Park caminaba tranquilo en dirección a la cafetería de la Universidad. Había sacado buenas puntuaciones en sus dos exámenes y había ganado el primer lugar en un concurso de canto en el campus. Era un día extraordinario. Incluso, el clima era bueno. Un bello día para relajarse. Pidió una hamburguesa y se sentó en una mesa del patio para poder recibir algo de sol. Era agradable recibir algo de calor luego de tantos días nublados. Pero cuando dió su primer mordisco, apareció él. Yoongi. Podía reconocer aquella silueta donde fuera.
Tan pronto como vio a Jimin, corrió en su dirección. Necesitaba hablarle. No podía pasar más tiempo sin ver su hermosa sonrisa, sin escuchar sus melódicas risas y sobre todo, sin tocarlo. No poderlo besar, hacerle saber que lo quería exclusivamente para si mismo era una tortura. Se sentó frente a el menor de ambos y aguantó sus manos en la mesa para evitar que se fuera.
-Jimin, yo sé que fui un imbécil pero...-fue interrumpido.
-Si lo sabes, entonces vete.-dijo tratando de permanecer calmado y soltarse se su agarre para irse.
-Te amo, Jimin. Déjame demostrartelo. Déjame demostrarte quién soy en verdad. Déjame demostrarte que cambie y que eres lo mejor que me ha pasado. Te lo suplico, ya no puedo vivir si ti. Sin mi novio.-confesó con sinceridad en su voz.
-Tú no sabes lo que es amar, Yoongi.-respondió sollozando esta vez-Te di no una oportunidad, dos y las tiraste a la basura. Me humillaste. ¿Acaso no te bastó con utilizarme para una estúpida apuesta?-.
-¡Hyung!-Jungkook.
Lo había olvidado. Él quería entrar a su Universidad y era el día de casa abierta para futuros estudiantes. Era parte de un programa que le permitía ver a los estudiantes el establecimiento y los servicios que estos ofrecían a sus alumnos antes de que estos ingresarán a sus facilidades. Jeon le había mencionado que vendría pero no fue hasta ese instante que lo recordó. El más chico, lo abrazó desde atrás y le proporcionó un tierno beso en la mejilla derecha. Por desgracia, al levantar la vista se topó con un Yoongi furioso. ¿Cómo tenía el descaro de hacer tal cosa en sus narices?
-Oh, Min Yoongi.-sonrió quitando el agarre del mencionado de las manos de su Hyung- Jimin y yo tenemos que hablar. ¿Te molestaría irte?-.
-Kook.-intervino el más bajo tratando de calmar la situación.
-¿Es una broma? Él es mi novio.-Jungkook rió.
-Corrección, era tú novio. Vamos, Min. Hay que hacer ejercicios de retención.-Jimin se paró al lado de su menor para cuando terminó de hablar.
-Vámonos, Jeon.-.
-Oh, tú no te vas a ningún lado, Park. No hemos terminado de hablar.-advirtió Yoongi llevándose a el más bajo a su hombro ignorando las protestas de ambos chicos.
Él pataleaba y gritaba incoherencias para que lo bajará pero por supuesto, no lo hizo. Se dirigió al teatro donde por lo general no había gente y fue allí donde lo bajó. Lo acorraló en una de las paredes. Y sin esperar más, lo besó. Descargando ahí todo lo que sentía. Su furia, su arrepentimiento, sus celos, todo.
No iba a perder a Jimin. No dejaría que pasara otra vez. Lo tomó de la cintura reduciendo cualquier distancia entre ellos. Distancia que verdaderamente odiaba.
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Gracias por leer.
Editado: 02/04/2020
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YOONMIN | WhatsApp
FanfictionCuando estas enamorado de alguien, sólo necesitas a WhatsApp y un leve empujón para lograr lo que quieres. O al menos eso pensaba Park Jimin.