Diecisieteava parte

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Era esa extraña sensación de vivir una situación, pero saber profundamente que se trataba de un simple sueño. Era degustar cada momento sabiendo que tarde o temprano ibas a despertar.

- YeSung, te amo tanto.- Escucho aquellas palabras y las repitió una y otra vez en su mente como si se tratase de su canción favorita.

- Yo también te amo Wookie.- Dijo dejándose embriagar por el dulce sabor de los labios del castaño.- No sabes cuánto.- Susurro para hacerse una vez más de aquellos rosados labios. Paso sus manos por el delgado pero bien formado cuerpo del contrario, y sonrío...porque la sensación de aquella piel con sus manos se sentía tan real, tanto que obligaba a su subconsciente a permanecer allí con él.
Pero como los sueños son así de irracionales, de poco lógicos e incoherentes, la piel desnuda del castaño era remplazada por las frías sabanas de un hospital.

"¿Qué estoy haciendo aquí?"

- YeSung.- Vio a LeeTeuk sentarse a los pies de su cama con delicadeza y cariño.
El castaño claro mostraba un semblante cansado y lleno de remordimientos. Cuando sonrío, por mucho que trato de mostrar tranquilidad, YeSung supo que aquello no era más que una careta como las muchas otras que, sin saberlo en aquel preciso momento, ya se acostumbraba de ver.

- Sé que es difícil.- Comenzó diciendo el mayor mientras acariciaba las inmovibles piernas del pelinegro.- Pero espero que entiendas a RyeoWook, para él no es fácil asimilarlo.

Sintió que debía decir algo al respecto, Sintió que debió haber sonreído y aceptado las palabras que le brindaba LeeTeuk... pero, ¿Por qué?

- N-no sé...- Fue capaz de decir.
El rostro de LeeTeuk pareció haber perdido su color, el ceño fruncido y los ojos extrañados solo le dieron una idea de lo que sucedía.

- ¿YeSu...

- Entonces tú eres el novio de Wook.

KangIn se puso de pie impotentemente para estrecharle la mano.

- Pensé que eras más guapo.- Comentó arqueando las cejas con fingido disgusto.

- ¡Appa!.- Chillo RyeoWook a su lado.
Dirigió su mirada hacia el castaño, y vio el nerviosismo del muchacho, parecía más joven que en la primera imagen de su sueño.

- Imagino que eres un chico responsable, espero que entiendas el dicho "Sin gorr...

- ¡APPA!.- Grito RyeoWook con mucha más fuerza.

- ¿Cuál es el problema? Ya tienen diecisiete años, deberían saber al mundo que se enfrentan, Dios, YeSung, ¿Verdad? No quiero ser abuelo todavía ¿Entiendes? apenas puedo imaginarme a Wookie con novio...

Ladeo el cabeza un tanto divertido, el típico humor de KangIn.
Río cerrando los ojos, era gracioso verlo de ese modo.

Cuando volvió a abrirlos se vio en su habitación del orfanato.

- Yeye.- Escucho la voz llorosa del muchacho que estaba sentado a su lado.- No lo soporto más, esto es demasiado, las calles eran mejor que esto.

- Hae.- Dijo.- Sé que es difícil en un principio... pero ya te acostumbraras, además ahora me tienes a mí.

El muchacho, también pelinegro levanto su triste mirada hacia él.

- Somos hermanos, ¿Recuerdas?.- Lo animó.

DongHae asintió trayendo su brillante sonrisa de vuelta.
- Es cierto, tú me salvaste una vez.- Recordó el muchacho.- Prometiste que nunca me dejarías solo.

- Y cumpliré con mi promesa, porque eres mi hermanito.- Entonces se dio cuenta de algo. En el orfanato jamás había conocido a nadie llamado así, jamás había tenido a un hermanito al que proteger. Bajo la mirada un tanto desconcertado. Algo no encajaba allí, pero... ¿Qué habría de encajar si se trataba de un sueño?. Levanto la mirada.

- ¡Auch!.- Escucho a la vez que el cuerpo de alguien daba fuertemente con el suyo.
Cayó al suelo sin tener donde afirmarse, el cuerpo del contrario cayo a su lado, vio el firmamento, lo vio blanco como las nubes, observo su alrededor, pétalos de rosas cayendo desde el cielo y estrellándose levemente con el suelo, también blanco.

- ¡Lo siento!.- Exclamo el muchacho a su lado.- Iba distraído, lo siento mucho.- Dijo pidiendo perdón otra vez. Lo observo. Era RyeoWook, con uniforme y converse azules.- ¡Oh!.- Exclamó.- ¡Tu eres JongWoon, ¿verdad?!.- Dijo mientras ambos se incorporaban.

Asintió en silencio, sin despegar su mirada de los ojos que eran castaños al igual que su pelo: no azules; sus zapatillas lo eran, no sus ojos.

- Es bueno haberme topado contigo, aunque fuese de este modo.- Comento RyeoWook con diversión y alegría.- Somos compañeros de clase, pero nunca hemos hablado, bueno, tú no hablas con nadie...

YeSung sonrío embobado. La jovial voz del castaño era tan adorable.

- T-tampoco digo que sea algo malo, yo t-tampoco hablo con muchas personas, ¿lo sabes?, aun siendo así...Me ha parecido ver que eres cercano a KyuHyun, él es mi primo, entonces pensé...

No se resistía un solo segundo más.

A la mie**a, era un sueño ¿Verdad?. Tomo a RyeoWook del brazo más cercano y lo jalo hacia él estampando sus labios con los del contrario. Irresistibles. Cerró los ojos y quiso quedarse allí para siempre.
Cuando los abrió nuevamente se encontraba a si mismo caminando por los callejones de la ciudad. Escapando como hace un día.

Vio a lo lejos la silueta de dos hombres y la de un chico.

- ¡Imbécil!.- Grito el más alto proporcionándole una bofetada al más bajo de los tres.

Achico los ojos. Era DongHae, era ese chico, pelinegro, más joven que él... era aquel muchacho al que... ¿Quién era? ¿Qué hacia allí?. Observo su alrededor con temor.

Estaba escapando.

Estaba harto de los abusos del resto de los chicos, del maltrato de las personas, si iba a morir, sería lejos de allí.

Vio la escena frente a sus ojos.

¿Quiénes eran esas personas?
¿Por qué la cara que aquel muchacho se le hacía tan conocida?
¿En qué lugar lo había visto?

- ¡He! ¡¿Qué está sucediendo?!.- Grito por impulso.

Los hombres sin rostro se voltearon hacia él.

- Es un ladrón, le estamos dando su merecido.

¿Un ladrón?
Dirigió sus ojos hacia los desesperados del otro.

No lo creía.

Metió su mano a su bolsillo y saco de allí los billetes que le quedaban.

- ¿Esto bastara para recomenzarlos?
- Olvídalo, esa miseria de dinero no bastara ni para pagar una uña de lo que nos ha robado.

- Dios, ¡solo han sido dos manzanas!.- Grito el muchacho.

YeSung pensó que el muchacho era como él.

- A nosotros nadie nos roba.

YeSung frunció el ceño. Apretó los puños y se dijo a si mismo que había encontrado el suicidio perfecto.
Corrió hacia ellos y los empujo con todas sus fuerzas, o al menos la fuerza suficiente para alejar a ambos hombres de aquel muchacho. Lanzo el dinero al muchacho y le ordeno que corriera.
El menor pareció dudarlo, y antes de arrancar, gritó: "Iré por ayuda"
Entonces un puño se estrelló contra su mandíbula y otro en su estómago.

- ¡Bastardo!.- Grito uno de ellos cuando cerraba los ojos...

Y al volver a abrirlos, hallaba a su lado la primera sonrisa sincera que alguien le había regalado en su vida.

- He venido a cumplir tus tres más grandes deseos.


Quiso quedarse allí una vez más, contemplando aquella sonrisa por siempre.

- ¿Qué podría yo des...

Pero como los sueños son sueños... en algún momento tendría que abrir los ojos.

- Concedido.


- He, cariño, despierta.- Escuchó la dulce voz de LeeTeuk a lo lejos. Abrió los ojos con cierta pesadez. Vio la hermosa y cálida sonrisa del castaño claro.- Hemos llegado hace un rato, pero vaya que tienes el sueño pesado, me ha costado despertarte...- Comento alejándose de la puerta para permitirle bajar.- Vamos, KangIn tiene tu habitación lista y mi hermano nos espera adentro, quiere conocerte antes de irse...

YeSung asintió un tanto adormilado.
Solo un sueño más del que ya había despertado.



Comentario autora: Reafirmo que soy una mal intencionada, y es que primero me demoro un montón en publicar la historia (tengo escusas: Mi computador se hecho a perder y borro muchos de mis borradores) y después cuando actualizo la dejo así... soy horrible, en fin, muchas gracias por leer y lanzar sus teorías, debo decir que se han acercado un poco, pero solo un poco, veamos que sucederá el próximo capitulo! (Ya vamos llegando al final)
Lamento la tardanza!
Nos estamos leyendo!
Cambio y fuera!  

Mi milagro (YeWook) (KangTeuk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora