La vida en las manadas no son fáciles, y eso lo puede demostrar Yuuri Katsuki quien al ver arruinada su vida vuelve a tener un comienzo de esta, sin embargo, con la persona equivocada.
Yuuri buscará la verdad en aquellos ojos color lila y el amor e...
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Yuuri abrió sus ojos y mirando a su alrededor se sentó en su cama mientras acariciaba sus hombros, para después levantarse y caminar hasta el baño de su habitación, prendió la luz, se acercó al lavamanos y mirando su reflejo en el espejo hizo una mueca. No podía estar tranquilo, a pesar de estar nuevamente con su familia algo le inquietaba, cerró la puerta del baño mientras iba directo al retrete para hacer sus necesidades. Lavó sus manos con jabón y secándolas con una toalla nuevamente se miró en el espejo, a pesar de los ejercicios y el hecho de ser un excelente Lobo con habilidades geniales, su rostro era muy "gordo". Dejo la toalla a un lado y tomando sus mejillas los estiro.
- Parezco un algodón.- susurró mientras le daba la espalda al lavamanos y abría la puerta para caminar nuevamente hasta su cama.
Se sentó en ella para tomar la fotografía que había en la mesita de noche sonrió ligeramente, y miró la ventana mientras abrazaba el cuadro, cuando en un suspiro susurro:
- Yaroslav...- se acostó en su cama abrazando la fotografía, cerró los ojos, dándole la espalda a la ventana vio a Victor, quien se encontraba acostado a lado de él.
Su destinado se había negado esperar al día siguiente, su excusa, "Perdí mucho tiempo, ahora quiero estar con mi Yuuri, si no lloraré." Sonrió al último por recordar las palabras de Victor. Podía ser muy infantil en ocasiones pero cuando se trataba de situaciones fuertes, cambiaba rápidamente y su seriedad era increíble.
Yuuri, respiro hondo y estirando su cuerpo para dejar la fotografía, la cual eran ellos dos en su cumpleaños número 5 de Yuuri, abrazados. Soltó el aire que había acumulado en sus pulmones y acercándose más a Victor vio su rostro. Era sumamente atractivo, su cabello caía por su rostro mientras sus pestañas peli plateadas se mezclaban con sus cabellos, su nariz respingona estaba decorada con un leve sonrojo que lo hacía ver muy adorable; sus labios eran rosados, suaves y carnosos, le llamaba la atención que sus labios se estaban partiendo, "Debe ser por el frío" pensó Yuuri mientras jalaba más la cobija para tapar hasta los hombros a Victor. Sonrió al recordar como Victor se había quitado su camisa y su pantalón diciendo que prefería dormir así para sentir su piel sobre la suya.
Yuuri suspiro y llevando su cálida mano a la ceja del mayor comenzó a peinarla, sintiendo la suavidad de estas sobre las yemas de sus dedos. No tardo mucho para sentir los brazos de Victor rodear su cintura y acercarlo más a él. Yuuri se sonrojó al ver los hermosos ojos azul turquesa de su destinado, que lo miraban atentamente.
- Estas bellísimo Yuuri.- susurró con voz ronca el pelo plateado para ver a su pequeño omega desfallecer en sus brazos por la vergüenza de aquellas palabras.- Jaja, eres tan tierno mi niño.- dijo para acercar el rostro de Yuuri a su cuello dejando que él omega oliera las feromonas que comenzaba a liberar.
- Vitya... me gustaría conocerte...- susurró Yuuri. Se acurruco en el pecho del alfa y cerrando sus ojos dijo para finalizar.- Quiero ser alguien que mereces...
