Onceava Parte

518 93 15
                                    


  - ¡Esta delicioso!.- Exclamó KangIn.- Llevando ensalada a su boca.- Teukie, jamás voy a dejarte, eres el mejor.- canturreo el mayor saboreando gustoso la comida.


LeeTeuk sonrió de vuelta a su esposo y dirigió su mirada a YeSung, quien había guardado silencio desde que habían comenzado a comer.
Se preguntó si la timidez había inundado nuevamente al muchacho. Supuso que solo estaba enfrascado en la comida, como el día anterior, entonces la sensación agoniosa volvía a posarse en su corazón.
Miro de reojo a KangIn, lo vio tan animado tan alegre, que le fue inevitable el que una lagrima se le escapase por uno de sus ojos.
La seco con rapidez, para que nadie notase lo que pasaba por su cabeza.

Había llegado y los había visto a ambos desde la puerta.
Estaban jugando en la consola que KangIn había adquirido para su sobrino, una consola que ya habían utilizado muchas veces, y que nunca había compartido con nadie más que no fuese KyuHyun.
Se veían tan enfrascados en su mundo, que le había dado pena llegar y arruinar su pequeña clase de controles y movimientos secretos, así que se había escabullido en silencio, y desde no muy lejos, los había observado hasta que YeSung le había ganado por tercera vez a su esposo, quien no se sentía feliz al haber sido derrotado por un novato.
Había sido adorable el escucharlos discutir sobre el juego, ver a KangIn fruncir el ceño y hacer pucheros. El ver a YeSung y descubrir que la mirada que llevaba el día anterior se desprendía de su rostro y se convertía en algo más dulce y tranquilo... sin miedo.
Luego, cuando KangIn lo había seguido y se habían encerrado en la cocina a besarse y mimarse -como hace ya tiempo no hacían –había percibido la emoción y el orgullo de su esposo al hablar tan animado del muchacho, que no solo aprendía rápido, que también lo hacía reír, que era algo inocente, un poco torpe y descuidado, pero que a la vez, cuando se lo proponía era dedicado y esforzado.
Entonces pensó en todo... KangIn siempre había estado con él, y a pesar de sus bromas, de sus sonrisas y su sarcasmo... sabía que las cosas no eran como antes... cuando eran jóvenes, pasionales y sus sueños no habían sido aplastados... YeSung les había dado una vista de lo que hubiese sido... se sentía agradecido, porque extrañaba esa emoción en su pareja, esos labios deseosos, esas manos curiosas y esa sonrisa libertina y pacifica... extrañaba enormemente esas noches sin miedo, esos encuentros sin obligación y esas mañanas sin desilusiones ni tristeza, extrañaba sentirse tranquilo y descansado... extrañaba muchas cosas, pero antes que todo, se extrañaba así mismo. Porque sabía que entre los dos, el que más había cambiado, el que más se había sumergido y escondido en el dolor... había sido él. El que había llorado noches y días enteros, el que había negado las calurosas manos de KangIn, sus palabras de aliento, las ilusiones de volver a intentarlo... el que se había perdido, había sido él. KangIn en cambio se había mantenido firme... no había llorado más que esa noche... se había mantenido y a pesar de las noches sin sus brazos se había quedado a su lado sin buscar los de otro.

Se habían alejado sumergiéndose en la rutina... y YeSung los había empujado de vuelta, donde todo había comenzado.
Con sus manos unidas y sus miradas conectadas.

Con un sueño que apenas nacía.

- T-tengo algo que decir.- Escucho la jovial voz de YeSung y puso toda su atención en este, quería saber lo que pasaba por su cabeza en esos momentos, y si iba a decir lo que fuese, quería escucharlo.- Yo...- YeSung respiro profundamente y soltó las palabras.- creo que ya tengo que volver.- LeeTeuk frunció el ceño a la vez que un nudo se formaba en su garganta. Vio a KangIn y vio en él sus intenciones de protestar, pero el más joven fue más rápido y siguió.- No se imaginan.- YeSung bajo la mirada y apretó sus puños debajo de la mesa.- Lo agradecido que me siento ahora con ustedes... aparecieron cuando menos me lo espere, me dieron un lugar en donde pasar la noche y me alimentaron, aun siendo yo un extraño, una persona que ni si quiera conocían... me ofrecieron su mano.- YeSung levanto la mirada y sonrío entre lágrimas, su voz se quebró, y el corazón de los dos mayores se estrujo demasiado.- Me sonrieron... me aceptaron y me trataron como un igual. Realmente, muchas gracias... pero siento que si paso más tiempo aquí... no podre soltar lo poco que me han dado, espero poder devolverles el favor algún día en el futuro... pero por ahora, tengo que regresar... yo no pertenezco aquí...

LeeTeuk quiso gritar.
KangIn poso su mano sobre la suya y cuando sus miradas se encontraron este asintió señalándole que era lo correcto.

Sintió que el suelo se quebraba, que no podía mantener sus pies en el, pero no podía hacer nada.

- Si es lo que quieres...  



____


Gracias por leer. 

Mi milagro (YeWook) (KangTeuk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora