En cuestión de segundos la vida puede cambiar completamente, ya sea de forma coaccionada o inesperada, pero siempre lo hace. A veces, aunque dichos cambios conlleven a aquella felicidad plena que las personas creen conocer, otras pueden generar un enorme sufrimiento.
Esa última opción, fue la que por desgracia le tocó vivir a la pequeña niña que dormía plácidamente agarrada a su peluche favorito en mitad de la noche.
Frunciendo el ceño, comenzó a desvelarse notando cómo, a pesar del frío invierno que había llegado antes de lo previsto, hacía bastante calor. Desperezándose casi por completo, se sentó en la cama quedando sus pequeños pies en el aire a causa de su estatura y con un ligero salto, tocó la alfombra azul que sus padres le habían regalado por su octavo cumpleaños.
Echando un leve vistazo a su reloj despertador, pudo observar que efectivamente era de madruga. Comprobando que su inhalador de emergencia estuviera junto a éste, sujetó con fuerza a Nala, aquel característico personaje del Rey León, y se dirigió hacia el cuarto de baño.
Abandonando la amplia habitación que hasta un par de años atrás había compartido con su hermano mayor, llegó a su destino donde sus ojos volvieron a cerrarse mientras vaciaba su vejiga y dejaba la cabeza apoyada en el peluche. Sin que la pequeña notase todavía lo que estaba sucediendo a su alrededor, los abrió media hora después creyendo que había permanecido allí tan solo unos segundos.
Con un paso tambaleante, abrió la puerta de madera donde nada más hacerlo, escuchó un sonido que había ignorado anteriormente, el cual provenía de la planta inferior. Asomándose al hueco de la larga escalera, pudo observar una tenue luz reflejada en ella. Segundos después, reconoció lo que le había llamado la atención mostrando una pequeña sonrisa.
Era Forever Young de Alphaville, la canción favorita de su madre, y lo sabía porque la habían escuchado cientos de veces después de que ésta le explicase otras tantas que había sido la primera que bailó con su padre siendo tan solo unos adolescentes enamorados.
"Can you imagine when the race is won? Turn our golden the faces into the sun, praising our leaders, we're getting in tune. The music's plated by the, the madman"
Creyendo que seguía despierta, bajó inocentemente, aferrada a su peluche favorito mientras los escalones crujían al pisarlos. Dejándose guiar por el sonido de la música, sin detenerse a pensar qué era aquel extraño olor que inundaba la sala, llegó hasta la planta inferior donde el reproductor de música, situado en el salón, estaba encendido sin nadie a su alrededor.
Al encontrarse sola y casi a oscuras, sintió miedo por primera vez desde que se había desvelado. Christopher, su hermano de 12 años, solía asustarla al hablarle de su género cinematográfico favorito, lo cual le provocó pensar solo en sus palabras en ese momento. Atemorizada, se agarró a Nala con más fuerza.
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Incondicional | Camren Fanfic
FanfictionLas personas podrán olvidar tus palabras, tus actos e incluso tus promesas, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir.