Mi milagro (YeWook) (KangTeuk)

Séptima Parte

  Una vez entre las sabanas, YeSung llevo sus pensamientos hacia aquello que parecía lo más extraño e irracional en todo lo sucedido recientemente.

RyeoWook.

El ser ayudado con tanta amabilidad por otras personas, acogido y tratado como el ser humano que era, no le parecía que fuese algo que se saliese de lo que se consideraba lógico y real. Tal vez la situación si se escapaba un bastante de los esquemas a los que estaba acostumbrado a vivir, pero no parecía mágico... un poco fuera de lugar, pero no retorcidamente inverosímil, como lo era RyeoWook.
Entonces, cuando se recostaba de lado y apoyaba cómodamente su cabeza en las almohadas, recordó.

- RyeoWook, ¿Estás conmigo?.- Dijo bajito. Una risita se le escapó por los labios cuando pronunció aquellas palabras, se sintió como aquellas personas que aparecían en la televisión investigando supuestos casos paranormales.

Conclusión. Se sentía todo un loco.
¿Y si todo era parte de su imaginación?. Se cuestionó.
Cuando se quedase dormido y volviese a despertar ¿Todo volvería a la normalidad?, Las cálidas palabras, las sabanas con delicioso olor a jabón, YoungWoon, LeeTeuk y lo que fue de RyeoWook ¿habrán desaparecido?. ¿Volverán los maltratos de sus compañeros de habitación, las noches sin dormir, la angustia de saber si al día siguiente conseguiría un trozo de pan?. 

Entonces no quería despertar. 

Prefería ser golpeado por el coche de KangIn mil veces más para así revivir todos los recientes hechos: El delicioso plato de comida, el exquisito y relajante baño, las sinceras sonrisas durante la cena... todo aquello.

Que irónico.

Hace unos momentos se sentía todo tan cálido, y ahora el frio volvía a recorrerle la espalda sabiendo que tarde o temprano tendría que volver a lo que era su realidad. Y debía reunir fuerzas, porque el día siguiente, a esa misma hora, estaría nuevamente durmiendo en el frio suelo de lo que era su habitación. 

Si todo lo vivido solo resultaba siendo un sueño, entonces se aseguraría de no olvidarlo al despertar. Y si lo vivido era tan real como la angustia que se posaba en su garganta, entonces tampoco se permitiría olvidar y aprovecharía cada segundo que le quedase al lado de aquellas buenas personas.
Cerró los ojos intentando rendirse ante las casi irrompibles cadenas del cansancio y el sueño que ahora lo ataban como a un cordero.

Se sentía realmente agotado. 

- Siempre.- Escucho cuando sus ojos se cerraban. Era la respuesta de RyeoWook, sentía los azules ojos del castaño sobre él.

- Dime RyeoWook.- Dijo sin abrir los ojos, sabiendo que el muchacho se encontraba ahora recostado a su lado, observándolo.- ¿Por qué solo yo puedo verte?.- Esperó a que el castaño respondiera, y al no ser así, continuo con un poco de impaciencia.- Si no eres un Ángel, entonces ¿Qué eres?, dijiste que siempre has estado a mi lado, entonces ¿Por qué solo ahora puedo verte?.- Abrió los ojos encontrándose con la azulada mirada de este.- Dime RyeoWook. Eres... ¿Un milagro?.

Lo vio ladear un poco la cabeza y sonreírle con un poco más de calidez.

- Si tuviese que ponerme un nombre... entonces me llamaría "Una de las razones" aunque otros me llamarían "destino".

YeSung observo al castaño con interés, aunque sus ojos ya picaban por el cansancio.

- ¿Destino?.
RyeoWook asintió.

- ¿Tú eres la razón de que todo esto sucediera?

RyeoWook negó.

- Entonces...

- Soy una razón, dejémoslo así... pero no soy quien te trajo aquí... fuiste tú... tú eres el responsable de estar en donde estas, yo solo me he encargado de aparecer frente a ti cuando fue necesario...

- ¿No es un sueño?

- No. No lo es.

- Entonces...

- Las personas creen... que los milagros, aparecen de un momento a otro, que basta con desearlo, imaginan que una brillante luz caerá desde los cielos y creara en las personas un camino... cumplirá algún sueño. Muchas veces... es cierto, pero para que un sueño se cumpla... es necesario de una acción... una buena acción... cada vez que escoges un camino, o decides cambiar algo... se abre una puerta, una puerta que puede llevarte hacia caminos aún más brillantes, o lugares aún más oscuros... tú eres dueño de tu destino, el que yo exista o no es tu decisión, y si lo entiendes ahora... entonces sabes que solo te estoy obsequiando oportunidades, tú sabrás como aprovecharlas, tú sabrás que puerta debes cruzar.- RyeoWook llevo su pálida mano hacia los cabellos del pelinegro, pasó sus dedos con cariño.- Yo solo me he encargado de entregarte cada una de las llaves.- Asintió para sí mismo sonriendo.- las tienes en tus manos, ahora dime... ¿Qué harás con ellas?.

- No puedo verlas.- Susurro YeSung cayendo lentamente en los brazos de Morfeo.

- Tranquilo.- RyeoWook observo al pelinegro cerrar los ojos.- Ya las veras... solo debes... entenderlo.   

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