—¿Pudiste convencerlo?
—Según él, estaba ocupado, que lo pensaría...que no me saldría gratis—suspiró. Hanny hizo una mueca de culpa.
—Lo siento, me siento pésimo—ya imaginaba las intenciones de su amigo de decirle "te lo buscaste" —. Pero estoy segura que valdrá la pena—añadió antes que Ethan pudiera alegar.
—Si tú lo dices, lo creo. Además, ¿qué me puede pedir a cambio? ¿Qué tan mal padre puede llegar a ser? No me torturará, de eso estoy seguro. Lo que sea, lo podré soportar.
—Gracias, Ethan.
—¿Gracias? —rio—En algo que me parezco a mi padre es que nada es gratis, estás haciendo que me meta en muchos problemas con el señor Reeds. Este esfuerzo merece algo más que unas simples gracias.
—¿Qué quieres?
—A ti—Hanny suspiró. Y habían vuelto a ese tema.
—Acabas de perder diez puntos Ethan. Eres un descarado.
—¡Diez! ¿Y cuantos tenía?
—Menos veinte—comenzó a reír y solo se ganó un bufido irónico de su amigo—. Te extraño...
Ethan suspiró por la línea.
—Yo también lo hago, siempre.
***
Y esa llamada no llegaba, y las esperanzas de poder estar dentro del hotel se desvanecían. Aprovechó el tiempo en buscar un nuevo plan, algo que pudiera hacer que se acercara a la banda, pero no había mucho por donde elegir. Su amigo estaba nervioso, ella estaba nerviosa, el dicho de que dos cabezas piensan mejor que una no corría para ellos, eran dos, y no podían crear un buen plan.
Era más fácil en las películas o libros, pero en la vida real se necesitaba una buena estrategia y mucha suerte.
—Estás ida—afirmó Lizzy sentándose en el puesto de Tiara, miró a Hanny—. ¿Tramas algo divertido?
Hanny suspiró.
—Ojalá fuera divertido—bromeó—. ¿Estás sola? —la muchacha asintió—. No tienes muchas amigas.
—No las necesito, menos las de aquí, llevas poco tiempo por eso no lo entiendes. Te doy unas semanas y te darás cuenta lo tóxicas que son las chicas con las que te juntas—Hanny sonrió.
—Qué miedo—rio. Lizzy asintió—. Si pasa algo, te tengo a ti.
—Serás bienvenida al club de las exiliadas—se acercó un poco más a Hanny—. Tu hermano me habló y me pidió que te convenciera a entrar al taller de arte.
—¿Qué tienes que ver tú con el taller de arte?
—Soy como la representante, más bien asistente del profesor que nos enseña. Hago mandados, y recluto a las nuevas. No a muchas le gusta el club porque Don Milk es raro, y a los padres no les gusta.
—¿Don Milk? ¿Qué clase de nombre es ese?
—¡De un artista! —esbozó una sonrisa—Es un nombre horrible, pero está cucú—se encogió de hombros—. ¿Te unes?
Hanny suspiró, ¿cómo se zafaba de eso? No podía entrar, si lo hacía, no tendría tiempo para su investigación.
—Lo pensaré—dijo finalmente.
Lizzy comenzó a burlarse de ella y lo poco animada que se veía de querer estar en actividades extracurriculares. Tenía una forma particular de interrogar a la gente, Hanny resistió las ganas de contarle toda su vida, sentía una confianza rara en ella.
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Los Secretos de Renee
Novela JuvenilHanny perdió a su mejor amiga de manera inesperada, llevándose con ella una parte de su alma y corazón. Nadie sabe qué pasó, nadie entiende el porqué y no hay esperanzas de descubrirlo. Pero ¿qué pasaría si Hanny tiene la llave de los secretos que...