The Demon and Me | Adaptación

Capítulo 14

Capítulo 14

Fergal apretó los ojos, parpadeando para intentar recuperar la visión. Todo se veía borroso, el aire comenzó a sentirse cargado y Fergal esperaba que no se desmayara. Trató de sentarse, pero su cabeza palpitaba cuando lo hacía. Deprimido en su cama, Fergal suspiró.

El tintineo de luz que entraba por las cortinas cerradas le decía que de hecho era día de nuevo. Fergal se odiaba a sí mismo, sabía que podía tratarla mejor de lo que Colby haría. Había tenido la oportunidad de decirle cómo se sentía, de nuevo. Y se había acobardado en esa oportunidad, otra vez. Fergal sentía náuseas, con los ojos rojos, la cabeza dolorida.

Si entrecerraba los ojos, podía distinguir los contornos sombríos de su apartamento, la basura que dejaba en el suelo, la ropa sucia esparcida, las botellas vacías de cerveza. Sabía que no era saludable ahogar sus penas en alcohol, pero borraba sus pensamientos y sus visiones. Cuanto más bebía, menos dolor sentía. Tenía una cierta cualidad de entumecimiento de la que Fergal no podía obtener suficiente.

Fergal gruñó, si tan sólo le hubiera dicho cuando tuvo la primera oportunidad, pudo haber evitado todo esto. No podía dejar de pensar en Colby López con su amor. ¿Su amor? ¿El la amaba? Sí. En la mente de Fergal quedó claro que la amaba. Sí. El la amaba.

Fergal sintió la cabeza más clara. Finalmente pudo ver claramente. Una corriente de alegría fluyó a través de él y quiso gritar su amor desde la cima de la montaña más alta. Él subiría esa misma montaña por Bayley, nadaría los mares más profundos y recorrería las partes más inhóspitas del planeta. Fergal tenía que decirle ahora, tenía que profesar su amor por ella.

Pero no podía. Ahora no. La realidad golpeó a Fergal como una pared de ladrillo cuando fue traído a la tierra. No podía decirle cómo se sentía, tenía posibilidades, pero había dado todos los disparos. Y ahora no había nada que pudiera hacer. Fergal sintió que su humor se esfumaba. Se había jodido y ahora iba a pagar por ello.

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— ¡Colby! —Bayley le dio una patada en las piernas en un intento de escapar de su alcance, en arrebatos de risas.

Colby la abrazó con fuerza mientras corría a través de la cubierta. Saltó a la piscina, todavía sosteniéndola en sus brazos. Todavía en los brazos de él flotaron a la superficie de la piscina, riendo histéricamente. El par se detuvo, con los ojos fijos; ambos empapados en agua de pies a cabeza.

Sus labios se encontraron, pero una vez más Bayley no sintió ninguna chispa. Su mente empezó a vagar, ¿podría todavía no sentir sentimientos hacía él?

Ella pensó que esa sensación no sentía con Aaron, ¿pero era ella? ¿Por qué no había atracción entre ella y Colby?

Bayley se retiró del beso, sólo para encontrarse con un preocupado Colby,
— ¿Qué pasa? —Colby se apartó, con las cejas fruncidas de preocupación.

—Yo... no lo sé. —Bayley miró hacia abajo, rompiendo el contacto visual.

—Mira Pam, si hice algo malo... —la voz de Colby comenzó a acelerarse con ansiedad.

—Colby, no hiciste nada malo. —Bayley suspiró, así que podría ir por ella. Bayley le dio un beso.