El día había sido tranquilo, su hermano estaba de buen humor y supo que su papá vendría a casa a visitarlos, así que estaba muy ansiosa de verlo, lo extrañaba mucho.
Había llamado a Ethan el día anterior y le comentó lo sucedido y que, para ella, Gael si había ido a Florida, y que eso podría ser una pista, y que también había sido muy grosero con ella. A su amigo no le gustó nada escuchar eso, pero corroborar que Gael podría tener algo que ver con Renee, lo hacía recargarse de energías.
Hanny llegó a trabajar como siempre, tratando de olvidar lo sucedido y enfocándose en que debía hacer para sacar más información. Atendió algunas mesas y no esperó que la banda bajara a cenar, era raro verlos. Cuando Bas fue a atenderlos le pidieron que fuera Hanny quien se ocupara de ellos. Ella no tuvo otra alternativa que aceptar.
Parecían incomodos, miró de reojo a Gael que estaba sentado al rincón de la mesa, vestido de negro, con un aura indescifrable. Los demás parecían querer animar un poco más el ambiente, pero se les hacía difícil. Una vez que tomó sus órdenes, le pidieron que se quedara un poco. Dylan golpeó a Gael en el hombro, mientras los demás le hacían gestos raros.
—Gael tiene algo que decirte—informó Bernard—Gael—el muchacho suspiró, parecía estar siendo torturado.
—Lo...lo siento—dijo sin mirarla a los ojos. Hanny sonrió.
—¿Por qué se está disculpando? —Gael se aclaró la garganta, todos los chicos lo veían con atención, esperando que dijera lo que habían practicado todo el día.
—Por...ser un...¡no lo diré! —se quejó, sus mejillas estaban rojas. Sus amigos se quejaron cansados. Hanny no entendía mucho la situación.
—¿Te estás disculpando por ser un imbécil? —preguntó la chica de forma directa. Todos asintieron, menos él. Que parecía avergonzarse de esa palabra. Hanny suspiró—Mira, si no puedes decir las razones de tus disculpas, que de lejos se ve forzada, no podré disculparte, no me nace. Chicos, no pueden obligar a las personas hacer algo que no quieren.
—No es eso—interrumpió Gael—. Fui muy... desconsiderado, los chicos me hicieron ver que malinterpreté las cosas. Lo siento, y— vio de reojo a sus amigos, que lo estaban animando—me gustaría que me retrataras, de nuevo.
—Oh, entiendo—esto se estaba tornando raro para ella—. Bien, te perdono y, también me disculpo porque, tal vez también aporté un poco a este mal entendido—esbozó una sonrisa—. Pero no volveré a retratarte. A menos que seas educado conmigo—Gael hizo una mueca de disgusto.
—No necesito el retrato—los muchachos se quejaron en voz alta sin poder creer lo orgulloso que era. Hanny rio y asintió.
—Antes que lo olvide, mañana no podré venir a dibujarlos, tendrá que ser hasta el martes. Tengo un compromiso importante que no puedo cancelar—los muchachos se quedaron en silencio.
—¿Una cita? —preguntó Dylan coquetamente.
—Les traeré su comida—desvió la pregunta y los dejó intrigados.
***
Ethan se encontraba recostado en su cama junto con el notebook haciendo una tarea de la clase de español. Ahora estaba más relajado, no sentía esa angustia de hace unos días y, al descubrir más información útil para Hanny, se sintió más conforme consigo mismo.
Mary lo estaba ayudando, de hecho se veía muy animada haciéndolo, Ethan no sabía si tenía segundas intenciones en tanta dedicación, pero decidió pensar que en Mary las segundas intenciones se notarían demasiado. Esperaba la llamada diaria de Hanny, para saber cómo le había ido ese día con la banda y si había descubierto algo importante, además de comprobar de manera no muy clara que Gael Stevens si había estado en Florida.
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Los Secretos de Renee
Ficção AdolescenteHanny perdió a su mejor amiga de manera inesperada, llevándose con ella una parte de su alma y corazón. Nadie sabe qué pasó, nadie entiende el porqué y no hay esperanzas de descubrirlo. Pero ¿qué pasaría si Hanny tiene la llave de los secretos que...