#Capítulo 2

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Me quedé estupefacto al momento en que Miley terminó de hablar. Ella me miraba con cierta curiosidad para averiguar lo antes posible lo que pasaba por mi mente en aquellos momentos. Yo quería dar un paso atrás, girar y salir corriendo, tomar el primer vuelo y desaparecer por siempre, me jode que apenas me voy dando cuenta de esto.

—Miley ¿Por qué no me lo dijiste antes? —pregunté una vez que ya estaba más tranquilo.

—Harry, yo estaba asustada, tú estabas muy mal y no creía que fuera a ser bueno decirte —comenzó a contarme torpemente.

—Bueno... ¿pero estás segura qué es mio? —volví a preguntar esperando a que la rubia me dijera que todo era una broma.

—Que si Harry ¿qué tengo que hacer para que me creas? —preguntó "una prueba de paternidad ¿quizá?" pensé de inmediato pero ese pensamiento se borró a la misma velocidad.

—Nada Miley, yo te creo y está bien... Te ayudaré en todo, tú vendrás conmigo a Australia. Estuve involucrado en eso y te debo corresponder —respondí de manera tranquila.

—Harry, simplemente no quiero que te veas forzado a que estas unido a mi de alguna manera, yo quiero que todo sea normal, como amigos ¿comprendes? —habla ella con total sutileza, se le veía muy cambiada a Miley.

—Si, sabes que, como sea... Las cosas se darán y el bebé debe vernos unidos, sólo por él no hay que pelear ni tener problemas, amigos está bien —dije yo pero sin pensar mucho lo que salía por mis labios.

Miley se fue después de un ligero almuerzo que tuvimos y después la acompañé al hotel en el que se quedaba, no muy lejos de mi casa por cierto.

...

Pasaba el lápiz por toda la hoja sin siquiera pensar que hacer con esos dos instrumentos. Mi mente estaba demasiado ocupada, no sabía verdaderamente lo que era tener un bebé.

—¿Harry estás bien? Has estado muy extraño toda la mañana —me volvió a preguntar Julieta quien ya tenía una cabaña dibujada en su hoja.

—Si estoy bien —dije sin ganas sin mirarla.

—Joder Harry, sabes que puedes decirme lo que sea, para eso estoy contigo, tú me agradas demasiado y lo sabes, tú más que nadie sabe porque te aguanto tantas cosas —insistió.

—Julieta, deja de joderme la vida, yo te deje muy en claro que no somos nada, te deje en claro que si tenía estos pequeños teatros no estarías preguntando, porque sé como eres, por eso te lo advertí, te advertí que conmigo no ibas a ser feliz porque... Yo no te amo —dije sin pensar; me sentí terrible al mirarla porque sus ojos estaban cristalizados, pero es que ella suele ser insoportable para mi persona, yo sé que no debí tratarla así ya que ha sido la única persona en mi vida desde que sucedió lo que sucedió.
—Julieta, te pido una disculpa —hablé en cuanto me di cuenta de mi error.

—Solo cállate —dijo y terminó de poner detalles a su dibujo para después llevárselo a la maestra y salir del aula.

—La has cagado Styles —me habló el chico de un lado mio, al cual nunca le había tomado importancia hasta ese momento.

—¿quieres que destroce tu dentadura? —susurré y apreté mis puños.

—Harry, contrólate

—Entonces cierra la boca —golpeé la mesa y todos voltearon a verme incluyendo a la maestra.

La cual no estuvo muy contenta por aquel estruendoso sonido. Me hizo salir de la clase y que la esperara afuera. Al terminar la clase le expliqué que me había molestado y que de no haber golpeado la mesa hubiera golpeado al sujeto que estaba a mi lado, la maestra pareció comprender, aunque un poco alarmada me dio una tarjeta con el nombre de una psicóloga ¿yo para qué carajos quiero esto? Pensé e hice una bola con la tarjeta y la tire a la basura.
Me dediqué a buscar a Julieta, no tardé mucho en encontrarla ya que al parecer se había puesto en ese lugar para que yo la buscara.

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