The Demon and Me | Adaptación

Capítulo 22

Van a Fangirlear mucho con este CaP.

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Capítulo 22

— ¿Cuáles son tus planes para hoy? —Liam preguntó mientras mordía su rebanada de pan tostado.

Bayley miró ligeramente a Fergal antes de volverse hacia su hermano.

—Estaba pensando que esta mañana voy a enseñarle Newark a Ferg, y esta tarde vamos a ayudar a que todo esté listo para dar las gracias mañana.

—Suena bien para mí —Fergal asintió con la cabeza sonriendo—. Voy a ir a por mí abrigo entonces —Fergal se fue.

—Oh, olvidé mencionar que mi novia va a estar aquí esta tarde —Liam empezó a ruborizarse.

— ¿Qué? —Bayley lo interrumpió—. ¿Cómo es que nunca me dijiste sobre esta novia tuya? ¿Cuál es su nombre, quién es ella?

—Oye, tú no me hablaste de Fergal. Mira, necesito que me hagas un favor, su nombre es Emma, ​​es muy bonita y muy amble. El problema es que ella está fuera de mi alcance. Necesito que hables con ella, realmente me gusta... pero tengo miedo de que me use.

—Mi hermanito, bebé... por supuesto que hablaré con ella, te ves tan lindo cuando hablas de ella, tienes este brillo en tus ojos y te sonrojas —Bayley le sonrió amorosamente a su hermano. Liam se rió entre dientes, incitándola a preguntarle—. ¿Qué Li?

—Eso es lo que Fergal hace cuando está contigo, o te mira, o incluso te mencionan, y él tiene ese pequeño brillo en sus ojos —una sonrisa comenzó a estirarse en la cara de Liam.

Las mejillas de Bayley emitieron un rojo intenso, y una sonrisa crecía en sus labios.

Sin embargo, su conversación fue interrumpida por Fergal, que acababa de bajar. — ¿Estás lista  Pam? —Ella se levantó de su asiento, caminando hacia la puerta principal en donde él estaba parado, sosteniendo su abrigo para que pudiera ayudarla a ponérselo. Lo hizo con suavidad, moviendo cuidadosamente su cabello para que estuviera en el exterior de la chaqueta.

Se fueron, cerrando suavemente la puerta detrás de ellos. —Espero que tengas hambre —Bayley sonrió mientras empezaba a caminar por el sendero del jardín—. Este lugar al que vamos hace el mejor desayuno que puedes tener. Mi primer entrenador de lucha me llevó a mí y a algunos otros nuevos reclutas aquí para celebrar nuestro primer mes de entrenamiento.

—El primer mes de entrenamiento de lucha es siempre lo peor —Fergal extendió la mano, sosteniendo su mano en la de él y tomando Bayley por sorpresa.

— ¿Devitt? —Bayley tuvo que preguntarle

— ¿Sí?

— ¿Recuerdas que querías tomar las cosas despacio? —Bayley hizo una pausa, no queriendo una respuesta—. Es sólo que mañana toda mi familia estará aquí para dar las gracias. No estoy segura de cómo presentarte Dev".

Fergal hizo una pausa, tomando un momento para apreciar la belleza del bosque invernal por el que estaban caminando. Sabía que era ahora o nunca.

—Pam, quería que este momento fuera todo romántico para ti, pero como este bosque es casi tan hermoso como tú, supongo que este es un lugar tan bueno como cualquiera —Él sonrió, Bayley simplemente se rió de su cumplido tan cursi. Él sacó una pequeña caja de joyas del bolsillo de su chaqueta, diciendo rápidamente—. No es un anillo, no te preocupes.

Abrió la caja, revelando un delicado collar de plata, con un trébol de cuatro hojas. —Pam, te amo más de lo que amo todo lo demás, tú eres mi todo, ¿serías mi novia?

A Bayley se le formó una enorme sonrisa: — ¡Por supuesto! —Ella se acercó a él, envolviendo sus brazos alrededor de su torso y descansando su barbilla en su pecho para que él la pudiera mirar—. Devitt, para mí... eres tú, sólo tú y siempre tú, nunca lo dudes —se puso de puntillas y lo besó con pasión.

— ¿Lo llevarás? —preguntó ruborizado, señalando el collar. Siempre dudaba tanto de sí mismo cuando se trataba de Bayley. Ella se giró para que su espalda estuviera frente a él, levantando su cabello de la parte de atrás de su cuello para que él pudiera colgar el collar por ella. Lo hizo con suavidad, con los dedos cuidadosamente colocando la cadena en su cuello. Estaba nervioso por abrazar su suave piel o un mechón de pelo. Era preciosa, él nunca la heriría de ninguna manera, la protegería a toda costa. Ahora que ella era suya, sus temores se habían duplicado. Y sin embargo ahora eran algo oficial, se sentía completo. Aunque había estado perdiendo algo todo este tiempo.