Aquellas mentiras.

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-Oh Romeo Romeo donde estas que no te veo.- dijo una joven.

-Sunset no te ayudare con tu estúpida obra.-dijo una chica con un gran gorro de mago.

-Vamos Trixie. - dijo Sunset poniendo una de sus manos en su cintura.-Yo te ayude en tu obra.- dijo recordando ese dia.

-En primera, la gran y poderosa Trixie no ocupaba tu ayuda y en segunda teníamos 6 años y Trixie era el arbol No4.- dijo.

-Pero el mejor árbol gracias a mi ayuda.-dijo con una sonrisa.

Aquellas dos chicas eran amigas desde la primaria, bueno.... amienemigas.

Tenían una buena relación y se apoyaban mutuamente, aunque iban a escuelas diferentes por cuestiones económicas. Sunset iba a una escuela privada mientras que Trixie iba a una escuela pública.

-Lo siento pero Trixie tiene otra cosa que hacer. -dijo y camino alejándose de su amiga.

Sunset suspiró sabia lo que haria Trixie, y lo odiaba. ¿Por que tenia que trabajar a su edad?

Si, Trixie era económicamente inferior a ella, incluso podria decirse que era clase baja. Claro que Sunset se había ofrecido a apoyar económicamente a la peli-blanca pero esta se negó por orgullo.

¿Porqué le era tan difícil a la peli-blanca aceptar el dinero? Se conocían desde hace ya muchos años, no eran desconocidas, sabían todo la una de la otra, sabian sus miedos e inseguridades, así como sabian sus gustos e ilusiones.

-Trixie idiota.- murmuró la peli roja mientras se sentaba un la banca del parque en el cual se encontraba.

Tomó nuevamente aquel libreto de la obra a la que audicionaria y comenzó a leerlo.

Realmente no quería hacer el papel de Julieta, pero no podía negarse luego de que el profesor, literalmente, le rogara que tomara el papel.

-Tal vez esto fue una mala idea. -se dijo cerrando sus ojos en derrota.

Lo que más odiaba en ese momento no era la obra en si, sino a la co-estrella que interpretaría a Romeo. Uno de los chicos más deseados por todas las chicas de su escuela, miembro de una banda no tan mediocre gracias al dinero de sus padres ricos, Brawly Beast

La persona que más odiaba en toda su vida.

No soportaba ni siquiera verlo en pintura, odiaba a ese idiota por lo que le había hecho, no podía perdonarlo y sabía perfectamente que jamás lo haría.

-Esto es estúpido. -dijo levantándose finalmente de la banca y caminando hacia su auto y si, su papá se lo regalo. Algo más por lo que se odiaba ella misma.

...........

En otro lado de la ciudad, Trixie se encontraba atendiendo a unos clientes en el restaurante en el cual trabajaba medio turno, el salario era bueno, aunque tratar con los clientes era algo que realmente no le gustaba mucho.

Había mucho ruido, por parte de los niños, las señoras chismosas y lo que más odiaba era a los hombres que intentaban sobrepasarse con ella.

-Hey linda, no quieres ganar más dinero de lo que ganas en la semana? -pregunto un hombre de traje.

Se notaba que trabajaba en una empresa de algo de prestigio, Trixie se hizo muy buena reconociendo y analizando a sus clientes. El hombre por lo que se notaba era casado por el anillo en su mano, alrededor de 37 años y por lo visto un asqueroso infiel y fumador por el olor a tabaco en su saco.

-No gracias, Trixie no está interesada. -dijo y comenzó a caminar, solo para ser detenida por el hombre nuevamente.

-Vamos, te daré más de lo que ganas en la semana. -dijo con una sonrisa arrogante y llena de lujuria. -Se que eres de esas chicas.

One-shot2 |yuri Mlp|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora