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《 Carl Gallagher 》

Día 137 en el reformatorio. Día 137 siguiendo la misma rutina. Levantarse a primera hora de la mañana, ducharse y prepararse y después empezar los talleres. Por suerte, mi compañera de habitación, Lyana y yo nos llevábamos bien. De hecho, era como una mejor amiga. El primer día en el que entré me encontró pálida y asustada en un rincón del patio. Tenía miedo de mirar o de moverme. No sabía lo que me esperaba allí. Ella se acercó a mi y me protegió, eso poco a poco, me quitó la timidez. 

-¿Has visto al nuevo? -me dio un golpe con el codo en el brazo. 

En nuestro descanso, compartíamos el patio con el módulo de los chicos. Era un reformatorio en el que habían dos módulos separados; chicos y chicas. A la hora del patio, nos encontrábamos y compartíamos los 30 minutos. 

Ella me señaló a un chico. Debería tener mi edad. Era bastante atractivo. Lo que me llamó la atención era que para ser el primer día ya estaba en un grupo y no era cualquier grupo. Era uno de los grupos más potentes. 

-Es mono, ¿no crees? -preguntó mi amiga.

Yo, que seguía mirándole, asentí con la cabeza. En un momento, el chico se giró hacia mi y me vio por primera vez. Rápidamente aparté la mirada de él, intentando disimular, pero me había pillado. Segundos después volví a mirar. Me estaba mirando con una sonrisa de lado. 

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Había pasado una semana. Día 144 de 180. Ya quedaba menos para salir a la calle y volver a mi vida. Aunque, en realidad, no tenía muchas ganas de hacerlo. De volver a enfrentarme al mismo día a día. 

-¡Eh Drake! 

Me llamó la atención uno de los chicos que había en el reformatorio y con el que siempre había tenido una pequeña rivalidad, Mark Williams. Me giré y me crucé de brazos. Él sonrió a sus amigos, se levantó y se acercó a nosotras con seguridad. 

-¿Que te parece si nos vamos a ese rincón de ahí y me demuestras las habilidades que has heredado de tu madre? -soltó. Él se giró a mirar a sus amigos y todos empezaron a reír. 

-¿Que has dicho? -me enfrenté a él. 

-Vamos, ya sabes lo que se comenta de ti -respondió con la misma sonrisa- ¿Por qué no demuestras que estoy en lo cierto? 

-¿Por qué no te rompo la cara? -dijo una voz a mis espaldas. 

Yo me giré y vi al chico nuevo acercándose a nosotros con seguridad y chulería. Ni siquiera me miró, se colocó delante de mí para así quedar a pocos centímetros de Mark. Él volvió a mirar a sus amigos, que seguían animándole. 

-Apártate -ordenó Mark.

Mark intentó acercarse de nuevo a mi por otro lado, pero el chico se movió y volvió a colocarse delante impidiéndole el paso. 

-No estoy hablando contigo -intentó Mark. 

-A partir de ahora sí -respondió, entonces se acercó aún más y le miró intimidante- Si vuelves a decirle algo, cualquier cosa, te enfrentarás a mí y a mi gente cada vez que lo hagas. 

Mark apretó la mandíbula y se dio la vuelta para volver con sus amigos. Segundos después, el chicos se giró y me miró con una sonrisa satisfactoria. 

-De nada -fue lo primero que dijo. 

-Nadie te ha pedido que me defiendas -hablé orgullosa- Tampoco es que te importase mucho.

-Carl Gallagher -se presentó, ignorando lo que yo le había dicho. 

-Está bien, malote -me crucé de brazos- ¿Que quieres? 

-¿Sería mucho pedir un beso? -preguntó con valentía. 

-Te diré mi nombre y ya es mucho -no puedo evitar reírme- Carla Drake. 

-¡Carla! -exclamó- Tenemos nombres parecidos. ¿Sabes que significa? 

-Sorpréndeme.

-Que estamos destinados. 

Volví a reírme y eso provocaba que él sonriese aún más. ¿Me estaba empezando a gustar? En ese momento sonó el timbre, era hora de volver dentro. 

-¿Nos vemos mañana? -preguntó él- Si estás dispuesta a soportarme. 

-Sí -asentí- Creo que sí. 

Antes de irse cada uno por su lado nos miramos por última vez. Él seguía con sus sonrisa y esta vez, añadió un guiño de ojo. Yo volví a mi habitación pensando en Carl y en lo que pasaría al día siguiente. 

·Imagina dedicado a @srtadobre2610