— ¿Yyyy...? ¿Qué pasó? — preguntó como un cachorro inocente.
La miré por dos segundos antes de lanzarme encima y agarrarla de su cuello con mi brazo.
— ¡Tu culpa! ¡Todo fue tu culpa, Cora Jessica Lion! — vociferé.
No estaba a favor de las agresiones físicas, pero había casos como ser traicionada por tu mejor amiga que si requerían fuerza física para hacerlas entender que no lo vuelvan a hacer.
— ¡Raven! ¡Me duele el cuello! — gritó — ¡Me lastimas!
— ¿Ah, si? ¡Que te duela más!
— ¡Lo siento! ¡Siento mucho empujarte e irme corriendo!
— Demasiado tarde, Cora. Por tu culpa llevo siendo acosada por Denzel desde ayer. Me deja notas en mi casillero diciéndo que debo ir con él. Ya lo rechacé más de cinco veces y él sigue insistiendo. ¡Me de ganas de mandarlo seriamente al demonio!
La solté de su cuello y empecé a quejarme del acoso de Denzel. Desde ayer en la mañana, a penas abrí mi casillero cayeron más de cinco papeles escritos «Di sí » había una que obviamente era de Ivan que decía «Di sí, bombón, o te daré unas fuertes nalgadas en ese trasero redondito y bien puesto ;) » Ese demonio pervertido. Arrugué todas las hojas y las bote a la basura. Después de eso, en la clase de Química, dentro de mi cuaderno de notas estaba escrito « No me hagas hacer algo que no quiero ». Genial, ahora habíamos pasado a notas amenazadoras.
Hay algo que no entendía. ¿Por qué yo?, el dilema de mi vida. Estaba ciento por ciento segura que si le pedía a otras chicas, ellas aceptarían sin pensarlo dos veces. Admito que estaba curiosa en saber en que fiesta sería, pero mis nervios al estar cerca de él me lo impedía. ¿Por qué no le pedía a Heather Monroe? Ella era como la chica más linda del instituto, era muy buena onda, a todos les caía bien . No era del estereotipo de rubia hueca. De hecho, si era rubia, buen cuerpo y ojos azules, pero era muy inteligente, porrista y siempre era muy amable con todos. Razón por la que absolutamente todos los hombres e incluso, algunas mujeres, querían estar con ella.
Yo no me consideraba tan linda como ella. Es decir, me sentía bien conmigo misma. No había necesidad de deprimirme. Era de altura alta, masomenos llegando al cuello de Denzel —¿Por qué tengo que meterlo en esto?—. Mis ojos eran cafés, cafés muy claros y mi cabello era rubio ceniza. Lo malo es que siempre estaba desordenado, ni lacio,ni ondulado, era una combinación de los dos, por lo cual era difícil peinarme en las mañanas. Mi contextura era gruesa.— Mucho Netflix y comida—. Exacto, por la cual hay siempre personas que se burlan de eso. Como ya dije, a veces duelen esos comentarios pero trato de sobrellebarlos.
Un pensamiento cruzó por mi mente. ¿Y si me pedía que lo acompañará porque era la única en cual me conocía desde pequeña? ¡Exacto! Yo era la única que lo conocía desde pequeño, además, sabía lo que pasó esa fatídica noche. No, descartamos esa idea. Todo el mundo sabía lo que tuvo que pasar el pequeño Denzel esa noche. Mi corazón se estrujó al recordar esa escena. El pobre niño en medio de todas esas patrullas mientras sacaban a su madre muerta en sábanas y su padre en esposas. Ahora que lo recuerdo bien, su ropa tenía manchas de sangre. Mi sangre se heló. ¿Hubiera sido capaz ese hombre de asesinarla en frente de su hijo?
Traté de alejar todas esas ideas de mi cabeza. Es que no cabía esa imagen en mi cerebro. Era tan inevitable sentir dolor por él. Yo no me creo tan fuerte como para vivir después de eso. A veces soy tan jodidamente débil y odiaba eso de mí.
— Oh, vamos, no creo que sea para tanto— la voz de Cora me sacó de mis cavilaciones. Justo en ese momento, me mandaron un mensaje. Abrí el correo y juro que casi se me salen los ojos al ver el mensaje.

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Al Acecho
Action' ¿Qué tan lejos puede llegar la obsesión de un hombre por una mujer? '