Capítulo 34

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Un gesto que nos ocurre a menudo es escuchar los latidos de nuestro corazón con más intensidad que cualquier ruido en nuestro entorno, sin embargo, este sentimiento se aprecia llegados a un extremo en el que la mayoría de las veces, es provocado por el miedo.

-  "¿Qué-Qué es-es esto-to?" tartamudeó Lauren, sintiendo justamente la sensación descrita anteriormente.

-  "Puedo llevarte hasta ella, puedes recuperar lo que creías perdido" se acercó más a la morena quien seguía escuchando con fuerza los latidos de su corazón.

- "¿Por qué ha-haces esto?" quiso saber, intentando mantener la cordura.

- "Porque eres una molestia" soltó sin ningún impedimento. "Porque solo eres un obstáculo más"

-  "Tú no-no la querías a ella, querías solo a la pequeña ¿a que sí? por eso tratas así a Camila" soltó Lauren, comprendiendo la situación después de analizarla rápidamente. "Así solo vas a perder a las dos" añadió.

-  "Y tú tanto a ella como a la oportunidad de obtener lo que te he ofrecido" replicó Gimena, sin perder la expresión seria. "Apuesto que todos los días piensas en las consecuencias que tendría decirle toda la verdad, o en cuánto le costaría perdonarte"

- "Tú también tienes mucho que perder" replicó, consiguiendo que la aludida riese.

-  "No, querida" negó. "¿Qué crees que le dolerá más? ¿Saber que le has mentido tú, a quien se ve a simple vista que adora, o saber que lo he hecho yo, que soy quien la trata mal?" le preguntó sin ningún pudor.

Con un nudo enorme en la garganta, Lauren se quedó inmóvil durante unos segundos intentando que la impotencia que sentía en dicho momento en su cuerpo no le provocase lágrimas frente aquella mujer. Sin embargo, ésta no tardó en volver a pronunciarse.

- "Mira, niñata" la agarró del brazo. "Me llevó muchos meses convencer a Karla de que se olvidara de su padre biológico y no hablase de él frente a Sofía, y ese accidente con el caballito fueron puntos a mi favor" apretó el agarre. "Piensa en las fotos que te he enseñado y en tu propio bien, tienes una semana" la soltó empujándola levemente mientras las mencionadas se escuchaban en el interior de la casa.

No obstante, la señora Guerrero fue más rápida y abandonó el lugar antes de que su hija mayor llegase hasta donde se encontraba Lauren de espaldas a ella con la mirada perdida en la piscina. Aprovechando la soledad y la oscuridad, la latina no tardó en utilizar unas de sus dotes más desarrolladas; la picardía.

-  "Qué bonita es la piscina ¿verdad?" le susurró al oído consiguiendo que la morena solo asintiera. "Pero es más bonita si te imagino desnuda dentro de ella" lamió la circunferencia de su oreja, a lo que no obtuvo ni siquiera un suspiro. "¿Qué te pasa?" la giró, pudiendo observar su rostro descompuesto. "Dímelo" le ordenó.

-  "Me tengo que poner con la regla" mintió a la misma vez que señalaba su vientre.

-  "Al menos sé que no estás esperando un hijo mío" rio sin saber que estaba siendo una completa inocente en aquel instante. "Vamos a la cocina, Grace prepara unos batidos mágicos para eso" le cogió la mano con completo cuidado.

- "¿Podemos esperar un par de minutos más?" pidió en un hilo de voz.

Deteniéndose como respuesta, Camila se mantuvo a su lado en silencio mientras analizaba su rostro. Nunca había observado a la morena en aquella situación premenstrual, pero sabía que había algo más detrás de aquel dolor, sobre todo por el hecho de no encontrarse en el garaje tal y como había dicho que iba a hacer.

- "¿Estás bien?" preguntó finalmente, rompiendo aquel silencio.

- "Sí, solo que me suele doler un poco fuerte" respondió evitando mirarla.

Incondicional | Camren FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora