Una chica de 15 años empieza a tener problemas y a sentirse mal por unos sucesos que se irán contando en la historia, Cómo los arreglará?
Es mi primera novela, así que espero que os guste mucho jejeje gracias por el apoyo si la lees!!
Hoy es finales de verano y hemos quedado en que Laura y Martita se vengan a dormir a mi casa, Laura parece demasiado nerviosa, no lo entiendo, nunca había estado tan entusiasmada por venir a mi casa, pero bueno... no sé.
El caso, estoy esperando a que Martita llegue, que, como siempre llega antes, pero me encanta por que podemos hablar de nuestras cosas y el tiempo se me pasa mas rápido con ella cerca (te quiero Martita <3). El caso, que estoy esperando supernerviosa a mi amada meja para jugar a algo y reírme un rato, que llevo un tiempo sin buenas tonterías...
Por fiiin!!- dije saltando hacia la puerta para abrir a Martita, ya que estaba en la puerta esperando a que la abriera.
-Aleluya! Por fin has llegado hermosaa- la dije casi gritando de la emocion mientras abría la puerta.
-Si!! Te echaba de menos desde el último día mejaa- me dijo con una sonrisa en la boca.
Estábamos esperando a Laura después de comer y ya tarde, cuando sonó el timbre, fuimos las dos hacia la puerta, pero no con el entusiasmo con el que íbamos de antes, íbamos andando y tranquilas mientras hablabamos. Llegamos a la puerta y Laura estaba esperando para que la abriéramos.
Después abierta, nos abraza a cada una, y a mi con mas fuerza que nunca, estoy flipando con ella, no se que la pasa conmigo, pero es muy raro... bueno, da igual, sigo. Como ya es casi de noche, estamos un rato haciendo el tonto con sus chaquetas, haciendo fotos y eso, y por fin decidimos acostarnos.
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Laura y yo nos metemos en la cama de abajo, por que teníamos planeado no dormir, y Martita se sube a la de arriba. Nos pasamos la noche hablando y haciendo el idiota, pero sin movernos de la cama. (Ejemplo de toda la noche: L:-patata- C:-pedo-)
Hubo momentos en los que mi madre, enfadada, venia a decirnos que nos calláramos, jeje, pero bueno. Laura seguía muy pegajosa conmigo, pero bueno, no le tomaba importancia. Se hizo ya por la mañana y nos levantamos, aunque llevábamos levantadas toda la noche, a desayunar, pero, como siempre, Laura no desayunó, y mientras Marta y yo comíamos como unas gochas, pero sin parar de reírnos.
Al irse las dos, mi madre me echo la bronca por no dejarla dormir y me dijo que Laura no vendría mas a dormir, cosa que me dio un poco igual, prefería a Martita, pues con Laura solo me abrazaba y se ponía melosa conmigo, pero bueno...
