Enamorada de una chica

Cap VI Después de mucho tiempo vuelvo a ser feliz

Habían pasado ya unos meses después de que todo esto ocurrió, me sentía tranquila, me sentía feliz, después de terminar con Jorge todo había cambiado para bien aunque el vacío que sentía desde hace algunos años aún estaba ahí, sentía que algo me faltaba; mi vida seguía siendo triste, seguía siendo sola, seguía siendo gris.

¿Que paso con Alexa? Pues en estos meses no me he atrevido a hablarle pero me encanta su forma de ser, me encanta la alegría que transmite, me encanta su risa y su mirada, creo que muy pronto me atreveré a hablarle y a entregarle el dibujo que alguna vez hice para ella. Los últimos días he pensado en saludarla, en decirle que quiero ser su amiga, en invitarla a salir o tal vez a sentarnos en un parque a hablar de todo un poco, saber lo que le gusta y lo que no le gusta, saber lo que la hace feliz, sus sueños, sus metas, saber que quiere hacer. Quiero saberlo todo de ella.

Eran aproximadamente las 7:00 p.m. me disponía a cenar junto a mi madre cuando ella empezó a hacerme preguntas.

-Julie, que pasó con Jorge, ¿por qué no volvió a visitarte?

- La verdad mamá pasó lo que tenía que pasar, el solo consiguió a otra y se quedó con ella, bueno yo le terminé porque no iba a permitir que estuviera jugando conmigo y tuviera a otra, además creo que merezco a alguien mejor y que me haga feliz.

- No creo que haya hecho eso, él es un muchacho serio, creo que tú fuiste la culpable de que esa relación no funcionara ¿ o estoy equivocada Julie? ¿será que en realidad te gustan las chicas y por eso le terminaste? Pero si es así te vas ahora mismo de mi casa porque no quiero que mi hija sea una lesbiana.

Mi madre se levantó de la mesa y yo me quedé ahí pensando que era la peor hija del mundo, tenía miedo de decepcionarla, tenía miedo de ser lo peor para ella, cada vez estaba más segura de lo mucho que me gustaba Alexa pero tenía miedo de lo que podía pasar con mi madre, amo a mi madre y siempre quiero que esté orgullosa de mi. Durante un buen rato en esa noche me quedé pensando en el comentario de mi madre, yo estaba empezando a ver las chicas de diferente manera, a los chicos los veía normales y a las chicas las veía atractivas, las veía hermosas, me estaban empezando a gustar. En ese momento recordé algo, algo que haría cambiar una parte de mi vida.

Flashback.

Me encontraba en el colegio, estaba con mi mejor amiga que venía estudiando conmigo desde la primaria, no sé porque empezaba a verla tan hermosa, su cuerpo, su cara, su cabello, su... Todo... Noooo, esto no me  puede estar  pasando, pensé un poco asustada y sin saber qué hacer, mi madre me enseñó desde que tengo memoria que las niñas no pueden gustarle las otras niñas y menos sus amigas, que no se pueden besar y tampoco enamorarse. Entonces ¿que hacía yo mirando a mi mejor amiga de esa manera? Si mi mamá se entera va a matarme o seguro no va a querer saber nada de mí. ¿Ahora qué hago?

Tengo que encontrar una solución antes de que esto se vuelva más grande, solo tengo 13 años y no puedo defraudar a mi madre de esta manera, esto tiene que tener una solución. Después de tanto pensar encontré la solución que tal vez haría feliz a mi madre pero que me haría completamente infeliz. Será sencillo o eso creo... sólo tengo que conseguirme un novio, eso no debe ser difícil, tal vez puedo enamorarme y así todos seremos felices. Desde ese día empecé a fijarme en chicos y fue cuando conocí a Jorge después de un año.

Fin del flashback

Por Dios, ¿cómo puede olvidar eso de mí? ¿Cómo no recordaba que me gustaban las chicas desde antes de tener mi primer novio? ¿Cómo pude hacer eso y ser infeliz estos años? Bueno, lo hice por ella, por mi madre y es lo único que me tranquiliza un poco, pero ahora no sé qué hacer, si seguirme obligándo a tener un novio o seguir mis instintos y mis sentimientos. Esta fue una noche de insomnio, de preguntas sin respuestas, agradecía que al otro día no tendría que ir al colegio y solo tendría que ir a clases de guitarra en la tarde.

A pesar de que me dormí casi a las 5:00 a.m. a las 10:00 de la mañana ya estaba despierta y dando vueltas por toda la casa, recordé que hoy haríamos algo de comer en la clase de guitarra y que no había comprado nada de lo que me correspondía llevar, así que me alisté y fui a el súper mercado, compre lo necesario y volví casa, todo el resto del día me la pasé leyendo y escuchando un poco de música. Llegó la hora de irme, fui a despedirme de mi madre y salí de la casa, después de caminar unos 10 minutos me encontré a Alexa y cuándo me vio, se quedó esperándome.

¿Ahora que voy a hacer? ¿Que le digo o como debo actuar, que pasa si digo algo tonto?       
  
– tranquila Julie relájate, no es nada del otro mundo, solo vas a saludarla y ya- pensaba tratando de darme ánimos-
Cada vez me acercaba más a ella, estaba nerviosa y mis manos empezaban a temblar.

-Jola le dije con mi voz nerviosa

- Hola Julie como estas? ¿Preparada para la clase de hoy?

- sí y usted?

- Claro que sí, me encantan estas clases además tengo compañeros muy agradables iniciando por ti.

Esto si que no me lo esperaba, soy agradable para ella, esto me llego al corazón, mi día gris empezó a verse de todos los colores y empecé a sonreír, nos quedamos calladas el resto del camino pero era más que suficiente para sentirme feliz, su compañía me agradaba y me hacía sentir tranquila. Llegamos a la casa de cultura y Alexa fue saludar a su amiga y me dijo que me uniera a ellas, fui asentarme junto a ella y aunque estaba nerviosa empezamos a hablar cosas graciosas, ella cada segundo me gustaba más.

el tutor empezó a hacer la comida con otros de nuestros compañeros y sólo quedamos Alexa y yo sentadas en una silla junto a un árbol, empezamos a hablar de música y sacó su celular para mostrarme su canción favorita, ahora yo quería su número y así poder hablar con ella también en la noche y en todo momento, así que le dije que me había gustado esa canción y que quería que me la pasara, pero no había llevado mi celular así que terminé dándole mi número para que me la enviara, ella acepto. Terminó todo y la clase también, me despedí de Alexa y me fui a mi casa mas feliz que nunca, llegué y saludé a mi madre.

-¿Por qué vienes tan feliz? No me digas que arreglaste todo con Jorge.

- No, él no es mi motivo para ser feliz y nunca regresaría con él. Hoy fue un muy buen día, quizás el mejor que he tenido.

Realmente me sentía feliz, al fin había hablado con ella, además tendría su número para escribirle y empezar a conocer de ella lo que quería, no podría pedir algo mejor, esa noche me acosté muy feliz y sonriente después de muchos años.