El dolor puede ser algo opcional; muchas personas se refugian en él encontrando la excusa perfecta y otras simplemente huyen, sin embargo, no siempre tomamos la elección correcta. Por cualquier causa, nuestras decisiones a veces acaban tornándose en todo menos cuanto realmente hubiéramos preferido, y, exactamente, eso ocurrió con Lauren.
Desde el encuentro no fortuito que había presenciado a escondidas, no había vuelto a saber nada de la latina, al menos en los últimos ocho días que habían transcurrido. No obstante, ésta aparecía cada noche en su mente con la desastrosa intención de robarle el sueño.
Pero aquello no solo le provocó unas ojeras un tanto marcadas a causa de su pálida piel, sino también el dejar de frecuentar el antiguo gimnasio durante la última semana y, al abandonar el Golden Eagle, inspeccionar el aparcamiento de una esquina a otra intentando encontrar sin éxito a Camila allí.
Pensando en esos días, dio un suspiro y bajó del desván con la intención de echarse en su amplia cama e intentar dejar la mente en blanco durante algunos segundos. No obstante, por más que lo intentó no pudo evitar recordar la conversación con Shannon al día siguiente de abandonar el establo, en una fiesta.
- "¡Y se estaban besando!" elevó el tono, afectada por el alcohol. "¿Crees que son novios?" preguntó. "Bah, da igual. Tampoco me importa. No es como si me estuviese afectando o nada por el estilo" añadió, acercándose el azul vaso hacia sus labios.
- "Mejor me quedo yo con esto" se lo arrebató la castaña rodando los ojos. "Entonces, si no te está afectando, ¿por qué le das tantas vueltas?" preguntó, siendo consciente de la debilidad de su mejor amiga.
- "Porque me dolió" admitió en voz baja, creyendo que con la música no se oiría.
Sin embargo, Shannon sí que lo hizo y la morena estaba bastante al corriente de ello. Aun así, ésta no preguntó al respecto y actúo con total normalidad los días siguientes, gesto que de cierta forma le alivió pero no fue capaz de dejar la mente en blanco.
Si me dolió fue porque... Uf.
Intentando no darle más vueltas, se estiró en la cama hecha para seguidamente levantarse con el objetivo de preparar un pequeño aperitivo para cuando Allyson llegase a su casa. Misma con la que iba a terminar un proyecto de Álgebra II y misma que seguía desconociendo la identidad de su vecino.
Sabía que estaba mal ocultarlo pero había tantas cosas en su mente en ese instante de su vida que no quería agobiarse más al respecto. Por eso mismo, fue ella la que esa última semana habló con Nate lo mínimo imprescindible basadas dichas conversaciones en las clases de Mecánica.
Sin embargo, en cuanto abrió la puerta de su habitación, un agradable olor a pintura para ella penetró en sus fosas nasales consiguiendo que su cuello se dalease en dirección al cuarto de baño. Caminando descalza, llegó finalmente hasta éste donde vio a su padre subido en la escalera pintando el techo.
- "¿Otra vez la humedad?" preguntó, apoyada en el marco de la puerta.
- "Sí" bufó Douglas, limpiándose la frente con el brazo. "¿Tanto le costaban hacer una pequeña ventana?" añadió, mirando a su hija.
- "Puedes construirla tú" sugirió, cogiendo el rodillo para llenarlo de pintura y volver a dárselo.
- "Es demasiado caro, aunque con todo lo que gastamos en pintura quizás nos convenga" admitió finalmente. "¿A qué hora viene Ally?" preguntó.
- "En unos diez minutos o así" respondió Lauren volviendo a apoyarse en el marco.
- "¿Se queda a comer?" añadió, teniendo cuidado de que las gotas de pintura no llegasen hasta su rostro.
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Incondicional | Camren Fanfic
FanfictionLas personas podrán olvidar tus palabras, tus actos e incluso tus promesas, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir.