Capítulo 17

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Sentí una fuerte presión sobre mi costado izquierdo, alguien me sujetaba con fuerzas y yo no estaba muy cómoda.
Abrí mis ojos poco a poco ya que la luz que entraba por la ventana me cegaba cada vez que quería abrirlos completamente.

Una vez abiertos en mi campo de vista apareció la habitación de hotel de Harry y a Hércules observándonos.
Giré mi rostro para ver a Harry quien tenía los labios ligeramente abiertos y su cabello alborotado sobre su frente.

—Harry, tengo que irme —hablé, pero mi voz salió casi inaudible, así que sacudí el brazo de Harry que impedía que moviera mi dorso.

—Cinco minutos más por favor —se quejó con su voz mañanera.

—No Harold, debo irme, no le avisé a Geremy debe estar muy preocupado —volví a insistir y como pude quité el brazo de encima mio, caminé a la mesa y tomé mi celular donde vi que tenía unas quince llamadas perdidas de Geremy. De inmediato le envié un mensaje y solté aire pesadamente.

—¿Ya le marcaste? —preguntó Harry desde la cama.

Joder ¿desde cuándo Harry Styles se ve tan jodidamente bien por las mañanas?

—Uuhm, le envié un mensaje —logré decir y seguido de eso tragué saliva, debo remarcar que ya se había quedado en mi casa, pero nada comparado con esto.

Era un Harry sin camisa.
Un Harry en un simple pantalón de pijama.
Con su torso a la vista.
Con sus múltiples tatuajes.

Los que me hacían recordar al viejo Harry tan despreocupado, porque el de ahora se viste de una manera tan formal que a veces lo desconozco. Aunque claro, todo le queda a la perfección a Harry Styles.

—¿Pasa algo? —me preguntó y una vez más su voz sonó ronca. Carraspeó la garganta y luego me sonrió.

—No, nada... Yo ya me voy —dije un poco bajo buscando mi ropa con la mirada.

—No te vayas —se sentó sobre la cama y me tomó por las manos.

—Tengo que ir a mi casa ¿sabes? —respondí.

—Hoy es día de descanso, quedémonos aquí, solos, tú, yo, una buena película, por favor —rogó con su voz y con sus ojos.

—Tengo varias cosas que hacer —respondí y me intenté soltar de él, pero me atrajo más hacia él, me tomó por la cintura y yo posicioné mis dos manos sobre su cuello, jugando con sus cabellos que caían por detrás.

—Deberías dejar de hacerlas —susurró e hizo que me sentara sobre su regazo.

Nós quedamos en silencio pero sin dejar de mirarnos a los ojos, el cosquilleo en mi estómago comenzó recordándome lo mucho que quería a Harry, una de sus manos viajó fugazmente a mi mejilla y comenzó a acariciarla, poco a poco pasó a mis labios y los acarició tan delicadamente que con cada roce me hacía sentía un placer indescriptible, me apegó más a él atrayendome a rostro mientras una de sus manos acariciaba mi pierna desnuda ya que yo sólo vestía una playera de él. Sentía el quemar de su palma contra mi muslo al mismo tiempo que sus ojos se fundían con los míos, sin poder frenarme me acerqué a su rostro y coloqué mis labios sobre los de él, de inmediato el beso comenzó a tener ritmo, su lengua pasó mi labio inferior lentamente para después pedir la entrada a mi boca el cual fue de inmediato cedido.
El beso no había sido frenado hasta que Harry tiró delicadamente con sus dientes de mi labio inferior haciendo que por mi parte saliera un leve gemido lo que causó que en el rostro de Harry se dibujara una sonrisa de lado, me acerqué más a él ya que lo necesitaba realmente, aunque me era casi imposible por las dimensiones de mi barriga; nós separamos para recuperar el aliento, pegamos nuestras frentes mientras nuestras respiraciones se mezclaban por la poca distancia que había entre nuestras bocas.
Una vez más comenzó la danza de nuestras lenguas, el beso se intensificaba con el pasar de los segundos. Mis manos estaban inquietas por lo que solo se enredaban con el cabello ya un poco sudado de Harry. Las manos de él pasaban de mis mejillas a recorrer toda mi espalda y de vez en cuando mis muslos nuevamente.

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