13.- El incidente del vestido.

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Habían pasado ya varios días luego de que Isabell se fuera de la ciudad, y las cosas marchaban igual que antes de que la supuesta chica apareciera, o al menos eso era lo que Izz pensaba; sin embargo, nunca pudo prever aquel incidente.

—¡Puta madre!, ¿y mi planchita?— se quejó Rose a la vez que buscaba aquel objeto por todo su cuarto. —¿Dónde la dejé?.

El cuarto del vocalista estaba patas arriba, y todo porque su bendita plancha para el cabello no aparecía.

—¡Ay, como sea!, voy a tomar prestada la de Izzy— dijo una vez que se rindió de seguir buscando.

Entró sigilosamente a la recámara del ya mencionado y comenzó a buscar en sus cajones.

—Maldito suertudo— susurró a la vez que sacaba un sostén negro y una falda del mismo color que se encontraban entre la ropa de Jeff.

El pelirrojo siguió buscando en la cajonera sin éxito, encontrando únicamente ropa del guitarrista y una que otra prenda femenina. Al no encontrar nada, decidió que lo mejor sería buscar en el armario.

Dicho y hecho, comenzó a indagar en el closet, encontrándose con una pequeña bolsa con algunos polvos dentro, y no se trataba precisamente de polvos blancos, sino que de maquillaje. Axl prefirió no darle importancia.

Pero era obvio que había algo que no podía pasar por inadvertido; mientras removía la ropa, el cantante se encontró con un peculiar vestido, uno que ya había visto antes, uno que solo se lo había visto puesto a Isabell.

Rose comenzó a hacer sus propias conclusiones, recordó que también había sacado una falda negra idéntica a la que llevaba puesta Isa el día que se conocieron, recordó que había un sostén junto a dicha falda, y ahora se encontraba con el vestido entre las manos.

La sangre le hervía de coraje, su mandíbula estaba tan apretada que bien podría servir para triturar nueces. Poco a poco iba perdiendo la paciencia.

—¡Izzy hijo de puta Stradlin, ven acá de una buena vez!— gritó el pelirrojo para que el nombrado lo escuchara hasta la planta baja.

Al escuchar ese grito lleno de coraje, el pelinegro subió corriendo, buscó en la habitación del vocalista, y al no hallarlo, se dirigió a su propia recámara, donde su amigo de la infancia lo recibió tiernamente con un golpe en el pómulo derecho.

—¡¿Qué demonios te sucede, Rose?!

—¡Más bien tú dime, ¿qué demonios significa esto?!— espetó Rose mientras sostenía las prendas que había hallado.

—Pues, es ropa... ropa de, de mujer— contestó Stradlin nervioso al mismo tiempo que sobaba su pómulo golpeado.

—Eso lo sé, imbécil. A lo que me refiero es a que, ¿cómo llegó aquí?, maldita sea.

—Pues, verás, es difícil...

—¡Te acostaste con mi chica, ¿no es así?!— Gritó una vez más, perdiendo por completo la poca cordura que le quedaba.

—¡Claro que no!

—Mira que podré ser un idiota, pero estúpido no soy. Sé que tú e Isabell se acostaron.

—Te digo que no es así.

—"Nada más la conozco de vista" —dijo Axl imitando la rasposa voz del pelinegro— ¡Todo fue una mentira!— mencionó ahora con su tono de voz normal.

—Escúchame Axl, no es lo que parece...

—Ajá, y yo soy virgen —interrumpió al guitarrista con un comentario irónico.

—Pelos de elote, cállate por un momento y sólo escúchame.

—¿Pelos de elote?

Para conquistar a una mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora