Amo Que Me Odies

Capítulo veintidós: ¡Me casaré!

—¡Estoy tan emocionada!— me gritó Van en la mañana a través de una llamada telefónica— ¡Y no es a mí a quien se le van a declarar!

—Shhhh... Vane, me estás poniendo más nerviosa— le dije mientras servía zumo de naranja en mi vaso.

—¿Nerviosa por qué?— preguntó Diana irrumpiendo en la cocina.

—Me tengo que ir, Van. No le he contado a Diana.

—Está bien, pequeña. Pero cuando regreses quiero que me llames y me des todos los detalles- reí y colgué.

Diana bostezó y me miró expectante.

—O hablas tú o hablo yo primero, también debo contarte algo importante— esbozó una gran sonrisa.

—Pues, creo que a partir de hoy Leo y yo estaremos juntos. Quiero decir, creo que me va a hacer esa pregunta...— No pude terminar porque Diana dio un grito ahogado.

—¡Es genial!— me abrazó— Él es tan lindo, Claire. Juntos se van a ver adorables, ¡y estarán perfectos para mi vals!

—¿Vals?— me sentía perdida— ¿Cuál vals, Diana?

—¡Me caso, prima! ¡Me caso!— comenzó a dar saltitos de alegría.

—¡¿Te casas?!— abrí mis ojos como platos— ¿Cuándo?, ¿con quién?

Mi prima entrecerró sus ojos.

—¡Con Dyl, tonta! ¿Con quién más?

Mi estómago tenía un nudo muy grueso. No me esperaba esta noticia.

—Pero... ¿cómo? No te puedes casar así como así, Diana. ¿Qué pasará con Rich? ¿Se irán de aquí?— mis ojos comenzaron a inundarse.

—Claire, te amo, y lo sabes. Pero tengo que seguir con mi vida, prima. No puedo seguir en esta casa molestándolos a ustedes— me dedicó una media sonrisa y acarició mi brazo— Creo que Dylan es el hombre correcto, y aunque me sorprendió que me pidiera matrimonio no puedo negar que he tenido en mi mente encontrar a un chico con el que vivir y formar una familia con Richard.

—Diana, tú no nos molestas. Yo te adoro y adoro a Richard. Hicieron que mi vida fuera un poco menos miserable luego de todo el asunto de Leo...

—Pero ya estás bien, ¿no es así? Además, el próximo año irás a la universidad y te aseguro que estarás tan feliz con ese chico tan guapo que ni te acordarás de nosotros— reímos juntas— Siempre estaré para ti, esté donde esté. Dylan me hace muy feliz, prima, y el hecho de que ame a Richard y Richard a él me hace más feliz aún.

Sequé algunas de las lágrimas que caían por mis mejillas. Mi prima era feliz y aunque los echaría mucho de menos, sabía que ella merecía una nueva vida, aunque fuera lejos de mí.

—¿Cuándo será la boda?— interrogué con una sonrisa en mis labios.

—¡En un mes!— la abracé lo más fuerte que pude.

—¡Felicidades! ¡¿Qué será de mí sin ti?!— reímos y lloramos a la vez.

—¡¿Se va a casar?!- Chloe hizo un frenazo cuando íbamos a mitad de camino dirigiéndonos a la escuela— Wow... ¡Es genial!

Yo aún agarraba con todas mis fuerzas el asiento en el que me encontraba.

—¡No era para que nos mataras, Chloe!— la fulminé con la mirada y ella continuó conduciendo— Quiere que seamos parte de su vals o algo así. Tú y Charlie.

—Awww... ¿en serio?— su mirada lucía muy emocionada— ¡Ya quiero que pase un mes entonces!

—Yo me conformo con que solo pase este día, solo para saber qué vendrá luego— mi corazón se aceleró nuevamente al divisar la escuela, en donde seguramente vería a Leo.