Lágrimas de Sangre - HetaOni!XLectora (Crossover)

Capitulo 12 (Parte 3)

Lágrimas de Sangre Cap.12 (3ra Parte) – HetaOni!XLectora (Crossover)

Disclaimer: Hetalia y sus personajes originales son propiedad de Hidekaz Himaruya; HetaOni es un juego RPG creado por Tomoyoshi basado en Ao Oni, creado a su vez por noprops; Persona 3 es de la franquicia Shin Megami Tensei perteneciente a Atlus, mientras que Alicanto es un OC de mi pertenencia; La lectora se pertenece a sí misma y a una docena de países encerrados en una fea mansión con el primo de Tony y del PeladOni AzulOni de dueño, pero si ya me conocen deben saber a quién le pertenecerá.

Advertencia: Capitulo tan largo como la espera que una tiene que hacer para que Shizumi publique un capítulo de sus fics (estudios recientes de la Universidad de Frikilandia aseguran que una persona no puede escribir con las manos congeladas); no te olvides de tus bocadillos, tu refresco y tu caja de pañuelos antes de empezar a leer, y cuando tengas tiempo por supuesto. Y si tienes todo listo y tienes que ir al baño aguántese que ya va a comenzar

Advertencia 2: Este capítulo contiene palabras y escenas que la gente sensible es de desagrado, así que léase con discreción.

Advertencia 3: Si saben de algún evento de Hetalia en Santiago me avisan :3 a lo mejor y me encuentran.

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-... Oye, ¿de casualidad tú eres... A-Alfred?

-¿Qué?

Nos encontrábamos en esta situación: Alemania y yo acabábamos de reencontrarnos con Italia tras despedirnos de su yo pasado fallecido, y tan pronto, teníamos a un Estados Unidos mirándonos fijamente. El problema repercutía en que no estábamos seguros si era el de este lapso temporal, o tal vez...

Fue por eso que Feli formuló esa pregunta, en respuesta física él nos arqueó una ceja inclinando la cabeza a un costado antes de contestar con otra palabra en clave...

-¿(Apellido), Feliciano y... Ludwig...?

-¡¡Ya veo!! ¡¡Así que eres tú!! – Exclamó Alemania tras comprenderlo todo: el Estados Unidos de este lapso temporal no sabría sobre nuestros nombres o apellido en mi caso, no fue el caso del Alfred de nuestro tiempo. Enseguida el rubio norteamericano corrió hacia Feli y yo para alzarnos del piso con un fuerte abrazo de oso pardo.

-¡¡Ahhhhhhh!! ¡¿Qué rayos, ustedes también terminaron aquí?! – Los gimoteos del rubio americano eran de tal volumen que apostaba a que lo escucharían hasta el cielo, así que Feli y yo nos aseguramos de cerrarle la boca con nuestras manos para callarle, aprovechando que éste nos abrazaba.

-¡Silencio! ¡Los demás están en el piso de arriba! – Musitó el castaño italiano mirando ansioso a las escaleras para cerciorarse que los países del pasado no les oyeran y por consiguiente, bajaran.

-¡Sí, Alfred! ¡Bájale a tu volumen! – Dije quitándole con lentitud la mano al ojiazul de la boca al mismo tiempo que lo hacía Feli; una vez que su boca estaba libre, Alfred nos soltó de su abrazo cuidadosamente y comenzó a hablarnos en un tono más bajo de voz.

-¡Lo siento, lo siento, pero es que estoy tan aliviado! Pensaba que estaba solo aquí y me sentía bastante inútil.- Nos dijo con sus ojos vidriosos, pero cuando se giró a ver a Alemania y darse cuenta que tenía los ojos un poco enrojecidos por las lágrimas de antes, enseguida cambió de postura.- Así que... ¿por qué estabas llorando, Alemania?