Con tan solo el sonido de su respiración de fondo, Lauren observó cómo los débiles rayos de sol iban entrando por su ventana conforme pasaban los minutos. Su mirada soñolienta y cansada seguía pendiente a su móvil. Había pasado casi una semana y no había obtenido ninguna noticia acerca de su hermano.
Me lo prometiste...
Suspirando, posó sus descalzos pies en el suelo y se dirigió hacia el baño con el teléfono en la mano. Nunca antes había estado tan pendiente a él, sin embargo, en los últimos cinco días sí. A pesar de que todo el mundo la animaba con comentarios positivos sobre la situación, sabía que había algo más y por eso Chris no quería ponerse en contacto con ella. Seguía sintiéndose culpable.
- "Buenos días, cariño" saludó Douglas apartando la mirada del periódico al verla entrar en la cocina.
- "Si para ti lo son" suspiró irónica, comprobando una vez más sus notificaciones vacías.
- "Bueno, han llamado de la floristería y tenemos cita con el sastre esta tarde. Quizás si lo sean" entró Bruce dejando un beso en la cabeza de su hija.
Es verdad, la boda.
- "Lo siento" se disculpó finalmente. "Es que todo esto de Chris me inquieta muchísimo, solo quiero que me llame de una vez, aunque sea para decirme que no quiere saber nada más de mí" apoyó los brazos sobre la mesa y dejó caer su cabeza.
- "Quizás siga sin sentirse preparado" repitió el castaño tal y como lo había estado haciendo en los últimos días.
- "Pues se me va a acabar la paciencia" resopló dejándose a la mitad su tazón de cereales.
- "Necesitas dejar la mente en blanco" insistió.
- "Lo he intentado, pero no sirve de nada" tiró las sobras y empezó a lavar los platos.
- "Encerrarte en el desván para tocar canciones tristes y dormir poco no es para nada un intento" replicó Bruce terminando de exprimir una naranja.
- "Quizás..." volvió a repetir Douglas con una leve sonrisa que su hija no vio. "Necesites la ayuda de otra persona"
- "No voy a volver a terapia" se giró detonante, encontrando a alguien más allí.
Camila la miraba con una tímida sonrisa en sus labios mientras sus manos seguían llenas de jabón. Debido a las calurosas temperaturas veraniegas, la latina había optado por un corto mono vaquero con un escote de botones bastante suculento para la chica de ojos verdes. Estaba embobada en su figura, pero sobre todo en sus marcadas y expuestas clavículas.
- "Hola a ti también" rio Camila al ver su expresión.
- "¿Qué haces aquí?" la abrazó con fuerza después de limpiarse las manos en sus cortos pantalones de pijama.
ESTÁS LEYENDO
Incondicional | Camren Fanfic
FanfictionLas personas podrán olvidar tus palabras, tus actos e incluso tus promesas, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir.