NOTA: uff cien años después... bueno, bueno. Iba a ser 2 partes pero es que mientras escribía me di cuenta que no lo podía sintetizar tanto así que queda en cuatro. El otro jueves (promesa) subo el 3 y luego el otro jueves el cuatro (quizás antes) Les pido disculpa y espero les guste.
beso Andre.
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Dakota salta de la cama mirándome aterrorizada, no es la respuesta que esperaba pero a pesar de su silencio creo que en el fondo sabe que estoy hablando en serio. Arquea sus cejas mientras yo busco palabras para agregar a este silencio incomodo pero su carcajada rompe aquella brecha y retumba por toda la habitación. Inconscientemente me estoy riendo con ella pero desde la cama, aún sin decir nada.
Esto es incomodo.
— ¡¿Estás hablándome en serio?! –Pregunta después de unos segundos.
No sé si la mejor manera sea esta, quizás debería de demostrarle que sí la quiero, demostrarle que cambie.
— ¡Noo! –Respondo enseguida.
— ¡Uff! –Pasa su mano por el cabello y sonríe como si le aliviase la respuesta.- Me asustaste. –Agrega haciendo que me sienta peor que hace un rato.
— Sería una locura, ¿No?
— No tanto. –Responde enseguida- Yo también te quiero Jamie, pero los dos sabemos que nada va a pasar más allá de estas paredes porque tú no vas a cambiar y yo no voy a esperar nada de ti.
Esto es confuso.
— ¿Estás diciéndome que me quieres pero que no puede pasar más nada que sexo?
— Estoy diciendo que en el caso de remoto, sabemos que no funcionaría, sé cómo va a terminar todo así que me lo ahorro. –Confiesa cruzando sus brazos debajo de su pecho.
- Así que prefieres que sigamos teniendo sexo.
- Fue tu idea, ¿No? –Responde acusadoramente.
Siento que ambos tenemos cosas que decir pero que no terminamos de decir por alguna razón que desconozco.
Orgullo quizás...
- Tú la aceptaste.
Dakota se encoge de hombros y asiente lentamente. No tengo mucho que hacer aquí, realmente preferiría huir en este momento y pensar que es lo que quiero hacer exactamente. ¡Maldición! La quiero tanto, no aguantaría perderla.
- Es solo un trato, Jamie. –Replica nuevamente- Ambos sabemos que si aparece alguien más, se acaba.
- Nunca fue una opción que hubiese alguien más. –Revolea los ojos de esa manera que solo ella puede hacerlo, cruza los brazos debajo de su pecho y suelta un leve suspiro.
