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"Para apreciar la luz, hay que conocer la oscuridad."

El rizado se encontraba dentro de la camioneta, con la cabeza recargada en la ventana, tenía la vista perdida, tenía un cigarrillo entre sus dedos; este estaba encendido, Freddy apenas daba unas caladas a este, realmente no tenía ganas de hacer nada no si sabía que quizás no había posibilidad de encontrar a Bryan. 

—Fui un idiota al dejarlo solo, ¿verdad? ¿A quién en su jodida vida se le va a ocurrir dejar al amor de su vida solo, sabiendo que está en peligro? ¡A nadie! Soy un completo estúpido.

—Deja de echarte la culpa, ellos ya te dijeron que pasa muy seguido, no fue tu culpa.  

—Ashley, si no lo hubiera dejado solo esto no estuviera pasando. 

—Por algo pasan las cosas, Freddy.

—La verdad no quisiera que esto estuviera pasando, tengo miedo. 

La rubia se limitó a contestar, soltó un pequeño suspiro de igual manera que Freddy; recargó su cabeza en la ventana.  

—No te eches más la culpa y deja ese maldito cigarro ya. 

—No puedo, el cigarro me tranquiliza. 

—Si Bryan estuviera aquí ya te hubiera obligado a dejarlo.

—Pero no lo está.  

La rubia asiente ligeramente con la cabeza mientras que suelta un pequeño suspiro, relame un poco sus labios para después susurrar.

—Lo encontraremos.

—Lo haremos.

El auto fue encendido, se puso en marcha hacia donde creían y estaban seguro que se encontraba Bryan.

—Nunca intentamos llamarle.

—Yo lo haré, Ashley.

La rubia asiente ligeramente con la cabeza, Freddy sacó su teléfono y le marcó a Bryan, este contestó al instante haciendo sentir más tranquilo a Freddy porque sabía que al menos estaba vivo. 

—Bry, ¿dónde chingados estás? —pregunta el rizado con cierto enojo—.

—Freddy, solamente ven aquí a la casa de enfrente, sólo tú. Por favor —la voz del castaño era entrecortada, lo que hizo preocupar más al rizado—. 

—Iré de inmediato, Bry, todo estará bien, todo lo estará —susurraba el rizado tratando de tranquilizar al menor—.

—Cállate y ven, rápido, por favor —habló el menor en tono asustado y entre pequeños sollozos—.

Freddy cortó la llamada, bajo del auto de manera rápida seguido de él bajó Ashley preocupada por la acción tan repentina del mayor y al ver que corría de manera rápida hacia la casa de enfrente fue detrás de él.

—¡Freddy! ¿A dónde mierda vas?

—No me sigas, yo iré solo.

Tres grandulones fueron detrás de Freddy, este hizo una seña con la mano para que se detuvieran, al estar frente al lugar antes mencionado pasó saliva con un poco de dificultad, caminó hasta la puerta del frente y abrió esta con mucho cuidado, sentía como sus ojos ardían, como su respiración estaba dificultosa y todo por tener la imagen de Bryan con las mejillas rojizas y ojos un poco hinchados debido al llanto, atado a una silla de pies y manos.

Olvidó por un minuto el peligro que podría correr por el simple de ir hacia Bryan, lo hizo, fue con él, lo tomo de las mejillas y observó su rostro con mucha atención, negó varias veces con la cabeza para después depositar un pequeño beso en los labios del menor, se sobresaltó al escuchar una voz detrás de él, se colocó de pie manteniéndose frente a Bryan.

—Es de muy mala educación que entres sin tocar, Alfredo.

Freddy no podía reconocer a la persona debido a la poca iluminación del lugar, forzaba su vista pero no lograba ver nada, sacudió su cabeza varias veces y trató de sonar serio.

—¿Qué quieres? ¿Por qué tanto daño hacia él? —señaló refiriéndose a Bryan, soltó un pequeño suspiro y bajó un poco su mirada—. Sea lo que quieras te lo daré, te daré lo que quieras; pero dejas ir a Bryan.

—¿Estás seguro de eso? —alza una de sus cejas, suelta una risa burlona y niega con la cabeza—.

—Créeme que haría cualquier cosa por este hermoso niño.

—Pues, no se hará lo que tú digas.

El sujeto chasqueo los dedos dándole señal a sus trabajadores, estos tomaron a Freddy por sus brazos evitando que pudiera soltarse del agarre, lo separaron de Bryan para colocarlo en la posición del principio, este se removía demasiado mientras mantenía su vista fija en Bryan.

—¡Sueltame idiota! ¡Bryan! ¡Mierda! —gritaba Freddy lo más algo que podía mientras que continuaba removiéndose tratando de soltarse del agarre—.

El menor solamente soltaba lágrimas al no poder hacer algo al respecto, se sentía un completo idiota al estar ahí amarrado a la silla observando como su 'chico' trataba de hacer algo para poder ir con él y segundos después comenzó a negar varias veces con la cabeza.

Freddy detuvo sus intentos de soltarse del agarre para fijar su vista en el castaño, se mantuvo en silencio al escuchar los sollozos de parte de su novio, mantuvo una expresión triste en su rostro y soltó un pequeño suspiro.

—Todo estará bien, nene —susurraba Freddy varias veces tratando de así tranquilizar un poco a Bryan—. Tú no tienes de qué preocuparte, sólo cierra los ojos y piensa en cosas buenas, por favor, mi niño bonito.

Bryan hizo caso a Freddy, cerró sus ojos para después soltar un pequeño suspiro, trato de tranquilizarse un poco deteniendo el llanto, soltaba varios suspiros entre cortados y formó una pequeña sonrisa de lado al lograr tranquilizarse.

Pero Bryan nunca imaginó que esa petición de Freddy sería quizás; lo peor para él al abrir sus ojos.

She? »Breddy Meyva«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora