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Sábado por la mañana y no hayaba que hacer, era el sábado más aburrido de toda su vida.

Su teléfono vibró.


"Jos: 'Hey, Freddy. ¿Quieres ir al parque? Iremos a ver chicas;D Estoy aburrido y no tengo nada qué hacer. ¿Qué dices?'

Freddy: '¿Alonso no contesta tus mensajes?'

Jos: 'No, pero eso no importa. ¿Vas?'

Freddy: 'Te veo haya en cinco.'"


Tomó una chaqueta y salió de su casa. Como lo dijo, en cinco minutos llegó al parque, buscó con la vista a su amigo, lo encontró, caminó hasta él.

—¡Hey! Jos. —Dice haciendo que el ojimiel diera un brinquito.

—No molestes Freddy.

—Pero tú me escribiste. —Notó la poca importancia que el ojimiel le prestaba— Bien. ¿Con quién está Alonso?

—Está con una chica, se mira muy cariñoso con ella, al parecer no le queda claro que es mío.

—Olvidó que es homosexual y olvidó a su "Daddy". —Hace comillas con sus dedos.

—Hay que acercarnos, están en una cafetería, entraremos normal como si no los hubiéramos visto y ¡bum! Me llevo a Alonso para su castigo.

—Pobre chico tiene que...

No puedo terminar su frase ya que Jos lo había jalado de un movimiento brusco, gruñó en bajo y siguió caminando junto al ojimiel.

Entraron a la cafetería normal, Jos empezó a hablar fuerte con tal de que Alonso lo escuchara, Freddy solamente le sonreía y/o asentía con un movimiento de cabeza, en esos instantes Jos parecía un loco.

—Jos, hermano tranquilizate.

—Me ignora Freddy. ¿Cómo quieres...?

Alguien cubrió sus ojos.

—No te ignoro Jossy. —Susurra en su oído.

—Tendrás un castigo.

El menor al instante descubrió sus ojos.

—¿P-por qué Daddy?

—Porque estás con una mujer y no me contestas.

—Y-yo no tengo mi teléfono conmigo, lo olvidé en casa, perdón Daddy.

—¿Y ella?

—E-es una amiga, la conocí hoy Daddy, es muy agradable.

—Deja de decirle "Daddy". —Dijo para después ir a ordenar algo.

La castaña saluda con un movimiento de mano.

—Si gustas toma asiento con nosotros. —Mencionó la castaña— Quisiera conocerte más, Alonso me ha hablado de ti.

Jos dirige su mirada hasta Alonso.

—Bien gatito, te haz librado de castigo hoy.

El menor sonrió anchamente.

—Jos, ¿vas a pedir...? —Hizo una pausa— ¿Quién es la chica?

—Es mi amiga. —Dijo alegre— En realidad es hombre, pero shhh. —Susurró.

Freddy tomó asiento junto a la castaña ignorando completamente al rubio.

—Hola, déjame decirte que eres muy linda.

La castaña se sonrojo.

—Gracias querido pero si con eso crees que me tendrás gimiendo tu nombre estás mal.

Jos se hecho a reír.

—Vámonos Alonso. —Dice entre risas— Dejemos que se conozcan más.

—¿Podemos quedarnos cinco minutos más Daddy?

—No.

—Bien, adiós chicos. —Se despide con un movimiento de mano.

Freddy y la chica, cuyo nombre aún no sabe, quedaron solos.

—¿Quieres empezar contándome algo de tu vida?

—Claro, ¿qué quieres que te cuente?

—Hum. La verdad...

El teléfono de la castaña vibró.

—Disculpa, tengo que atender.

—Tranquila.

Atiende el teléfono y finaliza la llamada.

—¿Y bien? ¿En qué estábamos?

—Mira, me encantaría que nos conociéramos más, pero mi madre necesita de mi ayuda en casa. ¿Te parece si nos vemos mañana a esta hora aquí?

—Claro.

—Gracias, nos vemos.

—Adiós.

—Adiós.

Le da un beso en la mejilla a Freddy y se retira.

—¿Cómo carajos terminé enamorandome de una chica? —Suspira.

Freddy salió de la cafetería y caminó hasta su casa, finalmente llegó.

—¡Mamaaaaaa!

Se tumba en el sofá.

—¿Qué pasa hijo?

Estoy enamorado.

—¿Cómo se llama el chico? —Dijo sin prestar demasiada atención.

Ya era costumbre que Freddy llegara a su casa y dijera que estaba enamorado, pero al fin y al cabo a la semana ya había olvidado al chico.

—Es chica, bueno la miro como chica pero tiene rasgos de hombre.

Apagó el televisor y miró a su hijo sorprendida.

—¿Hablas en serio? ¿O es una broma?

—No es broma. —Suspira pesadamente— La conocí hoy, ¿conoces al novio de Jos?

—Sí.

—Pues es amiga de él, salí con Jos y los encontramos hablando y, obviamente, Jos se enojó.

—¿Cuándo no? Ese chiquillo es muy celoso y posesivo si se trata del rubio.

—Sí, lo sé. Me llevó hasta esa cafetería solo para reclamarle para que al final terminarán yéndose del lugar, dejándonos solos a mí y a la chica. No la conozco tan bien, pero tiene algo que me vuelve loco.

—¿Qué es ese algo?

—No lo sé.

Su hermano, Israel, llegó.

—¡Que a Freddy le gusta una chica! ¡Que pare todo el mundo! ¡Esto no pasa todos los días! ¡Pidan un deseo!

—¡Israel! —Dice entre risas— Será el fin del mundo, no habrá tiempo para pedir deseos.

—Mamaaaaa.

Ambos se hechan a reír.

—Lo siento. —Dice intentando calmar las risas— Ahora, eso está bien hijo, tal vez tu atracción por los hombres vaya disminuyendo y te estén empezando a gustar las niñas.

—Creo que es porque varios me rechazan y no mantengo una relación estable con ningún hombre, quizá sea una señal.

—Bien, es tú vida sabrás qué hacer con ella.

—Eso creo. —Suspira pesadamente— Gracias ma'.

—De nada hijo.

Se envuelven en un cálido abrazo.

She? »Breddy Meyva«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora