Te tengo.

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Era un día cualquiera... Aria se encontraba sentada en el sillón de su departamento, es temprano sabía que sus compañeras de piso no se levantarían hasta más tarde por lo que podría tener un poco de tranquilidad.

Cambiaba tranquilamente los canales, no encontraba algo bueno que ver. Fue cuando una puerta se escucho abrirse y unos pasos acercarse lentamente.

-Aria...- una suave y a dormilada voz sonó. -Buenos.... a días..-dijo entre un bostezo.

Pero Aría no saludó a su compañera, la ignoraba como siempre.

-Tengo hambre..- dijo y fue a la cocina.

Aria siguió con lo suyo, como si la chica no se hubiera levantado o no la hubiera escuchado, pero el ruido de un cristal al romperse la hizo levantarse.

-Demonios..- dijo y camino con el ceño fruncido a la cocina.- ¿Qué hiciste Sonata?- pregunto y vio a la chica agachada juntando con sus manos los pedazos de cristal.

-Lo siento Aria, se me resbaló el vaso, pero no te preocupes ya lo estoy rejuntando. - dijo sin ver a la chica.

- Te vas a cortar si lo juntas asi. - dijo Aria caminando hacia una de las esquinas de cocina para tomar el recogedor y la escoba. - tom- pero callo al ver a Sonata sostener su cabeza mientras tenia los ojos cerrados.

No sabía la razón pero sintió una gran preocupación por la chica. Se acerco a ella solo para percatarse de que la menor tenia su rostro rojo.

-Creo que te acabas de resfriar. -dijo la más grande mientras sentía la temperatura de la chica con su mano. -Sera mejor que te vayas a dormir.

-Pero tengo hambre. -se quejó la más pequeña mientras agitaba débilmente sus brazos.

-ve a la cama, yo te llevaré algo de comer. -dijo la mayor consiguiendo que la chica aceptara.

Pero apenas la chica volvió a ponerse de pie se tambaleo cayendo hacia atrás.

-Sonata. -habló Aria acercándose a la chica quien ahora se encontraba en el suelo tirada.

-Estoy bien. -dijo rápidamente sonriendo. -solo me sentí un poco mareada. -continuó mientras se ponía de pie con la ayuda de Aria. -Gracias.

La mayor no dijo nada y llevó a Sonata a su habitación, eso si no quería que la torpe volviera a caer o rompiera algo en el camino.

Una vez que la chica se encontraba recostada en la cama, Aria se encaminó hacia la cocina.
Realmente lo suyo no era cocinar, de hecho ella se consideraba un peligro en la cocina. Pero si quería alimentar a la chica debía dar lo mejor..

-Bien.. ¿Que se le da a una persona enferma? -se preguntó la chica mientras revisaba el refrigerador en busca de algo. -sopa? -se preguntó pero rápidamente se acordó de que a ella se le quemaba hasta el agua..

Tal vez depender tanto de su gema para conseguir lo que quería la había vuelto un poco inútil.

-Perfecto, hasta Sonata puede hacer algo tan simple como cocinar... Pero yo no. -se regaño mientras tomaba un vaso y algo de leche, tomó algunos plátanos y los colocó en una licuadora, hasta ella podía hacer un simple batido.

-Buenos días.. -la voz de Adagio la sacó de su concentración haciendo que volteara a verla. -¿Haciendo el desayuno? -pregunto un tanto sorprendida. -Eso si que es extraño. -dijo soltando un pequeño bostezo.

-Sonata se enfermo. -comentó la chica volviendo a su labor.

-Otra vez? -pregunto la de los rizos un tanto preocupada.

One-shot2 |yuri Mlp|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora