She? »Breddy Meyva«

17

Freddy despertó por el sonido de su teléfono avisando que alguien estaba llamando.

—¿Sí?—Dice con un tono adormilado—

—¡Freck! ¿Cómo estás grandulon?

—Eh, lo siento, ¿quién habla?

—Soy Joey tontito.

—Joey... —Suspira— Te he dicho que no me interesas en lo más mínimo, ¿bien? No quiero que sigas haciéndote ilusiones.

—Solamente quería saber como estabas. 

—Me encuentro bien, gracias. 

—¡Que bien! Oye Freddy.

—¿Mhm?

—¿Cuándo vendrás? Quiero que salgamos de nuevo.

—Hem, sí, yo... —Se detiene al sentir la mirada de Bryan sobre él— Yo tengo que irme, hablamos luego, ¿sí?

—Bueno, te quiero Freck.

—Sí, sí, yo también. —Termina la llamada.

Freddy gira su rostro y ve que Bryan cierra sus ojos al instante, solamente sonríe.

—Noté que me estabas observando. —Besa sus labios.

—¿Con quién estabas hablando?

—Buenos días Bryan, yo amanecí bien, gracias por preguntar. —Dice con cierto sarcasmo tratando de evitar la pregunta. 

—Alfredo. —Dice y se cruza de brazos— ¿Con quién estabas hablando?

—Con nadie importante. 

—Le dijiste que también la/lo querías. 

—Era mi hermano, ¿no puedo decirle que también lo quiero? —Mintió.

Bryan guardó silencio por unos segundos.

  —Perdón, es que desde que te vi besándote con... —Freddy lo interrumpe.

  —No pidas perdón, entiendo en ese caso. 

El teléfono de Freddy vibró, era un mensaje, Bryan lo notó.

  —¿Tu hermano?

Freddy se limitó a contestar y solamente asintió. Realmente era un mensaje de Joey que decía: "¿Sí saldremos cuando regreses?"  Freddy pensó su respuesta y solamente escribió: "¿Por qué no?". Volvió a la realidad cuando escuchó a Bryan toser falsamente para tener su atención. 

—¿Y qué haremos hoy? Recuerda que mañana debo irme.  

—Primero tomaré una ducha, y tu también, y saldremos. 

Ambos toman una ducha, por separado claro, Freddy se negó a bañarse con Bryan por lo que tuvieron una pequeña discusión. 

ㅤ
(—Báñate primero, luego sigo yo. —Dijo sin quitar la vista de su teléfono. 

 —Vamos Freddy, báñate conmigo, por favor. —Dijo en tono suplicante.

—No es no, Bryan. —Dijo mientras escribía en su teléfono.

—Desde que recibiste esa llamada y ese mensaje te haz estado comportando raro, no me prestas atención, eres como el niño que te mencioné. —Dijo con simpleza— No esperaba eso de ti, creí que no me querías solo para sexo y después me tratarías como cualquiera, creí que querías algo serio conmigo. Pero creo que me equivoqué.

—No me compares con niños de antes, no soy como ellos. 

—Pues estás siendo como ellos.