The Demon and Me | Adaptación

Capitulo 2

Capitulo 2

Fergal Devitt bebió un trago de cerveza de su botella, reclinado en su sofá mientras empezaba a relajarse después de un largo día. Fue un trabajo duro como luchador activo en la WWE. Fue un trabajo aún más difícil tratar de recuperarse de una lesión potencialmente amenazadora en su carrera. Fergal ya estaba aburrido en rehabilitación. Ansiaba volver a su trabajo, más que cualquier cosa deseaba volver a pisar un ring. Su cuerpo dolía, pero sabía la cantidad de trabajo que se necesitaría para recuperarse de la lesión, pero con el objetivo de reclamar su título en mente, Fergal perseveró.

Una cosa que Fergal perdió sin embargo fue en realidad a sus compañeros de trabajo, muchos de ellos llamaron y enviaban mensajes de texto cada cierto tiempo. Pero perdió a su familia en WWE, amigos cercanos que compartían su pasión por la lucha libre.

Pasó los canales del televisor. Nada capturó su atención por más de unos segundos. Fergal suspiró. Podía ver la televisión, si había algo. Podía leer, pero no tenía nada que leer. Podía dormir, pero la mayoría de las noches Fergal apenas y cerraba un ojo. Había sufrido de insomnio desde que era un niño pequeño.

El tono de llamada de su teléfono resonó a través de la silenciosa habitación, la identificación de uno de sus mejores amigos brilló en la pantalla. Fergal estaba confundido, ¿qué necesitaba a estas horas de la noche?

— ¿Hey, Pam? —Él contestó el teléfono.

— ¿Puedo quedarme en tu casa? —Ella habló suavemente, las palabras luchando por salir de su garganta.

— ¿Dónde estás, qué pasó? —Podía sentir el dolor en su voz, la preocupación por su amiga se apoderó de él y entró cada vez más en pánico. ¿Qué hacía ella aquí? ¿No debería de estar en algún rincón del país?

—Estoy perdida, estaba en mi apartamento, y luego corrí, no sé dónde estoy, no tengo a dónde ir. —Su voz era apenas un susurro.

— ¿Estás en un lugar seguro? ¿Llegas a un lugar donde hay lámparas de calle? Si es posible, intenta refugiarse de la lluvia, voy a encontrarte, ¿bien? Permanece allí."

—Por favor, quédate en el teléfono, estoy asustada.

—Voy a Pam, no te preocupes que no voy a ninguna parte.

Fergal no tardó en encontrar a Bayley. Saltó de su coche, corriendo hacia ella bajo la lluvia. Ella cayó en sus brazos, echándose a llorar al ver a su viejo amigo.

Fergal la levantó, tirando de ella y abrazándola para intentar calentarla. La colocó en el asiento del pasajero. Inseguro de cómo manejar tal situación, nunca había visto a su amiga feliz y burbujeante tan débil y frágil. Al verla, helada, con su vestido azul empapado, su mundo desmoronándose. Fergal sintió una punzada de ira que no pudo explicar. No sabía quién la había hecho estar tan triste, pero sabía que haría pagar a esa persona. Protegería a su devastada amiga. Él tenía que.

Fergal la llevó a su apartamento, ella hundió la cabeza en su pecho, aferrándose a él como si fuera el bote salvavidas que le impidiera ahogarse.

La puso cuidadosamente en su sofá. Haciendo una pausa para preguntarse cómo iba a ayudar a esta chica. Fue a su tocador, sacando una de sus camisetas y un par de pantalones cortos de algodón de los cajones. Entregó la tela suave a Bayley. "Ese vestido está empapado, éstos son todo lo que tengo que podría adaptarse a ti. Te puedes cambiar en el baño y quitarse el rimel y otras cosas". Él torpemente explicó.

Ella asintió en respuesta, antes de caminar a su cuarto de baño y envolverse en ropa fresca y seca y lavarse los ojos de panda causados por su rímel. La camiseta era ligeramente grande para ella, pero los pantalones cortos tenían un cinturón de algodón unido para que pudiera atarlos firmemente alrededor de su cintura.

Cuando regresó, le había traído gruesas mantas y almohadas. Estaba inseguro, no quería que llorara. Le dolía mucho verla llorar, pero quería resolver cualquier problema que pudiera tener.

— ¿Ya comiste? —Él preguntó.

—No.

— ¿Quieres pedir pizza?

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