Capítulo 26.

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Las sirenas de la patrulla sonaban en todo el vecindario, varios vecinos salieron preocupados al escuchar.

- ¡Las manos arriba! -Escuche el grito de un hombre.

- Y-yo por favor, no me lleven. -La voz desesperada de Emma torturó mis oidos.

Un peso estaba ubicado encima de mi cuerpo, lastimaba. Cuando por fin lo retiraron pude abrir los ojos. Me reincorpore en mi lugar y parpadeé un par de veces.

- ¡Claire! -Me abrazaron mis primos o hermanos, ya ni se como decirles.

- ¿Qué paso? -Sobe mi cabeza.

Bajaron los rostros y negaron, ¿Qué pasaba? ¿Por qué no respondían?

Esta vez el sonido de ambulancias llegaron, mire a mi al rededor.

- ¡Kaidan!

Me lance a su cuerpo, di palmadas en su rostro y solo estaba con los ojos cerrados.

- Él te salvo. -Murmuró Nina con lágrimas.

Mis manos viajaron por su cuerpo y solo me encontre con su camisa manchada en sangre.

Los paramédicos llegaron y lo subieron a una camilla, Nina los acompaño y se fueron.

- Tiene el derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia. Tiene el derecho de hablar con un abogado. Si no puede pagar un abogado, se le asignará uno de oficio. -Hablo el oficial de policía, esposaron a Emma y Alex, se los llevaron.

Espero y se pudran.

(...)

Llegamos a la clínica, el ambiente no era muy favorable, por así decirlo. Medicamentos, sangre y doctores junto a enfermeras corriendo de un lado a otro.

Los padres de Kaidan en este momento se encontraban sentados en una esquina, su madre lloraba desconsoladamente, hubo un momento que me acerque con una taza de té y se la ofrecí.

- ¿Qué paso? -Preguntó la mujer con la mirada perdida, estaba destruida.

Le conte todo y solo busque llanto en respuesta.

- Todo va a estar bien. -Apreté su mano en señal de apoyo.

Horas pasaron y no teníamos información alguna sobre el estado en que se encontraba Kaidan, todavía lo tenían en la sala de cirugías.

Me acerque a Nina y la abrace.

- Yo... -Lloro a mares-, no sé qué hacer si algo le pasa, es mi único primo. -Movía sus labios nerviosamente.

Debes resistir, Kaidan.

Cerré los ojos un momento y caí en un sueño.

(...)

Me desperté al escuchar los gritos, observe el reloj de pared y marcaban las 8:30Am.

- ¡Doctor! -Lloraba la madre de Kaidan, por otra parte su padre estaba en silencio. Torturandose en su mente- ¿Como se encuentra mi hijo?

Lloraba, gritaba, se encontraba histérica. Nadie buscaba alguna manera de controlarla.

Su esposo se acercó y dio un abrazo en consolación.

- Debes calmarte, Rosa. -Arrecosto su rostro en su pecho.

- Señora le pido que se comporte o le tendremos que suministrar unos calmantes.

- ¿Cómo quiere que me calme? ¡Mi hijo esta muriendo, joder! -Empezó a gritar cosas en español y seguramente a maldecir el doctor.

Una enfermera se acercó en busca de aplicar un calmate.

- ¡No la duerma! -Grité- ¿No entiende que tenemos más de cuatro horas esperando que nos digan algo? Los últimos minutos nos han dicho: "Lo siento, no podemos dar respuesta" -Imite la voz de doctor- es normal que este de esta manera. Por Dios, nadie acá entiende el dolor que puede sentir ella, su madre.

El médico asintió.

- Por favor, hable. -Intervino la mujer mas calmada.

- Debido al impacto de la bala daño el pulmón izquierdo, por lo cual causo un derrame pleural -Suspiró-. Pido disculpas por decirlo de esta manera pero no damos esperanzas, en cualquier momento él puede irse de este mundo.

Se giró y camino nuevamente a la sala de cirugías.

Se escucharon gritos y sollozos, por último Rosa cayó desmayada, no pudo aguantar la noticia de su hijo.

Por otra parte, yo me senté en la silla, no mire a nadie, no hable, simplemente me quede pérdida en ningún punto específico de este hospital.

(...)

Lo menos inesperado llego, el doctor abrió las puertas.

- Familia del joven Morgan -sobo el puente de su nariz-. Voy a pedir que me sigan.

Pasamos un pasillo solitario, hasta llegar a una puerta.

- Se pueden despedir. -El doctor se alejo.

Rosa miro a su esposo y no aguanto mas, cayó en el suelo y lloro.

Cuando consiguió calmarse entro a la habitación junto a su esposo.

Alce pequeña hermanita de Kaidan.

- ¿Donde esta mi hermano? -Jugo con sus manitas.

- ¿Kaidan? -me quede sin palabras- Se fue a comprar unos juguetes para la mejor hermana del mundo.

Abracé su rostro y di un diminuto beso en su nariz.

Cuando salieron los padre de Kaidan, las siguientes en entrar fue Nina y yo.

Agarre su mano y abrimos la puerta, el frío y un silencio sepulcral dio la bienvenida.

Estaba sin palabras.

- ¿Primito? -Dejo besos en su frente. Kaidan se encontraba conectado a un tubo que atravesaba su garganta-, yo sé  que vas a mejorar, me prometiste ir a Disneyland.

Nunca la vi tan debil, parecia una muñeca de porcelana rota, por más que intentará unir las piezas ella recaía y terminaba por ser añicos. Sus lágrimas recorrían el rostro, parecia un bebé perdido que no encuentra su mamá desde de una tarde en el parque.

Cuando se separaron logre acercarme con mucha dificultad.

- No sé qué decir -Con mi dedo indice acaricie su rostro-. Te amo, Kaidan. Fui una estúpida por no decirlo antes. Simplemente cuando amas a alguien debes decirlo, no hay que esperar a que lo peor pase y hablar.

Miles de lágrimas me bañaron las mejillas.

Fueron las últimas palabras que seguramente Kaidan escucho. El electrocardiograma empezó a pitar y junto a este enfermeras entraron acompañadas de médicos y sus padres, por otra parte la hermana menor de Kaidan se quedo afuera con mis hermanos.

Realizaron reanimación cardiopulmonar. Sin embargo, no sé obtuvo respuesta alguna.

- Hora de muerte: diez y cuarenta y seis de la mañana. -Fue el último veredicto del médico.

~

¿Me aman? No me mantén, yo lxs quiero demasiado 💖

Gracias por leer!

Bad Girl [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora