Capítulo 25.

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Este capítulo fue escrito desde mi celular, así que desde ya pido disculpas por los errores de ortografía.

~

Frote mis manos en busca de calor, mire por la carretera buscando algún taxi que pudiera sacar mi trasero de este lugar pero fue estúpido, ni una alma pasaba por estos lugares.

Acelere el paso en busca de alguna tienda o parada de buses.

Ya las ganas de ir a la fiesta se me habían quitado, solo quería llegar a casa y dormir. Ya me empezaba a sentir un poco débil.

Un anciano paso en un camión y lo único que pude escuchar fue su asqueroso silbido.

- Pendejo de mierda. -Susurré.

No deseaba estar acá, no sé qué paso por mi mente al bajar del auto.

Eres muy estúpida, Claire.

Estábamos en la mitad de la nada y solo a mi se me ocurrió la grandísima idea de ser grosera y abandonar a Kaidan.

Kaidan... oh, estúpido y pendejo Kaidan que me abandona.

Al final decidí acelerar mi caminata y encontré una tienda, había uno que otro borracho, me senté en una de la sillas. Seguro Kaidan vendrá y salvará a esta hermosa chica.

Pasaron casi dos horas y el pendejo no aparecía; ya no va a venir. Fue lo único que me repetí.

Ya aburrida en mi puesto termine uniéndome a los borrachos, eran casi de mi edad. Me dieron trago, hablamos y hasta amigos nos volvimos.

- ¿Como te llamas? -pregunto el chico a mi lado.

- Pancha. -Mentí. Bien, me dieron alcohol pero no les iba a dar mi información personal.

- Que nombre tan... lindo. -Ahogo una sonrisa.

- Tranquilo amigo, puedes reír. Yo también lo odio, parece nombre de perro.

Cuando la luz del sol empezó a hacer su aparición decidimos alejarnos.

- Ven, Claire. -Me invito el mismo chico que se burló de mi "nombre"- por cierto, me llamo Harry.

- No me importa, me voy ya. Adiós.

Harry soltó una risa escalofriante.

- ¿Te vas? -Volvió a reír- te quedas, mejor dicho.

Me agarro del brazo y me pego a su torso, el olor a alcohol pego en mis fosas nasales y susurro en mi odio.

- Linda, vamos a disfrutar. -Me pego mas a su cuerpo- ¿Qué te parece?

Quería llorar, mi fuerza era nula ante su agarre. Sus amigos voltearon a verme y solo rieron.

- Debiste pensarlo antes de juntarte con nosotros -Hablo una rubia-, ¿Tu mami no te enseño a no hablar con extraños?

- Mi mami esta muerta. -Hice un puchero fingido- pero mi tío me enseñó esto.

Di un rodillazo en la entre pierna del chico, adolorido llevo sus manos y sobo.

- Maldita perra.

- Me lo dicen muchas veces.

Me reí y salí corriendo, aproveche que los otros se encontraban en un trance y me dio oportunidad de correr.

- Agarren a esa perra.

Me oculte entre los árboles, quería gritar y pedir ayuda, sin embargo, era estúpido.

Una lágrima recorrió mi mejilla.

- Ahí está. -Me alarme al escuchar nuevamente la voz de ese chico, era más cerca y los pasos eran rápidos.

Retome camino a no sé dónde y una mano agarro mi brazo, me tapo la boca y susurro en mi odio un "shh"

Por el reflejo vi el rostro de Kaidan.

- Vaya que eres estúpida -Hablo bajito en mi odio-, ¿No sabes quienes son ellos? -Negué- Bueno, yo tampoco.

Me llevo por el bosque hasta encontrar en auto de Kaidan estacionado en la carretera.

- Gracias -murmuré-, por salvarme.

Encendió el auto y por el retrovisor pude observar los chicos de hace unos minutos buscándome como locos.

- Nunca me fui, estuve estacionado en una esquina observando tu rostro de aburrido.

- Hubieras ido por mi.

- Quise hacerlo, pero de alguna manera lo mereces, ¿Sabes lo mucho que me preocupo ti? Lo único que haces es responder mal ante mis buenos actos -Suspiró.

Muy en el fondo sabia que Kaidan es una buena persona, que se preocupa por mi, vive pendiente de mis pasos y me protege. Sin embargo, no tenía los mismo sentimientos hacia él.

Cerré los ojos y conseguí caer en un sueño profundo.

(...)

- Llegamos -Aparco el auto- ¿Claire? -sacudió mi cuerpo.

- Quiero dormir, ¿Sabes cuanto sufrí corriendo como perra loca?

- Vamos.

Ugh.

Me baje del auto y mire mi hogar, una que otra luz estaba encendida.

- ¿Qué hora es?

- Hmm... -Observo su reloj- casi cuatro de la madrugada.

De una esquina apareció Alex y Emma.

- Pero miren quienes son, Claire y Kaidan -Hablo la zorrita- ya los extrañaba, ¿Disfrutaron su fiesta?

Ya empezaba a tener miedo, su tono de voz era duro y miraba con asco hacia nosotros.

- No fui -Hice un puchero.

- Agh, lastima -Llevo su mano a la parte trasera de su jean-. Nuestra fiesta apenas empieza, bienvenidos.

Apunto con una arma a mi cuerpo.

- A-Alex, debes detenerla. -El chico soltó una risa perversa.

- ¿Por qué? Este tipo de fiestas me encantan.

Mis hermanos salieron de la casa.

- ¡Maldita zorra loca, baja esa arma!

La sirenas de policía empezaban a sonar.

- No te equivoques, Emma -me acerqué- puedes arrepentirte el resto de tu vida.

- ¡No te acerques! -Apunto de nuevo.

- Dale linda, sin miedo. -Alex susurro en su odio, enrollo su mano en la cintura de la chica y dejo un casto beso en sus labios.

Si no tuviera el estómago vacío seguramente vomito en sus caras.

- ¿Cuál es la necesidad de hacer todo este show?

- ¡Estoy cansada de que esta maldita me humille! ¡me estresa que tienes a todo el puto mundo a tus pies!

Celos, era lo que sentía ella.

- ¿Qué me hace mejor que tu? -Lleve mi índice de modo pensativo hacía mi barbilla- Ah si, tal vez no soy una perra en celo.

- ¡Cállate! No juegues con fuego.

- ¡Dispara! No me da miedo morir, no tengo nada que perder -Alcé la manos- mientras este en el infierno bailando y haciendo amigos, tu estarás en la cárcel.

No respondió, sus ojos se encontraban inyectados en sangre, estaba drogada.

La bala corto el silencio y gritos se escucharon.

Todo se volvió oscuro.

~
Hola! Espero sea de su agrado, no me maten. Besitos.

Penúltimo capítulo.
Gracias por leer y esperar que subiera capítulo.

Adiós!

Bad Girl [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora