Dos caras (especial Otabek)

439 63 1
                                    

Desde chico, soñé con encontrar a mi destinado, conocerlo, amarnos y tener una familia linda y querida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desde chico, soñé con encontrar a mi destinado, conocerlo, amarnos y tener una familia linda y querida. Sin embargo todas esas ideas desaparecieron cuando llegó, aquel niño de ojos rasgados, pálido, de cabello negro como la noche en la que llegó. Estaba débil, mi padre había dicho que no iba a sobrevivir, estaba helado, su cuerpo temblaba y sus mejillas estaban coloradas, no teníamos otra opción que resguardarlo en nuestra casa, no podíamos dejarlo en la fría noche y simplemente dejarlo morir. Lo llevamos a mi habitación y cubriéndolo con todo tipo de cobijas y prendiendo la chimenea lo dejamos descansar. Sin esperarnos quien era dejamos aún completo extraño en nuestra casa.

No podíamos creerlo, es hijo de uno de los cuatro clanes de la ciudad vecina, era un sangre pura; la historia que habían escrito en la carta era increíble, como si de una historia de drama se tratara, toda mi familia estaba impresionada, un sangre pura, un hijo de los grandes estaba en mi habitación, ¿como era eso posible?

Sin saber como reaccionar, mi madre volteo la carta y helándole la sangre susurró, "Atentamente, Yaroslav Santorski" solo entonces recordé como habían sido esclavos de aquella familia por varios años.

La familia Altin era una familia de sangres puras y mestizas, poco conocida y con menos importancia que las demás. Mi madre antes era la hija de un gran empresario instalado en la gran ciudad central, era muy querida por todos, incluso llegó a interactuar con Inna Plisetsky y Hiroko Katsuki, eran buenas amigas, sin embargo cuando mi madre conoció a mi padre, un alfa de sangre mestiza, decidieron escapar, ya que mi abuelo, papá de mi madre, no iba a permitir que su sangre se mezclara con gente "sucia". Pero a mis padres no les importo, se fueron a lo más alto de la montaña donde ahí, la señora Santorski los acogió y los convirtió en esclavos, ella decía que era por su bien, que ella los protegería ante todo y nada en el mundo les iba a quitar su sueño.

Fue cuando, por muchos años, mis padres se dieron cuenta de la crueldad que tenía esa mujer, la maldad corría por sus venas y nadie podía frenarlo.
En un mes de Noviembre, mi madre comenzaba a sentirse mal, se mareaba constantemente y tenía nauseas, ese era yo, empezando a crearme para darles otra razón para vivir. Mi padre habló con la señora Santorski y ella con una sonrisa tierna miraba el vientre aún plano de mi madre y acariciando susurró:

— Tienen cinco minutos para salir de aquí, y correr lo más lejos posible, en el oeste hay una cabaña sola con varias cosas ya... si no corren... los lobos se los comerán.

Fue cuando, aún con pocas cosas, se marcharon siendo perseguidos por Lobos salvajes, y con esperanzas muy bajas de sobrevivir llegaron a la cabaña, donde su vida y la mía nació.

Me encontraba en la cocina con mis padres y mirando la puerta por donde llego el pequeño niño, mire de reojo a mis padres, estaban angustiados no sabían si dejar aquí al niño o mandarlo a la mierda, sin embargo mi madre suspiro, y con la carta en sus manos la quemo con el fuego de la vela que se encontraba en el centro de la mesa, nos miró y con voz angustiada nos dijo:

Lobo negro (Victuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora