Andrew Reeds. El correcto y buen Andrew era lo que toda chica quería, inteligente, atento, divertido y caballero. Hubo un tiempo que a Hanny le llamaba la atención, pero al ser seis años mayor, solo se convirtió en un "amor platónico", jamás pasó de eso y tampoco se lo había dicho a nadie. Respecto a esas cosas Hanny era reservada, y en esos tiempos de niñas, Renee también estaba "enamorada" de él, pero siendo Renee a ella le gustaba todo chico que encontraba lindo. Inclusive tuvo enamoramiento por Nicholas. Conociendo a su amiga no le sorprendía que le gustara aun el hermano de Ethan, pero conociendo a Andrew le parecía imposible. Sus personalidades siempre fueron opuestas y algo le hacía pensar que su amiga no era mucho del agrado del chico.
Entonces, ¿cómo pudo pasar? Se sentía sumamente frustrada. La única "esperanza" que tenía era el encuentro que tendría con Reeds ese día, donde le revelaría la identidad del novio de su amiga, debía observarlo bien. El comportamiento de Reeds la vez pasada fue sospechoso, y ahora sabiendo lo que sabe, la idea de Andrew no le sonaba tan descabellada.
Sonó su alarma y sabía que tenía que ir a la escuela, no se sentía con ánimos, además, tenía examen de español, y otra vez no había estudiado.
Se levantó y se duchó como lo hacía todas las mañanas, se miró al espejo y nuevamente unas ojeras se le habían asomado. Suspiró, en verdad que todo eso la estaba agotando. Salió al comedor y tomó tranquilamente desayuno con su hermano. Suerte que estaba bastante animado y hablaba, Hanny solo respondía con frases cortas, no tenía cabeza para estar atenta a lo que su hermano decía.
—Papá llega este fin de semana—informó—. Hablará contigo.
—¿Sobre si tengo que volver a Florida o no? —asintió—Tal vez sea lo mejor, volver—dijo cansada.
—¿Qué está pasando, Hanny? Sabes que puedes confiar en mí—Hanny suspiró.
—Hans Reeds—susurró sin ánimos.
Nicholas asintió.
—¿Es por eso? Ese día solo hablamos de cómo ayudarte, nada más—sonrió de medio lado al no verla convencida—. Sabes que no haríamos nada sin tu consentimiento.
¿Qué tan descabellado era decir todo? ¿Ella podría sola? Había muchas cosas que no estaban bajo su control, solo tenía dieciocho años, aun dependía de su padre para subsistir y hace meses su mayor preocupación era saber si podría entrar o no a la universidad de sus sueños. Jamás hubiera imaginado estar en esa situación, mintiendo a su familia y amigo por el capricho de un hombre sin escrúpulos. ¿Qué le diría su papá? ¿Qué pensaría Nicholas? ¿Qué harían ambos en su situación?
Miró a su hermano.
—Creo que debo hablarte de algo importante, pero papá debe estar presente.
Se levantó de la mesa para buscar sus cosas, y evadió cualquier pregunta que su hermano le hacía al respecto.
Llegaron a la escuela y Hanny se dirigió como siempre a su salón. Saludó a sus amigas y comenzaron el examen, para ella era una sentencia de muerte, tener exámenes en la mañana era lo peor que le podía pasar. Después de dar una lucha perdida sus amigas la miraron y negaron con la cabeza.
—Vi tu prueba y prácticamente la tenías en blanco, Hanny—dijo Tiara. Las chicas la miraron y Amanda comenzó a reír.
— ¿Qué hacías mirando su hoja? Querías copiar, ¿verdad? —todas se rieron de ella, Hanny la miró y esbozó una sonrisa.
—Solo necesitaba inspiración—se defendió.
—Lo siento, para la próxima te inspiraré más—se burló Hanny.
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Los Secretos de Renee
Teen FictionHanny perdió a su mejor amiga de manera inesperada, llevándose con ella una parte de su alma y corazón. Nadie sabe qué pasó, nadie entiende el porqué y no hay esperanzas de descubrirlo. Pero ¿qué pasaría si Hanny tiene la llave de los secretos que...