The Demon and Me | Adaptación

Capítulo 30

Capítulo 30

Mientras caminaba detrás del escenario, Bayley luchó para no caer de rodillas. Ella parpadeó mirando su nuevo cinturón, las lágrimas distorsionando su visión. El mundo comenzó a agitarse y Bayley no supo si podía permanecer de pie durante mucho más tiempo.

— ¡Pam! —Una abundante cantidad de artistas aclamó a su llegada, tirando de ella en abrazos y celebraciones de las que Bayley era apenas consciente. Vio vislumbres de rostros; sus amigos Mercedes, Charlotte, Rami, Enzo y muchos otros. Incluso Hunter había parecido darle un abrazo a Bayley. Bayley se perdió en un torbellino de todo, incapaz de concentrarse en lo que estaba sucediendo, atrapada en un sueño, como una burbuja de puro shock.

Bayley no podía funcionar, no podía comprender lo que acababa de hacer. Ella miró hacia atrás a ese nuevo título suyo, un título que había sostenido muchas veces; sin embargo, había algo diferente en ser capaz de sostenerlo y llamarlo suyo.

La realidad comenzó a infiltrarse en ella y su mente se volvió hacia Fergal. Encendió el teléfono, torpemente moviéndose de prisa. Mientras el logo de Apple volvía hacia su pantalla de bloqueo, observó como innumerables notificaciones se movían en su pantalla. Ella vio tantas notificaciones, sus padres, hermano, Leah y Rebecca y Colby. Sin embargo, no podía encontrar esa notificación que buscaba tan desesperadamente.

Así que escaneó su huella digital, moviéndose sobre sus textos y tecleando en la barra de búsqueda Devitt. Efectivamente, hubo una notificación.

Fergal: Yo, literalmente, no tengo palabras bebé, mirando la televisión con un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos. Nunca he estado tan orgulloso de mi bebé Bayley. Te mereces esto tanto. Probablemente estarás ocupada celebrando así que llámame cuando puedas. Como siempre, te amo nena. ¿O debo decir que te amo, campeona? Xx

Bayley: Estoy en estado de shock, Devitt. Realmente no sé lo que está sucediendo a mí alrededor. Voy a hacerte un Skype tan pronto como vuelva al hotel. También te quiero bebé xx

Fergal: Hablamos dentro de poco. Te amo xx

Bayley comenzó a comprender la realidad, cada vez más consciente de que acababa de ganar el título. Todas sus ilusiones, todo lo que había soñado, acababan de realizarse. Bayley sonrió, en ese momento podría haber muerto felizmente sabiendo que sus sueños de toda la vida se habían realizado. Su respiración pronto se hizo rápida y frenética cuando trató de hacer frente a sus emociones.

—Hey, ven a sentarte Pam —Mercedes ayudó a Bayley a sentarse en una silla, dándose cuenta de que estaba a punto de desmayarse—. Oye, toma un poco de agua, tómalo con calma, sí.

Bayley bebió lentamente de la botella de agua de su amiga de pelo púrpura. —Realmente no sé cómo procesar esto Merc.

—Amiga espera hasta que la realidad te golpee, estoy tan feliz por ti Pam. Lo has hecho —Mercedes sonrió.

—Lo hemos hecho, finalmente lo logramos. —Sonrió, antes de que Mercedes la abrazara.

—Amiga, tú sabes que sólo tienes que quedarte en la arena por una hora, después de eso puedes escapar, está bien, solo que no quiero que te desmayes, no en mi guardia —Mercedes rió entre dientes—. ¿Hay alcohol?

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—Fergie, fergie, fergerson —Bayley rió, sentada en la cama de su habitación de hotel con Skype en su computadora portátil delante de ella.

—Está bien, así que voy a evitar salir con que es una suposición y decir que estás borracha, bebé —Él se rió entre dientes.

—No, sólo estoy un poco ebria, todavía estoy medio extrañada, estaba teniendo dificultades para lidiar con mis sentimientos y entonces quizás Mercedes me dio un paaaaar de copas de vino —Bayley rió entre dientes.

—Cariño, tienes todo el derecho de estar alcoholizada, esta es tu gran noche —él sonrió—. Estoy tan orgulloso de ti, mi chica.

—Pero Devitt te quiero aquí conmigo y... y es el día de San Valentín mañana y... y quiero estar contigo, tú sabes por qué, porque eres lindo, eres tan lindo como un bebé conejo —Bayley se fue en una sorda carcajada.

—Creo que es el vino que habla por ti my Darling. De todos modos, te veré pronto, dicen que volveré antes de Wrestlemania —Fergal sonrió.

— ¡Pero te quiero ahora! —Bayley hizo una mueca.

—Ojalá estuviera allí, pero estoy en Florida, bebé —Fergal sonrió tristemente.

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Bayley se despertó a la mañana siguiente por un suave golpe en la puerta. Miró su cuerpo mientras salía de la cama, dándose cuenta de que llevaba —en pocas palabras— solo su ropa interior y la camiseta de su novio—. ¿Quién es? —Gritó a la puerta.

—Oh, un... servicio de habitación.

Bayley frunció el ceño, ella no había pedido servicio a la habitación.

—Un segundo —gritó nuevamente, buscando algo en la maleta y frenéticamente tirando del primer par de licras negras con los ojos puestos para ponérselas.

— ¿Sí? —Bayley abrió la puerta.

— ¿Servicio a la habitación Miss Martinez? —Fergal Devitt sonrió sacando un ramo de rosas de detrás de su espalda.

— ¡DEVITT! —Bayley lo jaló hacia adentro, saltando y envolviendo sus piernas alrededor de su torso, y dándole un beso.

Se separaron del beso, Bayley se envolvió alrededor de Fergal. Con ella todavía atada a su frente, cayó hacia atrás sobre su cama para que ella se acostara encima de él en su abrazo.

—Feliz Día de San Valentín, bebé.

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