14.- Las mentiras quiebran.

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—¿Pelos de elote?

—Sí, ¿también te molesta que te llame así? —preguntó con enfado el pelinegro.

—No es eso.

—¡¿Entonces?! –ahora era Izzy quien se exasperaba.

—Es solo que Isabell es la única que me llamaba así —mencionó Axl con un tono mucho más calmado, e incluso con un poco de confusión.

En cuanto Jeff escuchó aquello, se sorprendió, había olvidado por completo los apodos que Isa le había puesto al vocalista; su boca se abrió ligeramente y sus mejillas se tornaron rojas por la sorpresa, una más colorada que la otra debido al golpe que Will le había propinado en esa zona, pero coloradas al fin y al cabo.

—¡Lo sabía! —interrumpió Rose aquel silencio— ¡Algo en mí me lo decía!

—¿Qué era lo que sabías? —preguntaba el guitarrista con una voz temblorosa.

—¡Que tú e Isabell si que se conocían!, por eso los nervios en la plática cuando Duff llegó contigo después de dejar a Isa.

—¡No es eso!

—¿Entonces qué es?, y más te vale darme una explicación creíble.

El pelinegro sentía una presión en su pecho; por una parte podía decirle a Axl que sí se había acostado con su chica, pero eso acarreaba perder toda esa confianza que le tenía. Aunque decirle la verdad tampoco era una opción muy agradable para Izz.

Tenía que decidirse rápido por una opción, solo podría tomar un camino, así que tragó saliva, reunió un valor inmenso que surgió de la nada y tomó una decisión.

—Axl, antes que nada, ¿tú amas a Isabell? —preguntó el menor sin saber bien cómo iniciar.

—Totalmente.

—¿Por qué?, digo, ella no es muy bonita.

—Tiene una belleza extraña, tal vez sus facciones no son las más suaves y dulces, pero más que nada siento que había cierta conexión con ella, cierta chispa que hace que todo acerca de ella sea fácil de amar.

—Vaya —dijo Stradlin, quien perdía cada vez más ese valor que había reunido.

—Espera —cayó en cuenta el pelirrojo— ¿esto qué tiene que ver con lo de que me llamaste pelos de elote?

—Tal vez el brillo del reloj del tipo de la otra mesa te lo recuerde, y tal vez esto también —soltó Izz al mismo tiempo que sacaba los lentes robados de Axl de uno de sus cajones.

—¿C-cómo es que tú...

—Estuve ahí —Stradlin interrumpió al de menor estatura.

—Espera, ¿qué?

Para conquistar a una mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora