—¡Te ves divina! —exageró el rubio teñido, a la vez que observaba de pies a cabeza a su amigo.
—¿Sí? Pues me siento como para darme un tiro —dijo Stradlin con un aire pesimista.
—Vamos, no te ves mal. Te aseguro que pareces una chica de verdad.
Y no, Duff no mentía; Izzy llevaba una falda negra algo ajustada que le llegaba arriba de las rodillas, unas zapatillas de piso del mismo color de la falda, una camisa grisácea abotonada como las que siempre usaba, solo que más entallada y un pequeño chaleco ajustado que hacía resaltar su busto de periódico y esponjas, ya que se abrochaba por debajo de este.
En cuanto a su rostro, el mismísimo bajista lo había maquillado; las extensas charlas con Vicky sí que lo habían ayudado. El maquillaje no era exagerado, era suficiente como para engañar a unos cuantos bobos en la calle.
—Bueno, hagamos esto de una vez —habló ahora el de la falda.
—Como usted ordené, mademoiselle — dijo McKagan burlándose.
Salieron de la casa cuidando que ninguno de los chicos los viera –lo cual fue un éxito– y una vez fuera, se dispusieron a caminar sin rumbo alguno. Durante el camino, Izzy no recibió atención, pasaba desapercibido, al parecer la gente estaba convencida de que se trataba de una chica cualquiera.
Luego de vagar por la ciudad por un rato, llegaron a un parque donde todo parecía muy tranquilo; hasta que el guitarrista rítmico divisó a alguien que se lo estaba comiendo con la mirada.
Sus ojos verdes habían estado fijos en él durante todo el tiempo que llevaban en el parque; no había hecho ningún movimiento que no fuera para enarcar una ceja o para dedicarle alguna sonrisa pícara.
—Duff, tenemos que irnos —dijo el más bajo asustado.
—¿Qué sucede?
—Sólo vámonos —dijo para levantarse y jalar al bajista del brazo, dándole la espalda al pelirrojo que los observaba.
—No entiendo por qué tan de repente quieres irte y no me das explicaciones —dijo el más alto un poco extrañado.
—Es que cierta zanahoria no me quita los ojos de encima —habló entre dientes, pero no se percató que no estaban solos.
—¿Me hablabas, preciosura? —se hizo presente el mencionado anteriormente, quien había escuchado la breve plática que habían tenido.
—No, creo que escuchaste mal- dijo Izzy modulando su voz pero sin que llegase a sonar fingida.
—Vamos linda, sé que estabas hablando de mí —contradijo a la "chica"—. Y es verdad, no te he quitado los ojos de encima porque realmente eres preciosa.
—Gracias, pero nos tenemos que ir —habló esta vez el rubio jalando a Stradlin de la mano.
—Espera, ¿Duff? —se sorprendió Rose.
—¡Ay, eras tú Axl, que sorpresa! —fingió el más alto.
—Duff, ¿acaso ella es tu novia?
—¿Qué dices?, claro que no, ella en realidad es Iz...
—Isabell, la prima de Duff, mucho gusto —interrumpió Izzy antes de que el mencionado lo delatara.
—Un gusto Isabell, yo soy Axl, y me has dejado maravillado con tu hermosura.
—Gracias, pero es cierto, me tengo que ir —habló apresurado y nervioso el pelinegro.
—Isabell se está quedando en la ciudad estos días, así que deberían de verse —dijo el bajista, a lo que el guitarrista le dedicó una mirada que suplicaba que se callara.
—Es una buena idea, solo si tú quieres —siguió el vocalista.
—Lo pensaré, gracias —dijo en un tono cortante.
—Bien, pídele mi número a tu primo si te decides.
—Seguro.
—Bien, hasta luego, linda.
—Un gusto —finalizó Izzy a la vez que se iba caminando a toda velocidad al lado de Duff.
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Para conquistar a una mujer
FanfictionPorque cuando te enamoras realmente, lo haces de algo más que de una cara bonita.