La vida en las manadas no son fáciles, y eso lo puede demostrar Yuuri Katsuki quien al ver arruinada su vida vuelve a tener un comienzo de esta, sin embargo, con la persona equivocada.
Yuuri buscará la verdad en aquellos ojos color lila y el amor e...
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Desde aquel día, la manada Katsuki decidió junto la manada Nikiforov poner guardias en los bosques cercanos, y seguridad extrema para que ningún lobo desconocido entrara y se viera con su pequeño Yuuri.
Evitarían cualquier contacto con aquel niño, así su pequeño no sufriría. O eso querían pensar.
Habían pasado 5 años y nuestro pequeño cachorro tendría su fiesta y una ceremonia que indicaba un nuevo ciclo en su vida, el saber si es omega, beta o alfa. Todos estaban ansiosos, sobre todo el pequeño Victor Nikiforov podría estar cerca de su pequeño destinado.
Victor había sido el primero en despertar en su casa, y con la sonrisa de oreja a oreja emocionada corrió hasta la habitación de su hermano mayor, se lanzo encima de él y con alegría le grito en su cara:
— ¡Hoy por fin Yuuri va ser mío!— grito alegre mientras brincaba la cama de su hermano quien apenas podía sentarse. Ver a su pequeño hermano emocionado le alegraba, sin embargo estaba la curiosidad lo mataba. ¿Que pasaría si su pequeño destinado resultaba ser omega? Victor tendría que cuidar muy bien al pequeño Katsuki.— ¿Que me debería poner? Esta semana estaré en la mansión de los Katsuki y veré a mi pequeño hacer cosas hermosas, estoy seguro de aquello.
Jantel agarro a su hermano del brazo y con mirada seria le pidió un favor.
— Recuérdale a Mari que la amo con toda mi alma y...— el mayor se detuvo al mirar a Victor soltar una risa picarona.— Por favor, y quita esa cara... Que me das miedo.
Jantel era un joven apuesto que había heredado la belleza de su madre, su cabello rubio con un corte elegante, aunque en las mañanas no lo demostrara, y esos ojos color verde de su padre hacían suspirar a cualquiera que lo viera, sus labios rosados y su piel pálida era lo que le gustaba a Mari, aquellos alfas realmente se amaban.
Victor por su lado saco la extrema seducción de su padre, su cabello plateado como el del alfa mayor, era largo, suave, y bien cuidado y sus ojos azules de su madre le completaba la belleza seductora de aquel niño de solo 8 años.
— Mmm, estoy seguro de que Mari estará muy contenta de aquel mensaje.— comento el peli plateado con la típica sonrisa de corazón de su madre.
— ¡Victor, Victor!— se escuchaba por los pasillos el sonido de unos tacones retumbar en el suelo de su mansión. Los hermanos se miraron hasta ver, cómo una mujer de aspecto fuerte abría violentamente la puerta haciendo estremecer a los hermanos.— ¿Por que aun no te has bañado? Estas sucio, Yuuri no querrá verte sucio.
Lilia Baranovskaya, una alfa de sangre mestiza era la mejor amiga de su padre, junto con su esposo Yakov Feltsman ellos se encargaban de darle educación a todos los hijos de las manadas importantes. Cosa que agradecían ya que su única hija se encontraba en una de las mejores escuelas de la ciudad de la alfa Chulanon.
— ¿Yuuri? ¿Yuuri no querrá verme? — Victor se paró rápidamente y corriendo con Lilia le agarró su vestido.— Tengo que bañarme, Yuuri tiene que verme, al igual que yo tengo que verlo.
