Capítulo 23.

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Dejaré que descubran solos quien es anónimo ewe (ya lo dice el gif del capítulo :'v)

Bien por aquellos que adivinaron @Kimireiko1  @Sarang_love_  y en especial a Kim Jong Min quien fue la primera \(*-*)/

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El sol ni siquiera salía cuando las tropas de los Yenaid comenzaron a prepararse para su partida y el traslado del prisionero. Bajo las ordenes de Jin, Taehyung y J-Hope permanecieron en todo momento custodiando a Ren para evitar cualquier altercado; sin embargo, el pelilargo no se encontraba con ánimos para tales cosas; no después de haber visto, a través de aquella pantalla en su celda, como el amor de su vida y la madre de su hijo era torturada cruelmente por Nubia. Él lo sabía, sabía que algo así pasaría y era justamente por eso que quería mantenerla lejos de los Mikage.

Entre pesados sollozos, intentando tragarse con fuerza todas sus lágrimas, Ren luchaba consigo mismo para no cometer una locura, intentando sacar a su familia de allí. A pesar de estar al borde de la demencia aún era consciente de que matar a esos dos jóvenes, que lo miraban con pena, no sería de mucha ayuda. Bien podía acabar con ellos, pero luego qué. Además... sabía quiénes eran. Como le había pasado con Jimin, no recordaba bien sus nombres, pero sabía que eran amigos de su mujer y solo por ese simple hecho no se atrevería a poner sus manos sobre ellos. Siendo más sinceros, ni siquiera lo haría con Jin.

J-Hope no podía evitar sentir su corazón oprimirse con cada gemido de dolor que escapaba de los labios del pelilargo. Él mismo podía comprender lo que el otro sentía luego de haber presenciado ese horrible espectáculo en persona.

Al igual que el resto de sus amigos, J-Hope no lograba entender en qué momento Jin se convirtió en el temible monstruo que era ahora, en qué momento dejó de sonreír o divertirse con ellos, en qué momento se convirtió en una persona cruel y sin sentimientos. No, pensándolo bien, sí lo sabía. El ex jefe de los Yenaid y su obsesión por _____ fueron lo que lo transformaron en eso.

Sin poder soportarlo más, el ahora menor de los amigos Yenaid, suspiró con pesadez y sacó un trozo de tela de su bolsillo, hincándose frente a Ren para tendérselo.

—Entendemos lo que debes estar sintiendo —habló con esa voz profunda que tanto lo caracterizaba.

Ren ni siquiera lo miró, solo se tensó en su sitio, clavando aún más sus uñas en sus piernas enrolladas contra su pecho. ¿En serio ese chico entendía lo que él estaba sintiendo? Porque no creía que nadie en ese lugar pudiera comprender verdaderamente el dolor que sentía y la impotencia que lo recorría.

No fue hasta que oyó la puerta abrirse de nuevo que el pelilargo elevó su mirada encontrándose con Jimin y Namjoon.

—Hora de irnos —habló el segundo al mando, logrando que aquellos que custodiaban a Ren, lo tomaran de ambos brazos para llevárselo de ahí.

Siendo casi arrastrado por los pasillos, podía sentir la mirada de algunos Mikage que parecían repudiarlo por su mera existencia. Quería sonreír, quería hacerles saber que no le importaba sus miradas cargadas de odio o aquellas palabras que más de uno soltó a su paso, pero para qué gastar palabras si sabía que antes de que la noche volviera a caer, todos estarían muertos y enterrados bajo tierra.

Una vez en la superficie, tuvo que cerrar sus ojos con fuerza al no haber visto el cielo en tanto tiempo, apenas y el sol comenzaba a salir, pero aquella poca claridad que emanaba ya era suficiente como para lastimarlo.

Taehyung fue el primero en subir al camión en el que trasportarían a Ren hasta el aeropuerto secreto que se encontraba en El Cairo. Él sería el conductor, así que no debía preocuparse por nada más que llegar a su destino.

Por Venganza (Nu'est) -3° Parte-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora