One Shoot's || Dakota Johnson & Jamie Dornan

Culpa Tuya.

Saco el encendedor del bolsillo de mi chaqueta y enciendo mi cigarrillo. Está haciendo frío, es algo típico de esta fecha. Debería estar acostumbrada pero realmente no lo estoy, aunque puede ser que la verdadera razón por la cual tenga frío y este temblando a pesar de tener este montón de ropa encima es porque odie esta sensación de que me equivoque como una jodida estúpida.

Sí sí.

Dakota "La estúpida" Johnson.

¡Ahg! Camino alrededor de mi casa en Los Angeles esperando que nadie de mi familia salga a preguntarme "¿Por que estas fumando?" Este mal vicio lo tengo desde hace unos años, la verdad es que solo lo hago cuando estoy muy ansiosa o muy enojada.

Ahora mismo tengo ambas.

Me siento en la acera a unos kilómetros de la casa de mi madre y reviso exactamente el porqué acepte este nuevo proyecto sabiendo que iba a trabajar con él.

Quisiera renunciar pero una parte de mí esta diciéndome que deje que las cosas fluyan.

¡No pueden fluir con Jamie! Me grita el subconsciente y es cierto; la última vez que "fluyó" terminamos tan mal que no podíamos ni hablarnos. La verdad es que el "hey, vamos acostarnos, no pasa nada" no nos funcionó. Su manera irritable de intentar decidirse estaba por enloquecerme y yo termine enamorada como una completa estúpida.

Igual, que estemos en un proyecto de nuevo, juntos; es su culpa. Yo acepté primero que él por ende, tengo derecho de antigüedad.

Saco la nicotina en un último jalón y lo expulsó cerrando los ojos.

Hubiese funcionado sí no tuviera tantos problemas mentales, o quizás no.

El problema aquí es que este estúpido enamoramiento me ha llevado a querer replantearme el volverme monja. Aunque sé que todos, incluyendo a Jamie, se reirían de mi decisión. Tipo que, a ver; ya pasó un año, de fifty shades, de mi romance con Jamie, de todo... ¡Es como un grano en el culo! No puede ser que no se vaya de mi mente y cuando creo que por fin lo olvide, acepta hacer otra película conmigo.

Debería de llamarlo y putearlo.

Ahora creo que está en Londres visitando a sus hijas y esa es la razón por la cual yo estoy en Los Ángeles, ¿ya agregué que se mudó a unas casas de mi madre? Es como si el destino se empeñase en que estemos cerca de alguna forma.

—¿Dakota? –Su voz atraviesa mis oídos y mi cuerpo se paraliza. ¿Que clase de broma pesada es está? ¡Maldición!

Volteo para conseguirme con la voz que está llamándome y me doy cuenta que estoy sentada en la acera de su casa. ¿Por qué mierda me hago esto? Me levanto y él sale de su puerta, deja la basura a un lado y se acerca a mí. Hace tanto frío está noche que sale vapor de su boca. Como de costumbre, mete sus manos en el bolsillo y me mira como cachorro abandonado en la calle con frío, esa mirada que me provoca correr a sus brazos y protegerlo.

—Hola Jamie. –Digo bajito con pocas ganas de seguir charlando- No me había fijado que estaba por tu casa, solo... –tiró la colilla del cigarrillo al suelo y la piso. Él se ríe y asiente.

—¿Estrés?

¡Tú!

—Cansancio. –Le digo– Ya me voy, se hace tarde.

Doy algunos pasos para alejarme de él y de los latidos de mi corazón que siguen latiendo como la primera vez. Siento lo que lo odio.

—Espera Dakota. –Me llama y siento pasos acercarse a mí. Camino más rápido y se adelanta por algunos pasos para quedar enfrente de mí.