Capítulo 41

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23 de junio, día del aclamado baile de fin de curso.

Tras aquellos dos días dentro del hospital, donde recibió constantemente regalos por parte de no solo su equipo de softball sino también aficionados e incluso otros compañeros del Golden Eagle, Lauren fue dada de alta con una expresión confusa en su rostro.

Gracias al seguro médico escolar, la factura del hospital había sido reducida considerablemente, sin embargo, aquello no era lo que le preocupaba a la morena, sino el hecho de qué debía hacer tras aquel momento y por qué la latina no se había molestado siquiera a preguntar por el victorioso resultado.

Pensando en las últimas palabras de ésta cara a cara y el daño físico recibido, veía obvio el hecho de que no se pusiera en contacto con ella, pero, aun así, se había aferrado a la esperanza de que lo hiciese. Sin embargo, no lo hizo y en los días siguientes tampoco, mismos en los que Lauren se despertaba cada mañana pensando en si habría llegado el momento de firmar la paz, a excepción de aquel 23 de junio, donde pensó en lo mismo con lo que lo hizo la noche anterior; el baile de graduación.

Había llegado el gran día del que todos los alumnos llevaban hablando durante meses, el día que, según opiniones adultas, quedarían grabados en su mente para el resto de sus vidas puesto que aquel acontecimiento solo se vivía una vez.

Como para olvidarlo.

Había pasado la noche en el desván tocando melodías tristes con su piano y alguna que otra que le produjeron recuerdos y por consecuente, lágrimas. Dando un suspiro cansado elevando sus gruesas cejas, la morena se levantó del colchón sintiendo un ardor en su pecho al pensar cómo se desenlazaría el baile de graduación, hecho que la llevó a demorarse más de lo normal frente al grifo del baño.

Una vez aseada, buscó dentro de su armario un estilo informal, pero no del todo, encontrando entre las perchas el uniforme del Golden Eagle que solo volvería a vestir oficialmente una vez más, a pesar de tener que visitar el recinto en apenas una hora. Cansada, se decantó por unos pantalones anchos negros y una simple camiseta de mangas cortas gris.

-  "Buenos días" besó Douglas su frente una vez Lauren entró en la cocina. "¿Preparada para el gran día?" sonrió, intentando animarla.

Súper.

- "Es solo un baile" se encogió de hombros sin interés.

-   "Pero es un baile que solo se vive una vez, por muchas dificultades que haya de por medio" respondió el castaño mientras le colocaba el tazón de cereales en la mesa y se sentaba a su lado con una taza de café en sus arrugadas manos.

- "Eso dicen todas las películas, papá" suspiró mientras cogía la cuchara.

- "Me acabarás dando la razón" volvió a sonreír. "Tu padre está afuera esperándote, quiere llevarte él"

- "¿Y eso? Aún es temprano" preguntó curiosa, puesto que lo habitual era que fuese en su bicicleta.

- "Pregúntaselo a él" se encogió de hombros, ocultando una respuesta.

Terminando su desayuno con rapidez, se despidió de su padre y cogió la mochila del suelo antes de salir con ésta colgando de un solo hombro. Achinando los ojos a causa de la molestia del sol, anduvo hasta el viejo Volkswagen y entró en él, saludando a Bruce con una sincera sonrisa.

- "Qué hija más guapa tengo" dijo el moreno como respuesta.

-   "¿Por qué me quieres llevar tú?" le preguntó con una sonrisa, tras darle un beso en la afeitada mejilla.

- "Quiero parar en un sitio primero y tiene que ser contigo" respondió, misterioso.

-  "Bueno, bueno, cómo estamos con los secretitos" elevó la comisura de sus carnosos labios.

Incondicional | Camren FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora