《 Alex Karev 》

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Mi primer día de trabajo como Interna en el Seattle Grace Hospital. Me había despertado temprano, me había dado una ducha relajante y me había dado tiempo a desayunar con calma. Llegué al Hospital y me fui directa a los vestuarios para cambiarme. 

-¿El mismo vestuario para hombres y mujeres? -pregunté sorprendida, ya que no me lo esperaba- No me lo puedo creer. 

-¿Algún complejo que ocultar? -me respondió un chico que estaba cambiándose en la taquilla de enfrente- Así a primera vista no te encuentro ninguno, pero siempre está la opción de quitarte la ropa y ayudarte. 

Debía reconocerlo. Estaba potente. Sus ojos incitaban a cosas lascivas y su sonrisa retorcida le daba un aire de peligrosidad. Conocía a los tíos así y era mejor evitarlos. 

-Buena idea -dije emocionada- Serás la última persona a la que llame para que me ayude. 

De fondo empezamos a escuchar voces hablando. 

-Te ha dado en todo el ego, Karev -comentó una chica con rasgos asiáticos, entonces me miró- Me caes bien. Soy Cristina. 

Después de todas las presentaciones con mis compañeros, supe la identidad de ese chico, Alex Karev. Intercambiamos una conversación en los vestuarios y entonces fuimos con nuestra Cirujana Residente. Miranda Bailey, aka La Nazi. 

Estaba explicando sus cinco reglas y estaba prestando atención hasta que me fijé en un Cirujano que acababa de salir de la habitación de un paciente. Derek Shepherd. Él estaba hablando con otro médico hasta que levantó la mirada y me vio. Yo, disimuladamente miré hacia atrás. Sabía que me había visto, pero aún así intenté disimular. 

-¡Drake! -alzó la voz Bailey- ¿Te estoy aburriendo?

La miré directamente, aunque de reojo podía ver como Derek seguía mirándome. 

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Estaba de camino a la habitación de un paciente cuando noté que alguien me cogía del brazo y me arrastraba hacia el interior de una habitación pequeña. Era una sala de descanso. Al ver quién era, agaché la cabeza.

-¿Que haces aquí? 

-Bueno, ¿a ti que te parece Dr. Shepherd?

-¿Ironía? -replicó- Tan típico de ti. 

Tenía ambas manos apoyadas en su cadera y me estaba mirando con la mirada de padre, aunque no lo fuese. Parecía que me estaba echando la bronca. 

-¿Lo sabe? -me preguntó.

-No Derek, no lo sabe y tú no vas a contárselo. 

-¿Me lo vas a impedir? 

-Escúchame -dije pacífica- Déjame enseñarte de que soy capaz. Una semana. Entonces, tú decides si quieres contárselo o no. 

Él suspiró profundamente y asintió ligeramente. Acto seguido, salí de la habitación.

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Días más tarde, todo seguía normal. Mi relación con mis compañeros era buena, en especial mi relación con Alex. Me había demostrado que no era el típico tío con el que estaba acostumbrada a salir y que él era mucho más, que tenía un corazón debajo de esa fachada. Tenía esperanzas de tener una relación con Alex. 

Esta vez estaba en el ascensor subiendo a otra planta y Derek estaba a mi lado. Hablábamos normal, hasta que rápidamente, antes de que se cerraran las puertas del ascensor, Alex y Meredith entraron. Derek y yo intercambiamos una mirada rápida, y después les miramos. Las puertas del ascensor se cerraron y en cuanto el ascensor empezó a subir un poco, Meredith le dio al botón de STOP. 

-¿Que pasa entre vosotros? -preguntó Alex. 

-Nada -respondimos los dos a la vez. 

-Eso no es lo que parece -criticó Meredith- Derek, no me creo que seas capaz de hacer esto.

-¿Hacer el qué? -preguntó confundido.

-Y tú.. -me miró Alex- creía que teníamos algo. Iba a invitarte a salir esta noche. 

-Ni de coña -saltó Derek mirándome y poniéndome de nuevo esa cara de padre- No vas a salir con Karev.

-¿Te importa mucho con quién salga? -respondí yo. 

-Debería hacerlo ya que estás saliendo con él -dijo Meredith indignada.

Todos nos callamos después de eso. Derek y yo nos miramos serios durante un par de segundos y automáticamente nos echamos a reír. Meredith y Alex se miraron confundidos. Derek y yo seguíamos riéndonos sin poder parar. 

-¿Crees.. crees que estoy con ella? -preguntó Derek entre risas. 

Meredith asintió ligeramente con la cabeza. Eso provocó que nos riésemos aún más. 

-Derek es mi hermano mayor -resumí- Apellidos diferentes, padres diferentes, la misma madre. 

Ambos suspiraron con tranquilidad y alivio. Derek se acercó a Meredith y colocó sus manos en la cintura de la chica. 

-Sólo estoy contigo.. -susurró mi hermano.

Ella asintió y se lanzó a besarle. Alex y yo nos miramos incómodos. Obviamente los dos teníamos ganas de besarnos, pero no era el momento adecuado. 

-¿Puedes darle..? -le dije incómodamente. 

-Ah, sí -asintió él y le dio de nuevo al botón de STOP para así desbloquearlo.

-Gracias -respondí con una sonrisa- Y por cierto, a lo de la cita, acepto. 

-No, no, no -negó mi hermano, entonces miró a Alex- ¿Cuáles son tus intenciones con mi hermana? 

Alex cerró la boca de golpe. Derek le estaba mirando de una manera amenazadora. Yo le di un golpe al hombre de mi hermano y acto seguido coloqué mi mano en la parte baja de la espalda de Alex. 

-Le estás asustando -exclamé.

-Bien, está funcionando -respondió sin apartar la mirada de Alex.

Las puertas del ascensor se abrieron y Alex y yo salimos juntos de allí, pero antes de poder marcharnos Derek lo llamó desde la distancia. 

-Te estoy observando, Karev. 


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