.Camorra.[C#2]

ROUND 19

Round 19

Farrelly

"... Entonces estaba yo metida en una pelea mas hardcore que el video del niño Jesús bailando el pasito perrón, y era totalmente estúpido porque nunca había querido cruzarme a la novia de Wolf, no es como si andará pendiente de una mujer tan, tan, tan... mejor olvidarlo, aunque admito que haberle golpeado su operada nariz valió toda la pena del mundo. No voy a permitir que nadie vuelva a ofenderme, lo prometí después de haber salido del psiquiátrico, nadie volverá a hacerme sentir mal, porque si no digo lo que siento, los ruidos me harán ruido toda la vida. Y yo ya no quiero volver a sentirme tan mierda.

Farrelly S. Dith."

Cerré mi diario y presté atención a Ciel que ya hace una hora me miraba impaciente por mi respuesta

— ¿Entonces? — repitió expectante

Que podría decirle más que una negativa obvia, no podía aceptar, seria mentirle, yo era muy mala en esto, no creía volver a hacerlo, no desde aquello, no despues de lo que paso.

—Yo no creo que pueda...

—Farrelly, por favor, yo estaré contigo, te ayudare en todo, podrás contar conmigo, seré tu apoyo siempre.

—No creo en la palabra "siempre", esas cosas son del diablo. En serio Ciel, lamento decirte esto pero no.

No podía hacerlo.

— ¿Puedes dejar de ser tan dramática? El pobre del divito te pide lo que cualquiera con al menos una neurona quisiera y lo estas rechazando sin siquiera pensarlo— pero si lo hacía, lo pensé muy bien y ahora mismo no tenía el valor suficiente como para hacerlo— ten pantalones Dith—gruño Laly— y si no lo haces por él, al menos hazlo por nosotras.

— ¿Y si se repite? La única que terminara mal seré yo.

—Si eso pasa estamos nosotras, para estar contigo pase lo que pase, así que acepta al divo de una vez por todas

Suspire profundamente y asentí.

—Está bien Ciel, cantare contigo en la fiesta.

—A veces dices que somos las reinas del drama, pero mírate a ti— corearon mis clones favoritos mientras me despeinaban.

El asunto ahora eran las clases de canto, yo no cantaba desde los diez años, y fue un desastre total, me dio pánico escénico y mi madre no dejo de intimidarme con eso durante meses, quizá por eso nunca volví a cantar delante de nadie, no conscientemente al menos, tampoco podía decir que cantaba mal, porque si tenía buena voz, sin practica pero afinaba muy bien, por eso Ciel me había arrastrado a todo esto, cantar en la fiesta de las gemelas como regalo de cumpleaños, cosa que era buena porque tampoco tenía dinero ahora mismo y me daba muchísima pena ir sin regalo, y menos pedirle a mi padre desaparecido, por otra parte estaba Dale, pero algo me decía que se gastaría lo suyo en el regalo de Laly y prefería que su regalo contara con toda su pequeña fortuna solo porque eso haría feliz a mi mejor amiga.

Mi reloj sonó justo cuando mi primera clase de canto iba empezar y eso me permitió huir, era gracioso como las cosas se volteaban y ahora el maestro seria Ciel, cuando siempre había sido al revés, ahora mismo me ponía a pensar en los buenos tiempos que fueron esos y en lo rápido que se habían ido, pero ahora no tenía ni tiempo para respirar, debía correr al consultorio de cierto doctor moribundo que a pesar de las advertencias aun seguía besándome ( ahora solo las mejillas y nariz), pero igual era muy incomodo.