Capítulo 32

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Capítulo 32

Bayley parpadeó con el título en sus manos, el ruido de la multitud aún fuerte, a pesar de estar detrás del escenario ahora. Supuso que tenía sentido que siguiera oyendo a la multitud, pues era la mayor multitud que había visto. Había querido llorar, sosteniendo su título y de pie en el centro del ring, millones de personas observándola desde todos los rincones del mundo. Fue cuando levantó la vista hacia ese cartel de Wrestlemania que sus ojos habían brillado con lágrimas. Esto era todo lo que había esperado. Ella sintió un nudo en la garganta, mariposas en el estómago y un escalofrío que le recorría la columna vertebral.

En Backstage Bayley se perdió. Sus amigos se amontonaron a su alrededor, felicitándola por su primer Wrestlemania. No podía oír una palabra de lo que estaban diciendo, sus rostros apenas eran una nube borrosa. Todo lo que podía distinguir era el título que tenía en sus manos, y la emoción que sentía moviéndose por su cuerpo.

— ¿Pam, tierra llamando a Pam?

Oyó una voz que la llamaba del brumoso aturdimiento en el que se encontraba.

Confundida y mareada alzó la vista, mirando fijamente la cara delante de ella por un segundo. Luego todo hizo clic, reconoció el rostro que la miraba y se volvió súbitamente consciente de todo lo que estaba sucediendo a su alrededor.

— ¡Fergal! —Bayley envolvió sus brazos alrededor de su cuello, retorciendo sus piernas alrededor de su torso para que él la llevara.

— ¿Cómo te va, nena? —Él se rió, todavía cargándola.

—Me siento como si estuviera tomando drogas o algo así, todo está flotando y realmente no sé lo que está pasando. —Suspiró, aún sosteniendo su título en el abrazo de Fergal.

—Espera a que la emoción te golpee, nena. —Él rió.

—Esto se siente como un sueño —ella comenzó a susurrar en su oído—. Esto es todo lo que podría haber soñado, sólo sé que mi versión de niña estaría gritando ahora. Esto es tan extraño Fergal. Creo que voy a vomi...... —de repente, estalló en torrentes de lágrimas, sollozando en voz alta y sonora.

—Está bien, nena, deja que todas las emociones fluyan —se sentó en una silla cercana, todavía la llevaba cargada. Empezó a acariciarle el pelo, sonriéndole ligeramente.

—Creo que eres el único en su pequeña burbuja, está muy aturdida en este momento —Merc sonrió acercándose a Fergal, con los ojos rojos de lágrimas.

—Dios la bendiga —Fergal lanzó un jadeo, riéndose ante el estado emocional de Bayley.

Bayley comenzó a cansarse, su falta de sueño por la noche antes del gran día. No había podido descansar esa noche, estaba demasiado nerviosa antes de la lucha más grande de su carrera hasta ahora. Ella se sintió cansada, sus sollozos mucho más lentos y más suaves ahora acariciando el cuello de Fergal. Antes de que lo supiera, Bayley se había quedado dormida.

Fergal se sentó con ella en sus brazos durante veinte minutos en esa pequeña silla de plástico. La gente iba y venía, sonriendo y asintiendo con la cabeza. Felicitó a algunos de ellos, saludó a otros; todo en un susurro para evitar despertarla.

Él tomó un momento para mirar hacia abajo, sonriendo ligeramente para sí. Ella se veía tan calmada, su ansiedad de antes de la lucha era apaciguada por el inicio de un sueño.

— ¿Sr, Devitt?

El rastro de pensamientos de Fergal fue interrumpido por una expectante Stephanie McMahon. Ella ya estaba vestida dispuesta a acompañar a su marido, Triple H a su lucha.

The Demon and Me | AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora