejor que te vea un médico. 
-No, no quiero médicos, yo se que se me pasa-la mire-eres tu ,que me tienes asombrada-la mire extrañado-no, no es eso-se rio- son bajadas de azúcar, con un refresco se me pasa.
-Ahora te traigo uno.
-No, mejor vamos y nos lo tomamos juntos. 
-Pero yo tengo clase.
-Es verdad-me miro apenada- perdón por molestarte.
-No me has molestado-la mire- ven te invito a un refresco-se levantó y se tambaleo, la agarre y quedaron nuestras bocas muy cerca.

Fuimos al bar de la facultad,nos sentamos y pedí dos refrescos, Andrea me sonrió cuando se lo entregue.
-Gracias Samuel-dijo mirandome,esa mujer me ponía nervioso,bebió- ya me encuentro mejor.
-Me alegro, sabes si tienes ese problema será mejor que lleves un sobre de azúcar. 
-Si lo llevo pero me deje el bolso en clase.
-Volví a mirar el reloj-Ahora si me tengo que ir.
-Claro, gracias.
-Cuídate-me iba cuando me llamo.
-Samuel-me gire-te quería invitar a una fiesta que hago en mi casa-la mire extrañado-no mal pienses, es que me has caído bien y bueno me gustaría conocerte y quien sabe si ser amigos. 
-Yo no soy muy de fiestas-dije-pero gracias. 
-Vas a decir qué no a mi invitación?-se puso triste.
-La mire-Yo no soy de su estatus social.
-A mi eso no me importa-se levanto y se acerco a mi- me has caído muy bien, solo habrán unos amigos. 
-Esta bien-dije sin pensar pero esa mirada me hacía perder el oremus.
-Este es mi número-dijo apuntándolo en una servilleta-y mi dirección ,te espero el sábado a las cinco, por cierto que no se te olvide el bañador-se acerco y volvió a besarme en la mejilla-chao Samuel-dijo yéndose.

Esa mujer me tenia desconcertado, volví a las clases.

Lo consegui,Samuel caerá en mis redes en menos de lo que pienso, volví a las clases y pensé como lo iba hacer.

Regresé a casa después de la universidad y de trabajar, en mi casa estaba Sandra con mi madre.
-Hola mi amor- se acercó y me beso en la boca.
-Sandra que alegría-la agarre por detrás y la abrace-como te fueron los exámenes?
-Me miro extrañada-De donde vienes?-dijo seria.
-De trabajar, a que viene esa pregunta?-dije extrañado.
-Hueles a perfume de mujer-dijo separándose de mi- me engañas?
-No-me acerque a ella-solo que una compañera de facultad se encontró mal y bueno la ayude.
-Y tan cerca la tuviste?-dijo levantado los ojos.
-Sandra estaba mareada, ya ,no seas celosa tu eres la única mujer qué me importa-me acerque y bese sus labios.

Llegue a casa, las clases eran aburridas, no me gustaba la administración pero mi papa me obligó, tenia que hacerle caso, me amenazo con quitarme las tarjetas y eso no, me sacrificaria.Hable con mi madre para hacer una pequeña reunión con mis amigos, acepto pero me dijo que me portara bien por que ella se iba de viaje a donde estaba mi papa.

Sandra se quedo a cenar y me  acosté ,me acorde de Andrea ,esa mujer era impresionante, bella muy bella y risueña.

Invité a unos amigos, como a cincuenta, amenace a Nieves para qué no le contara a mi mamá, estaba en mi habitación arreglándome cuando entro Soledad,a ella la adoraba, era mi segunda mamá o mas bien la primera porque ella fue la que me cuido cuando estaba enferma.
-Mi pequeña qué le dijiste a Nieves-dijo Soledad seria-llego llorando.
-Ya te fue con el chisme-dije enfadada-pero me va a conocer-dije levantándome.
-La que no te reconoce soy yo-dijo cogiendo una fotografía mía de pequeña-donde esta la niña dulce y amable.
-Sigue aquí-dije abriendo los brazos.
-No mi pequeña, tus padres por su ausencia te han consentido mucho dandote todos los caprichos, se sentían mal y así pensaban que recompensaban su ausencia. 
-Nunca he estado sola-la abrace de lado- tu siempre has estado conmigo. 
-Y siempre voy a estar,porfavor no fastidies a Nieves-dijo Soledad seria.
-Esta bien-bese a Soledad-te quiero nana.

Baje a revisar que estaba todo preparado, llegó Barby.
-Hola amiga-dijo dándome dos besos-esta todo espectacular.
-Esto no es nada-dije sonriendo-te espera una sorpresa.
-Que?
-Adivina a quien invite.
-No me digas que a Nicolás. 
-No, ese no, invite a Samuel-sonreí.
-Que Samuel?
-Eres cabeza hueca, tienes la memoria de Dori -me reí.
-Deja de burlarte de mi, no se quien es.
-Nuestro nuevo juego, el chico del culo apretadito-mordí mi labio inferior pensando en ese culo-y los labios gorditos.
-Ya lo conoces-dijo impresionada.
-Ay amiga parece mentira qué no me conozcas, ese va a caer redondito a mi.

Mentí a mi madre y a Sandra, les dije que iba a estudiar a la biblioteca y no fue asi,cogi mi moto y fui a casa de Andrea, estaba nervioso, esa mujer me provocaba mucho, camine hasta su casa, no era una casa, era una mansion,llame y me abrió una muchacha ,entre y me indico la zona de la piscina,salí y vi a mucha gente pero no la vi a ella,de repente note que alguien toco mi hombro, me gire y la vi, era ella con un bikini diminuto no pude evitar mirarla,tenía un cuerpo espectacular.
-Viniste-dijo dándome dos besos.
-Si-dije sin dejar de mirarla-perdón es que se me hizo tarde.
-No importa, mira-dijo señalando-ahí tienes para cambiarte.
-Perfecto-dije sin poder dejar de mirarla.
-Mientras te traigo un coctel-dijo acariciando mi mejilla.

Entre y me cambie, estaba muy nervioso, esa mujer me hacia que no supiera reaccionar y eso no me gustaba, salí y la vi con dos copas, se acerco a mi y me la ofreció, iba a decirme algo cuando un tipo corrio a su lado y choco con ella, se desequilibrio y la cogí para evitar que se cayera, la acerqué a mi cuerpo,algo dentro de mi reaccionó era una sensación nunca conocida,nuestras miradas de encontraron ella se acerco más a mi y sin tiempo a reaccionar me beso.

El juego del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora